De Cajamarca
Facultad de Ciencias Agrarias
Escuela Académico
Profesional de Agronomía
MONOGRAFIA: “SOBRE METODOS DECONTROL DE MALEZAS ACUATICAS Y EL USO CORRECTO DE LOS
HERBICIDAS”
DOCENTE : DR: HERNANDES TORRES Alex Miguel.
ALUMNO : VÁSQUEZ TANTALEAN Teodoro.
CICLO : I
Cajamarca, 22de
Agosto del 2012
EPÍGRAFE:
ü “Ahora
ya no es un problema el control de malezas, simplemente es una diversión”
ü “El
control de malezas ya no es un obstáculo, porque se descubrió su matador, que
el herbicida
DEDICATORIA
Este pequeño trabajo de
monografía relacionado con “el uso adecuado de los herbicidas”, la cual la
dedico a mi padre, a mi madre, a mis hermanos; ya que por ellos soy una persona
con perspectivas diferentes a los demás, por ello que mis metas siempre son
diferentes a los demás, porque mi familia me dejo sembrado esa idea en el
encéfalo, también la dedico a todas las personas que siempre han estado
conmigo, a mis amigos de colegio, de escuela, a mis profesores los cuales me abrieron
el camino de la sabiduría, y a todos los agricultores de Cajamarca quienes son
los gestores de la alimentación de nuestra población….
El autor
AGRADECIMIENTO
Quiero agradecer en
particular a mis padres por haberme
dado todas las comodidades para llevar a
cabo este modesto trabajo, el cual me ha demandado de gastos económicos y de
tiempo, por la cual los gastos generado por este trabajo han sido cubiertos por
mis padres, también agradezco a mi hermano Julián
porque gracias a él he conseguido datos
más precisos y reales, porque está en un constante relación con los
agricultores arroceros de la provincia
de Jaén, y más que todo me ha ayudado a realizar las
encuestas sobre: “si cuantos agricultores saben usar bien los herbicidas y que
métodos utilizan para controlar las malezas”, y por ultimo agradecer a toda mi
familia y a todos los que me apoyaron en la elaboración de este pequeño ensayo
de monografía, y también agradecer de antemano a todos los que van a tener en
cuenta mi trabajo, y por la cual espero que les sea útil en su vida extensa(…)
Introducción
El enfoque principal de la presente monografía
es sobre los métodosquímicos de manejo de malezas, en muchas situaciones los
herbicidas ofrecen los medios más efectivos para el control de éstas.
En los países industrializados los herbicidas
se aplican sobre el 85-100% de todos los cultivos principales. Así, para el
Reino Unido Green et al. (1987) estiman que una libra esterlina gastada en
pesticidas genera un ingreso adicional de cinco libras. Más recientemente, este
margen se habría reducido con la reducción de los subsidios de la Comunidad
Europea (CE), pero la producción agrícola en los países industrializados
continuará dependiendo grandemente del uso de los herbicidas.
En países menos desarrollados, el precio
relativamente bajo obtenido por los productos agrícolas en los mercados
mundiales y el bajo costo de la mano de obra reducen los beneficios económicos
del uso de herbicidas. Finney (1988) predijo que la necesidad de la
intensificación de la agricultura, como consecuencia del alto nivel de
crecimiento de la población, aumentará el uso de herbicidas. El también indicó
que en los EE.UU. los precios de los herbicidas cayeron entre 1985-1987 debido
principalmente al incremento de la competencia por la distribución del mercado
y al vencimiento de patentes. La India y la República Popular de China están
incluídos entre los primeros 12 países por ventas de herbicidas y ambos países
están fabricando y exportando herbicidas que ya tienen patente vencida. Los
precios reducidos y la producción local estimularán el uso de herbicidas en los
países menos desarrollados.
Usados juiciosamente, dentro de un sistema
integrado de manejo de malezas, los herbicidas son de uso seguro para el
agricultor y de riesgo mínimo para el medio ambiente. Desde nuestro punto de
vista, los herbicidas jugarán un papel cada vez más importante en el manejo de
malezas en los países en desarrollo en un futuro predecible. Las secciones de
este libro sobre malezas y cultivos individuales ofrecen detalles sobre la
integración de los herbicidas en los sistemas de producción de los cultivos. El
objetivo de este Capítulo es de apoyar a estas secciones con información sobre
el modo de acción, propiedades, y aplicación de los herbicidas, que contribuirá
a su uso práctico, seguro y efectivo.
Los
herbicidas generalmente se aplican en solución o suspensión acuosa, como una
nube de gótulas dirigida hacia el objetivo de la aplicación. La concentración
del ingrediente activo en la solución de aspersión varía típicamente desde 0.1
a 10% y el volumen de aplicación desde 100 hasta 400 1/ha, dependiendo del
producto y del método de aplicación. Sin embargo, con la aplicación mediante
discos giratorios, a veces se usan volúmenes de hasta 10 1/ha y concentraciones
de hasta 50%.
CAPÍTULO I.
EL PROBLEMA
ü “El uso correcto de los herbicidas y
métodos de controlar las malezas”.
FORMACION DEL
PROBLEMA
ü Los herbicidas a evolucionado en Jaén debido a
que los agricultores de esa provincia no sabían cómo deshacerse de las malas
hierbas en sus siembras, ya que estas afectaban y dañaban el buen desarrollo de
sus siembras, por eso que el único propósito del desarrollo de los herbicidas
ha sido para contrarrestar y abolir a
estas malas hierbas que estaban inmersas a sus cultivos, por ello que se han
instalado varias ONG, con el propósito de instruir a los agricultores de
arroz, y así usar bien los herbicidas porque estos productos químicos son muy
fuertes y que causan daños a nuestro organismo, por ejemplo los agricultores de
Jaén no podían controlar las malezas de los bordes de sus posas de arroz, la
cual le hacían por intermedio del corte con el machete o una hoz pero esto les
salía no rentable porque tenían que pagar mucho mas peones que lo hicieran con
el herbicida, por ello desde allí utilizan esos productos químicos.
PLANTEAMIENTO DEL
PROBLEMA
ü Los herbicidas son importantes ya que han
logrado disminuir el costo del control de las malas hierbas, también porque han
reducido el tiempo para controlar esas malezas y también por este método las
malezas van a demorar más en su retorno a crecer.
OBJETIVOS del uso
de los herbicidas
ü Se usan con el fin de destruir o controlar el
crecimiento de las malezas o hierbas que consideran indeseables, principalmente
en la agricultura, porque causan problemas al competir con el cultivo por agua,
nutrimentos, luz y espacio o por la fitotoxicidad de algunas de ellas, todo lo
cual causa un incremento del costo de la cosecha y la disminución de su valor.
ü El paraquat, es un herbicida de contacto que
es muy usado en agricultura para eliminar las malas hierbas. El paraquat es
altamente tóxico, por lo que en las últimas décadas se han dedicado numerosos
estudios para observar si podía crear problemas medioambientales.
Se ha observado que el paraquat se degrada
fácilmente en contacto con el suelo, por lo que si se tiene cuidado en su
aplicación no tendría que haber complicaciones. La problemática que existe en
torno al paraquat es que en los últimos años, se han detectado numerosos casos
de intoxicación debido a la ingestión de paraquat, algunos de ellos accidentales
pero la mayoría de forma voluntaria. Al no existir antídoto para el tratamiento
por intoxicación se han utilizado diferentes adsorbentes.
JUSTIFICACION
ü Informar al
agricultor sobre lo que es un herbicida, explicándole las características y
tipos existentes.
ü En segundo lugar
pretendo conseguir que el agricultor sepa usar correctamente los herbicidas
explicándole las ventajas y los riesgos de los mismos.
ü Y por último,
algunos conocimientos técnicos y legales sobre los herbicidas.
HIPOTESIS
ü Cuantos agricultores tienen el conocimiento
del buen uso de los herbicidas y cual es método que utilizan para contrarrestar
a las malezas.
LIMITACIONES
· Bueno a mi me ha costado un arduo trabajo
buscar esta información, y recopilarlo tal vez les sea necesario ya que aquí
menciono el buen uso de los herbicidas y su control de las malezas las
limitaciones que he tenido son el presupuesto económico, el tiempo que no fue
el necesario por ello que mi trabajo no está al cien por ciento terminado y sin
que tenga falencias en el desarrollo de su contenido.
CAPITULO
II.
Marco legal
En el Perú se
promulgo la ley 29.811, que decreta el uso legal de los herbicidas.
Marco teórico
1.- Como controlar las malezas
Por
el contrario a los problemas de malezas en medios terrestres, los cuales
generalmente están relacionados con los agro-ecosistemas, los problemas de
malezas en los hábitats acuáticos usualmente no se refieren a la competencia
entre plantas deseables (cultivos, ornamentales) y las indeseables por el
hombre.
Los
problemas causados por las malezas que interfieren con el crecimiento de las
plantas de cultivo en campos inundados (p.ej. malezas en campos de arroz), son
una excepción en este particular. Sin embargo, las condiciones de estos
relativamente superficiales hábitats acuáticos, los que como regla no están
permanentemente inundados, difieren considerablemente de aquellos cuerpos
acuáticos con aguas profundas, tales como los canales, ríos y lagos. Con
algunas excepciones, las especies de malezas dominantes son también diferentes.
En general, se puede concluir que el papel de las malezas acuáticas en campos
inundados, que también se definen como agro-ecosistemas acuáticos, es más
comparable a la mayoría de las situaciones que crean las malezas en los hábitats
terrestres.
Este capítulo tratará exclusivamente el manejo
de malezas acuáticas en cuerpos acuáticos permanentes. Según Pieterse (1990),
estas malezas pueden ser definidas como plantas acuáticas que, al crecer en
abundancia, son indeseables por quien maneja el lugar donde inciden. En este
contexto se debe observar que, cuando las plantas acuáticas se presentan con
bajas densidades, resultan usualmente beneficiosas al ecosistema acuático.
Ellas producen oxígeno, proporcionan un hábitat adecuado para los peces y otros
organismos, purifican el agua al extraer los compuestos tóxicos y atrapan las
partículas de sedimento.
Según su forma de crecimiento, las malezas
acuáticas pueden ser divididas en categorías diferentes. Mayormente basado en
Deny (1985), una clasificación modificada en cinco grupos principales ha sido
propuesta por Pieterse (1990):
Grupo
1.
Malezas libremente flotantes (libre flotante con
la mayor parte de sus tejidos de hojas y tallos al nivel o sobre la superficie
del agua) como por ejemplo Eichhornia crassipes (Mart.) Solms. (Jacinto de
agua), Salvinia molesta Mitchell (salvinia) y Pistia stratiotes L. (lechuguilla
acuática).
Grupo
2.
Malezas emergentes (plantas enraizadas con la
mayor parte de sus tejidos de hojas y tallos sobre la superficie del agua), por
ejemplo Phragmites australis (carrizo común), Typha spp. (Macío) y la forma de
crecimiento emergente de Alternanthera philoxeroides (Mart.) Griseb. (Maleza
caimán).
Grupo
3.
Malezas enraizadas con hojas flotantes
(plantas enraizadas con la mayoría de su hojas al nivel de la superficie del
agua), por ejemplo Nymphaea spp., Nymphoides spp. y la forma de crecimiento
flotante de la maleza caimán.
Grupo
4.
Malezas sumergidas (la mayoría de sus tejidos vegetativos por debajo de
la superficie del agua; éstas suelen estar enraizadas o fijas al fondo del
cuerpo acuático por órganos similares a las raíces), por ejemplo Hydrilla verticillata
(L.f.) Royle, Potamogeton spp., Elodea spp., Ceratophyllum spp. y Myriophyllum
spp.
Grupo
5.
Algas (plantas inferiores unicelulares o filamentosas, sin tejidos
diferenciados que crecen al nivel o por debajo de la superficie del agua), por
ejemplo Microcystis spp., Spirogyra spp., y Hydrodiction spp.
Los
efectos dañinos de las malezas acuáticas pueden ser directos o indirectos. Al
nivel del pequeño agricultor, los efectos directos generalmente incluyen:
ü obstrucción de las corrientes de agua de los
canales para la irrigación y el drenaje
ü obstáculo al transporte por botes y barcos
ü interferencia con la pesca
ü disminución de las posibilidades de lavado y
baño para la población
Un efecto indirecto importante es la formación de hábitats favorables
para el desarrollo de vectores de enfermedades humanas, tales como malaria y
schistosomiasis (bilarzia).
El desarrollo de masas densas de plantas acuáticas en los cuerpos
acuáticos utilizables por el hombre (muchas veces para varios propósitos) está
generalmente relacionado con el patrón normal de sucesión. Algunas de las
malezas acuáticas más problemáticas son esencialmente colonizadoras primarias
de los ecosistemas acuáticos. Particularmente en los cuerpos acuáticos construidos
por el hombre, existen factores frecuentemente muy favorables para el
desarrollo de las plantas acuáticas (poca profundidad de las aguas, aguas
estancadas, alto contenido de nutrientes). Adicionalmente, la eutrofización (o
sea un incremento del contenido de nutrientes en el agua, lo cual está
frecuentemente relacionado con las actividades humanas) y/o la diseminación de
las especies fuera de su hábitat natural puede jugar un papel importante. Un
ejemplo lo es el Jacinto de agua, cuya productividad en su área original de
crecimiento en América del Sur está marcadamente limitada por los agentes de
control biológico. En áreas fuera de Sudamérica, donde el Jacinto de agua ha
sido introducido, la maleza es generalmente una plaga de importancia económica.
Manejo
de control de malezas
Idealmente,
el manejo de malezas acuáticas debe ser, ante todo, de preocupación de todos
los involucrados a fin de prevenir su crecimiento excesivo. Esto implicaría que
las medidas de control se inicien en un momento cuando aún las malezas
acuáticas no representan un problema. Por ejemplo, creando condiciones de
crecimiento menos favorables (disminuyendo la intensidad de la luz al plantar
árboles, alterando el nivel del agua, previniendo la entrada de nutrientes,
etc.), o manteniendo la vegetación a un nivel bajo, que no propicie un
crecimiento intenso. Generalmente, tales medidas preventivas al nivel de
pequeños agricultores son difíciles de lograr. Usualmente, los agricultores se
inclinan más a tomar medidas cuando el crecimiento denso de las malezas
acuáticas resulta evidente. Además, no es siempre factible para ellos realizar
medidas preventivas. Todo dependerá del tipo de cuerpo acuático (su tamaño,
área, profundidad del agua, etc.) y de la forma de crecimiento de las malezas
(que en sentido muy general puede ser considerado idéntico al de varias
categorías o grupos ya mencionados en la introducción). Por ejemplo, extrayendo
las plantas que ocasionalmente aparecen, o sea algunas que flotan libremente
como el jacinto de agua, generalmente se requiere menos fuerza de trabajo que
para la extracción de las plantas sumergidas o enraízadas. En este aspecto, se
debe tomar en consideración que el desarrollo de la vegetación sumergida es
muchas veces mucho más explosivo que la de las plantas enraízadas o flotantes.
Un aspecto importante en la prevención del desarrollo de la densa
vegetación de malezas acuáticas es prever la ulterior diseminación de las
especies exóticas en áreas aún no infestadas. La población local, que incluye
los agricultores, no siempre conoce de la amenaza potencial y el daño de las
especies recién introducidas. Un ejemplo real es la diseminación gradual del
jacinto de agua en las partes meridionales de Egipto, donde, de no precederse
rápido, podrá eventualmente tener lugar la invasión del jacinto de agua en el
lago Nasser. La acción gubernamental debe tener por objetivo concientizar a la
población local y estimularla a tomar medidas adecuadas. En Egipto meridional,
esto puede lograrse mediante la destrucción de cada planta sencilla de jacinto
de agua.
Medidas
físicas, químicas y biológicas de control pueden ser adoptadas para el manejo
del crecimiento de las malezas acuáticas:
Ø Control
físico
Los
métodos de control físicos incluyen el uso de herramientas que se manejan
manualmente, así como la maquinaria sofisticada.
En
la agricultura de bajos insumos, el uso de maquinaria no es apropiado debido a
sus altos costos. Las herramientas manuales, sin embargo, pueden ser medios
importantes de control bajo estas circumstancias, especialmente en áreas donde
la fuerza laboral es relativamente barata. La técnicas manuales de control de
las malezas acuáticas han sido recientemente reseñadas por Wade (1990). En lo
que se refiere al uso de herramientas manuales en regiones tropicales, el uso
de guadañas de cadena, guadañas de aclareo, cuchillas de canal, tenedores y
rastrillos de excavación ha sido descrito en detalle por ILACO (1978) y Druijff
(1979) (ver Fig. 1). Se ha hecho énfasis, en relación con la incidencia de la
bílarzia en muchas áreas tropicales, que se debe utilizar herramientas con asas
manuales largas, que hace posible cortar las malezas a distancia, sin que los
operadores tengan que entrar al agua.
Cuatro
tipos de herramientas manuales recomendadas por ILACO (1978) y Druijff (1979)
para el control de malezas acuáticas en pequeños cursos de agua. A = guadaña de
cadena; B = guadaña de aclareo; C = cuchillo de canal; D = tenedor de
excavación (Dibujos con ayuda de ordenador: S.A. Pieterse).
Una
guadaña de cadena consiste de 5-10 cuchillas de hierro interconectadas, de una
longitud aproximada de hasta 50 cm, que están unidas sueltamente una de otra.
En cada uno de las dos hojas exteriores hay una apertura para atar una cuerda.
Al tirar de las cuerdas alternativamente, que se debe hacer por dos hombres
(uno en cada orilla) las cuchillas se mueven en forma de zig zag sobre el fondo
de la corriente de agua y, sí las cuchillas están bien afiladas, la vegetación
será bien cortada. Las malezas ya cortadas son recogidas por un tercer hombre
para alejarlas del agua. Una guadaña de aclareo se compone de una cuchilla
fijada a un brazo curveado de acero, dotada de asas ajustables. La misma es muy
adecuada para cortar las malezas que crecen a lo largo de la orilla del cuerpo
acuático. Esta se opera con tirones cortos, que la diferencia de la guadaña
ordinaria, que es operada con barridas largas y regulares. Un cuchillo de canal
se compone de un cuchillo de aproximadamente 50 cm de longitud, fijado a una
asa o mango de madera. Una cuerda de aproximadamente 2 metros de longitud es
fijada al mango o asa, exactamente por debajo de la cuchilla.
Este
es operado por dos hombres. Uno sostiene el mango y lo mueve de arriba a abajo,
de tal manera que el cuchillo corte las malezas que crecen de la orilla hacia
el agua. El otro hombre hala el cuchillo hacia adelante con la cuerda. Un
tenedor de excavación se utiliza para sacar las malezas enraízadas en el fondo
o para extraer plantas grandes libremente flotantes como el jacinto de agua.
La
experiencia de este autor es que los funcionarios de políticas en los países en
desarrollo pueden ser algo escépticos acerca de la utilización del control
manual, ya que en la mayoría de los países occidentales esta práctica ha sido
reemplazada por el uso de máquinas. Sin embargo, en los países del Tercer Mundo
con fuerza laboral de bajo costo, el uso de los instrumentos manuales es muchas
veces el método más económico, particularmente en pequeños cursos de agua.
Control
químico
Generalmente no es aconsejable el uso de productos químicos en o cerca
de los cuerpos acuáticos, ya que esto puede provocar riesgos al ambiente y a la
salud humana. Esto es importante, en particular, en áreas densamente pobladas
en los países en desarrollo, donde la población suele vivir en estrecho
contacto con el agua. Además, la aplicación de herbicidas en la mayoría de los
casos requiere de equipos relativamente sofisticados, los que son relativamente
caros. Sin embargo, en situaciones de emergencia, los herbicidas menos dañinos
pueden proporcionar una solución a corto plazo. Recientemente, los principales
herbicidas utilizados en el agua o cerca de ésta, han sido discutidos por
Murphy y Barrett (1990). Estos autores también dan una extensiva reseña del
impacto ecológico del uso de los herbicidas en aguas frescas, incluyendo su
toxicidad directa e indirecta sobre plantas no objeto de control,
micro-organismos, invertebrados, peces y animales superiores.
Control
biológico
Se
puede concluir que el control biológico de las malezas acuáticas, similar al
control biológico de malezas terrestres, ha sido en general no muy importante.
Sin embargo, algunos de los mayores éxitos del control biológico de las malezas
en general han sido obtenidos con malezas acuáticas. Estos progresos son
aquéllos que tienen que ver con el uso selectivo de insectos que inciden en
habitats originales de la maleza caimán (el crisomélido Agasicles hygrophila),
del jacinto de agua (los curculiónidos Neochetina eichhorniae y N. bruchí, así
como la polilla Pyralida taladradora del tallo Sameodes albiguttalis) y la
salvinia (el curculiónido Cyrtobagous salviniae), respectivamente.
En las áreas donde estas malezas acuáticas han
sido introducidas el potencial para el control biológico es generalmente muy
favorable. Con respecto a la maleza caimán, el uso efectivo de A. hygrophyla
está restringido a formas flotantes de la maleza en áreas con temperaturas
relativamente altas (Buckingham et al. 1980). Además, se debe tomar en
consideración que los insectos limitan el crecimiento en mayor o menor grado de
estas malezas, pero en la mayoría de los casos son incapaces de eliminar la
vegetación problemática completamente en el cuerpo acuático. En este sentido,
Cyrtobagous salviniae es un agente excepcionalmente agresivo. En un período de
un año, este picudo destruyó cerca de 18, 000 toneladas de Salvinia molesta en
el lago Moondarra en Australia (Room et al 1981) y se pronostica que controlará
exitosamente el crecimiento de la salvinia en la mayoría de las áreas
tropicales y sub-tropicales del mundo (Room 1986).
Se
ha recomendado introducir estas especies de insectos en todas las áreas donde
el jacinto de agua, la salvinia o la maleza caimán están ocasionando problemas.
Los insectos han sido estudiados en detalle y su especificidad de hospederos ha
sido fehacientemente demostrada. Los costos son bajos y, aunque medios
adicionales de control pueden ser necesarios, el efecto de estos insectos es
perdurable, a menos que las malezas objeto de control sean completamente
erradicadas. En tal caso, es obvio que los insectos también desaparecerían. En
caso de reinfestación será necesario liberar una nueva colonia del agente de
control. Nuevas colonias de A. hygrophila pueden ser obtenidas del
International Scientific and Industrial Research Organization (CSIRO) en
Australia, el National Biological Research Center (NBRC) en Tailandia y del
Departmento de Agricultura de EE.UU. (USDA), mientras que colonias de N.
eichhorniae son obtenibles de CSIRO, USDA y del Instituto Internacional de
Control Biológico (IIBC) en Trinidad, y colonias de C. salviniae se pueden
solicitar al CSIRO (Harley y Forno 1990).
Agentes
biológicos específicos para el control de otras especies de malezas acuáticas
aún no están disponibles. El picudo curculiónido Neohydronomous pulchellus, que
ha sido colectado en América del Sur y que sustancialmente redujo el
crecimiento de Pistia stratiotes en Australia, puede ser una excepción en este aspecto
(Harley y Forno 1990).
Al contrario de la especificidad de los insectos antes mencionados, la
carpa (Ctenopharyngodon idella), un pez fitofago, ataca casi todas las malezas
acuáticas presentes. Por consiguiente, éste resulta un buen medio para mantener
bajo control el excesivo crecimiento de la vegetación compuesta por varias
especies de malezas y formas de crecimiento. Sin embargo, la carpa prefiere
plantas con tejidos suaves, tales como las plantas sumergidas y otras pequeñas
de libre flotación. Desafortunadamente, el jacinto de agua es de poca
preferencia por la carpa, pero de no haber otras plantas, los peces pequeños se
alimentarán de las raíces y los más grandes de raíces, hojas y peciolos del
jacinto. Una ventaja adicional de la carpa herbívora es también su buen sabor
como pez, lo cual puede servir como fuente de alimento para la población local.
Es por eso que la carpa herbívora es teóricamente un medio ideal para el manejo
de malezas acuáticas en la agricultura de bajos insumos. Lamentablemente, el manejo
de la carpa es extremadamente difícil. El pez es fuertemente afectado por los
factores ecológicos, tales como temperatura, contaminación del agua y
depredadores. Además, en áreas densamente pobladas no es siempre factible
prevenir la pesca excesiva o en balde.
Las
carpas herbívoras requieren condiciones muy específicas para desovar y en
general no se multiplican fuera de su habitat original en China y Siberia. No
obstante, la reproducción artificial es relativamente fácil en una unidad de
reproducción. El desove puede ser inducido por inyecciones de hormona bajo
condiciones anestésicas y la fertilización de los huevos puede ser realizada
in-vitro. Después, el joven pez debe criarse hasta un tamaño que permita su
liberación segura, lo que depende de la presencia del pez depredador. En los
Países Bajos, el pez debe tener unos 30 cm de longitud para prevenir la
depredación por lucio. Por otro lado, en canales de irrigación en Egipto es
posible reproducir peces relativamente pequeños, ya que grandes peces
depredadores están escasamente presentes (Khattab y El Gharably 1986). La
utilización de la carpa herbívora en la agricultura de bajos insumos requiere
que las autoridades locales proporcionen el pez gratuitamente o a bajos costos,
lo que obliga a tener unidades de reproducción y personal para operarlas.
El
manatí (Tríchechus manatus), un mamífero que ha recibido amplia publicidad como
agente para el manejo de malezas acuáticas, es también una especie en peligro
de extinción, dado su bajo nivel reproductivo, pero resulta cuestionable su uso
como agente de control de malezas acuáticas. A pesar de ser descrito como un
animal voraz de muchas malezas acuáticas en anteriores publicaciones, esto ha
sido objeto de discusión por parte de Etheridge et al. (1985).
Control
integrado
Como
los métodos de control aplicados por separado no son siempre efectivos, es
sumamente ventajoso combinar varios procedimientos de manejo. Un posible
enfoque es la combinación del control manual (con el uso de herramientas
manuales) con el control biológico. Los insectos específicos para el control
del jacinto de agua, la salvinia o la maleza caimán deben ser particularmente
incluidos en este contexto, los que, al menos, ayudan a mantener un baja tasa
de crecimiento de las malezas y, por consiguiente, la extracción manual será
menos prolongada y tediosa. Una combinación a base de la liberación de la carpa
herbívora y la extracción manual es también otra posibilidad. La carpa
herbívora generalmente no se alimenta mucho de las malezas con tejidos
relativamente duros o de plantas emergentes que crecen fuera del agua. Sin
embargo, es relativamente fácil extraer pequeñas poblaciones de malezas con
herramientas manuales.
Una
combinación a base de aplicaciones herbicida (2, 4-D) y del picudo Neochetina
eichhorniae para el control del jacinto de agua ha sido probada en los EE.UU.
(Haag 1985). El herbicida no afectó directamente los picudos y sucedió que los
adultos del insecto se trasladaron de las plantas tratadas con el herbicida a
las no tratadas en las áreas adyacentes. Sin embargo, en opinión de este autor,
la aplicación de herbicidas debe evitarse lo más posible dentro o cerca de los
cuerpos acuáticos, por lo que sólo aplicaciones menores del 2, 4-D pueden ser
consideradas bajo estas condiciones. Este herbicida es poco costoso y no muy
tóxico, pero no debe olvidarse que el mismo no debe usarse en áreas próximas a
cultivos de plantas dicotiledóneas.
Usos
prácticos
Con
respecto a los altos costos del manejo acuático de malezas, varios estudios han
sido realizados sobre las posibilidades de uso práctico, para compensar, al
menos parcialmente, los costos de la extracción de las malezas. Al respecto
debe verse la reciente reseña de Joyce (1990). La investigación se ha desarrollado
particularmente sobre el jacinto de agua. Una desventaja es que el contenido de
agua de las plantas acuáticas es muy alto (en el jacinto de agua es más de
90%), lo cual implica que el transporte del material húmedo es bastante
costoso. De aquí se puede concluir que para usos prácticos es apenas posible
desarrollar tal sistema sobre una base económica. Usos prácticos potenciales de
las malezas acuáticas para los pequeños agricultores generalmente incluyen:
ü Producción de biogás;
ü Alimento para animales;
ü Producción de compost y acolchado
La
producción de biogás
consiste en la descomposición controlada de las plantas por una bacteria
anaeróbica productora de metano. Las plantas trituradas convenientemente son
ubicadas en un tanque sellado con el inoculo de la bacteria, el cual, después
de un cierto período de tiempo, produce una mezcla de gas consistente en
aproximadamente 70% de metano y 30% de dióxido de carbono. Este proceso tiene
la ventaja de utilizar la humedad de las plantas acuáticas, la que es requerida
para la fermentación. El biogas quema pronto y se puede utilizar para cualquier
aplicación, donde el gas natural es utilizado: para cocinar, como fuente de
calefacción y de energía. Sin embargo, el biogas no puede ser comprimido en
cilindros a menos que se separe el dióxido de carbono. Por lo tanto, no es
práctico usarlo para combustible de máquinas. También se debe tomar en
consideración que su uso requiere supervisión continua para mantener la
producción de metano. A pesar que la adquisición del equipo para la
fermentación puede ser simple y barata, la construcción requiere conocimientos
técnicos, además de mantenimiento cuidadoso.
Numerosas
ensayos fallidos se han hecho en la alimentación
de los animales con la masa de las plantas acuáticas. Esto es debido al
alto contenido de humedad y minerales (sodio, hierro, potasio y calcio se
presentan con niveles de 3 a 100 veces más altos que los hallados en los
forrajes producidos en medio terrestre) en las malezas acuáticas. No obstante,
cuando las plantas están parcialmente deshidratadas y ensiladas, son
normalmente aceptadas por el ganado vacuno y ovino. Las malezas acuáticas son
aceptadas también por los animales cuando estas son utilizadas como suplemento
o mezcladas con otros forrajes.
Mucha atención se ha prestado al uso de las
malezas acuáticas como material de
compost, en particular del jacinto de agua. Sin embargo, los resultados han
sido variables en gran medida, lo cual está probablemente relacionado con la
extensión del período de pre-secado de las plantas. La mayoría de las
operaciones exitosas para producir composts a partir de malezas acuáticas
comprenden la adición de suelo, ceniza, material vegetal fibroso y estiércol
seco.
Las
plantas acuáticas al ser utilizadas como acolchado
reducen la erosión, suprimen las malezas, disminuyen la evaporación y
aumentan la humedad del suelo y el contenido de materia orgánica. El transporte
es, sin embargo, el factor limitante. Esto puede solucionarse parcialmente si
las plantas son secadas bajo los efectos de los rayos solares en las orillas
del cuerpo acuático antes de su transportación.
2.-El uso adecuado de los herbicidas
Las sales inorgánicas, tales como
sulfato de cobre, se usaron para el control de malezas de hoja ancha en
cereales hacia fines del siglo 19, pero el primer herbicida orgánico: DNOC
(dinitro-ortocresol), no fue introducido hasta 1932. El uso extensivo de
herbicidas de dosis relativamente bajas (1-2 kg i.a./ha) comenzó en 1945 con el
lanzamiento de los herbicidas reguladores de crecimiento 2, 4-D y MCPA. El
éxito de éstos condujo a una intensificación de la investigación y las
inversiones, lo cual, a su vez, produjo nuevos grupos de herbicidas y
compuestos en desarrollo. Se han descubierto nuevos grupos de herbicidas
mediante la selección al azar en el invernadero y la subsiguiente modificación
química (Tabla 1).
Tabla 1. Numero de herbicidas por grupos que han surgido de toxíforos
individuales (según Parry 1989)
descubrimiento del 1er herbicida en el grupo
|
Grupo de herbicidas
|
número actual de herbicidas en el grupo
|
1945
|
fenoxiacéticos
|
17
|
1954
|
carbamatos
|
16
|
1956
|
triazinas
|
29
|
1965
|
dinitroanilinas
|
22
|
1970
|
difeniléteres
|
29
|
1980
|
sulfonilureas
|
16
|
En la edición de Weed Abstracts de
mayo de 1993 se relacionan más de 300 ingredientes activos y alrededor de 200
están comercialmente disponibles, a escala mundial, aunque no todos se venden
en todos los países. Algunos de los compuestos relacionados no ha sido
comercializados por motivos económicos, ambientales o toxicológicos, mientras
que otros se han retirado o no se han vuelto a registrar. Por ejemplo, el
herbicida barban, para avena silvestre, ha sido sustituído por herbicidas más
efectivos, mientras que el 2, 4, 5-T se ha retirado de muchos mercados debido a
la toxicidad de un contaminante, la dioxina, encontrado en algunas muestras.
Los países industrializados y muchos
en desarrollo actualmente desarrollan esquemas de registro para los
plaguicidas, y, organizaciones internacionales, tales como el Grupo
Internacional de Asociaciones Nacionales de Fabricantes de Agroquímicos, la
Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización para la Agricultura y
la Alimentación (FAO) de las Naciones Unidas, han elaborado guías detalladas de
los datos que se exigen para el registro, incluyendo la toxicología, la posible
acumulación en el suelo y en las cadenas alimenticias y los tiempos de su
descomposición.
Toxicología. Antes de que un nuevo
herbicida pueda venderse en cualquier país, tienen que suministrarse datos
adecuados que demuestren que es seguro para que sea manipulado por el operador,
y que los consumidores de los cultivos tratados no están bajo riesgo. Las
toxicidades relativas se pueden comparar en forma de DL50 oral o
dérmica aguda para ratas (dosis ingerida o absorbida a través de la piel que es
letal en el 50% de un grupo de animales uniformes). Mientras que la DL50 aguda
para ratas es util para establecer comparaciones generales entre compuestos, es
ampliamente aceptado que presenta limitaciones y, por lo tanto, no se puede
asumir que una alta (segura) LD50 para ratas sea segura para los
humanos. Consecuentemente, también se realizan pruebas toxicológicas con otros
mamíferos, incluyendo perros y primates. Con pocas excepciones, tal como paraquat,
la mayoría de los herbicidas son de muy baja toxicidad (ver Tabla 2),
presentando muchos compuestos valores de DL50 superiores a productos
comúnmente consumidos, incluyendo aspirina, cafeína y sal común. La formulación de un herbicida puede
afectar su DL50. Así, bromoxynil es más toxico que bromoxynil
octanoato.
Una parte de los herbicidas que se aplican al cultivo, o al suelo en el
que está creciendo, puede estar presente en la parte cosechada del cultivo, que
puede ser consumido directamente o a través de productos animales. Se
determinan los residuos del herbicida original y sus metabolitos en los
cultivos y, basado en datos de estudios a largo plazo de alimentación animal,
se estima el "nivel el nivel en que no se observa efecto alguno"
(NOEL). Este se utiliza para derivar una "ingestión diaria aceptable"
(ADI). Basado en estos datos de residuos, se establecen restricciones sobre qué
cultivos que pueden ser tratados y sobre intervalos mínimos entre tratamiento y
cosecha. En muchos países existe legislación para controlar los niveles máximos
de residuos (MRL) de plaguicidas en alimentos humanos y animales, así como en
los cultivos. Los herbicidas son los plaguicidas más usados en la Comunidad
Europea, pero menos del 10% de los plaguicidas incluídos en la legislación
sobre MRL son herbicidas. Esto refleja la baja toxicidad para los mamíferos de
la mayoría de los herbicidas (Tabla 2), que son relativamente específicos en su
acción a los procesos vegetales
Los herbicidas son propensos a la descomposición en los microbios,
plantas y animales y no son comunes los problemas de residuos de herbicidas si
se utilizan de acuerdo a las instrucciones de las etiquetas.
Tabla 2. Toxicidad en los mamíferos de herbicidas representativos y
productos químicos de referencia comunes en orden decreciente de DL50. oral
aguda para ratas -mg/kg de peso corporal (adaptado de Worthington y Hance 1991
y Graham-Bryce 1989)
Herbicida
|
DL50
|
Herbicida
|
DL50
|
Toxicidad alta*
|
|||
Paraquat
|
120
|
Endotal
amina
|
206
|
Bromoxynil
|
190
|
Diquat
|
231
|
Bromoxynil
octonoato
|
to
365
|
Cyanazina
|
288
|
Toxicidad moderada*
|
|||
Diclofop-metil
|
563-693
|
Propanil
|
1870
|
2,
4-D sal sódica
|
666-805
|
Glufosinato
|
2000
|
2,
4-D isopropil
|
700
|
Fenoxaprop-etil
|
2357
|
CDAA
|
750
|
Metolachlor
|
2828
|
MCPA
|
800
|
Atrazina
|
3080
|
Metribuzin
|
1090
|
Diuron
|
3328
|
EPTC
|
1652
|
Fluazifop-butyl
|
3330
|
Alachlor
|
1800
|
Aciflurofen
|
3460
|
Baja toxicidad*
|
|||
Asulam
|
>5000
|
Imazethapyr
|
>5000
|
Dalapon
|
>5000
|
Simazina
|
>5000
|
Glifosato
|
>5000
|
Sulfometuron-metil
|
>5000
|
Productos químicos comunes
|
DL50
|
Toxicidad*
|
|
Nicotina
|
50
|
Muy
alta
|
|
Cafeína
|
200
|
Alta
|
|
Aspirina
|
1750
|
Moderada
|
|
Sal
común
|
3000
|
Moderada
|
* Adaptado de guías de la Agencia de
Protección del Medio Ambiente de EE. UU..
Ø Organismos no objeto de la
aplicación, suelo y agua.
Además de determinar los posibles
efectos adversos sobre los humanos, el registro exige estudios toxicológicos
sobre ciertas especies de aves, peces e invertebrados. Estos estudios tienden a
realizarse en sistemas dinámicos de laboratorio, con algún seguimiento en estudios
de campo. Estos incluyen pruebas de alimentación de toxicidad aguda y
evaluaciones del efecto del herbicida sobre la reproducción. También se
incluyen los efectos sobre lombrices de tierra y sobre la micro-flora.
El destino y la persistencia del herbicida en el suelo, su potencial
para contaminar las aguas superficiales y subterráneas, son de importancia
clave en relación con la fito-toxicicidad para los cultivos subsiguientes y
para la calidad del agua de beber. Los estudios de laboratorio aportan
información básica, incluyendo solubilidad en agua, así como las propiedades de
adsorción/desorción, lixiviación, velocodad de hidrólisis y de degradación
microbiana en el suelo.
Los estudios de campo son esenciales
para las instrucciones de las etiquetas, ya que la actividad, persistencia y
movilidad del herbicida son afectadas por factores climáticos, edáficos y
agronómicos.
Las etiquetas de herbicidas
comerciales comúnmente relacionan tres nombres, que se ilustran aquí con referencia
a glifosato:
1. El nombre químico describe la
composición química del compuesto, por ejemplo: N-(fosfonometil) glicina.
2. El nombre común
"glifosato" está aprobado por autoridades apropiadas, incluyendo el
Instituto Británico de Estándares (BSI), la Sociedad Americana de Ciencia de
Malezas (WSSA) y la Sociedad Internacional para la Estandarización (ISO). A
veces se aprueba por diferentes autoridades más de un nombre, por ej.
"endotal" (BSI) y "endotall" (WSSA).
3. El nombre comercial
"Roundup" se usa con los propósitos de mercadeo y registro de la
patente del producto. La compañía que desarrolló el producto tiene el uso
exclusivo del mismo durante los 17 años que siguen a la aprobación de la
patente.
La compañía Monsanto tiene varios
nombres comerciales para el glifosato en dependencia de la formulación y el
uso. "Roundup" y "Sting" contienen, respectivamente, 360 y
240 g e.a.*/l de la sal mono (isopropilamonio) de glifosato, más tensoactivo o
surfactante.
2.-Clasificación
de los herbicidas.
Existen varias formas de clasificar
los herbicidas, incluyendo como se usan, sus propiedades químicas y su modo de
acción.
Método de uso. Los herbicidas se pueden
aplicar al follaje o al suelo. Los que se aplican al follaje y afectan
solamente la parte tratada se describen como herbicidas de contacto, mientras
que aquellos que se trasladan mera del follaje tratado hacia un punto de acción
en otro lugar de la planta se denominan herbicidas sistémicos. Los herbicidas
de aplicación al suelo que generalmente afectan la germinación de las malezas,
tienen que persistir por algún tiempo para ser efectivos y se denominan
herbicidas residuales. Algunos herbicidas residuales tienen acción de contacto
y afectan las raíces y los tallos en la medida en que emergen de la semilla,
mientras que otros entran en la raíz y las partes subterráneas de la planta y
se translocan a su punto de acción.
Tanto el tratamiento foliar como el
tratamiento al suelo se describen en función del momento de aplicación y del
desarrollo del cultivo.
Los tratamientos de pre-plantación se aplican antes de la
plantación del cultivo.
Los tratamientos de Pre-plantación incorporada se refieren
solamente a herbicidas activos en al suelo, aplicados antes de la plantación
del cultivo y de la emergencia de las malezas e incorporados al suelo mediante
labranza poco profunda.
Los tratamientos de pre-emergencia se realizan siempre antes de
la emergencia de las malezas. Esto pueden o no ser antes de la emergencia del
cultivo.
Los tratamientos de post-emergencia se aplican después que el
cultivo y (generalmente) las malezas han emergido, pero en cultivos
trasplantados el herbicida puede aplicarse antes de la emergencia de las
malezas.
Las aspersiones Post dirigidas se aplican después de la
emergencia de las malezas y los cultivos, pero evitando el contacto del
asperjado con los últimos.
Selectividad. La selectividad del
cultivo y el espectro de control de malezas se usan a menudo en la
clasificación de herbicidas, por ej., herbicidas para cereales y herbicidas
para malezas de hoja ancha.
La clasificación mediante la
descripción de laspropiedades químicasy elmodo de acción
brinda un fundamento para comprender el comportamiento y la sintomatología en
la planta de los herbicidas y en el presente capítulo se utiliza este enfoque
Formulación. Los herbicidas se
fabrican en forma relativamente pura, que sa denomina herbicida de grado
técnico. Este puede ser sólido o líquido, y raramente es adecuado para ser
usado así en el campo. Por ejemplo, el herbicida para avena silvestre
difenzoquat se fabrica en la forma de sulfato de metilo y es fácilmente soluble
en agua (765 g/1), pero la solución acuosa de difenzoquat no tiene actividad
herbicida a menos que se agregue un tensoactivo o surfactante no-iónico a la
solución. El tensoactivo o surfactante facilita la retención y penetración del
herbicida y se incorpora en el producto comercial, que es un concentrado
soluble. El producto formulado de todos los herbicidas aplicados mediante
asperjadoras tiene que ser soluble o miscible, en un vehículo conveniente, que
es generalmente agua. Además de presentar buenos resultados en el campo, tiene
que ser estable durante el transporte y almacenaje y ser capaz de soportar situaciones
climáticas extremas.
Al igual que los concentrados solubles, se formulan compuestos solubles
en agua en forma de granulados dispersables en agua, que contienen
sólidos molidos finamente combinados con agentes de suspensión y dispersantes (tensoactivos
o tensoactivo o surfactantes). Se pueden echar directamente en el tanque de la
asperjadora y verter limpiamente desde el envase (por ej., metsulfuron-metil).
En el caso de compuestos con baja solubilidad, el ingrediente activo
puede molerse hasta convertirlo en un polvo, mezclarlo con un portador inerte y
un tensoactivo o surfactante y ser vendido como un polvo humedecible o
humectable (por ej., ver formulaciones de simazina). Este tipo de
formulación comunmente se mezcla con una pequeña cantidad de agua para formar
una mezcla pastosa, antes de echarlo en el tanque de la asperjadora.
Los polvos humedecibles han sido desplazados en gran medida por los concentrados
suspensibles, también conocidos como "flowables", en los
cuales el ingrediente activo finamente molido se mezcla con tensoactivos y, en algunos
productos, con otros solventes no tóxicos. Este tipo de formulación es más
fácil y seguro de manipular que el polvo humedecible y se mezcla más fácilmente
con el agua en el tanque de la asperjadora.
Los ingredientes activos insolubles en agua, especialmente aquellos que
son de aplicación foliar, se pueden disolver en un solvente orgánico, como el
xileno, y mezclar con tensoactivos para formar un concentrado emulsionable.
Estos se dispersan en agua para formar emulsiones oleosasen agua, las cuales
tiene una apariencia lechosa típica (por ej.: fluazifop-butil).
Por motivos de seguridad del operador y de impacto ambiental, se están
sustituyendo los solventes orgánicos sintéticos por concentrados emulsionables
basados en aceite vegetal y por novedosas formulaciones basadas en agua, como
los "sistemas de estructurados de tensoactivo o surfactante".
Mientras que la mayoría de los herbicidas se formulan para ser aplicados
mediante asperjadora con agua como vehículo, un limitado número de ingredientes
activos se aplican como formulaciones secas, en forma de granulados.
Estos son partículas pequeñas, generalmente de menos de 10 mm3 de
tamaño, y, típicamente contienen concentraciones de ingrediente activo entre 2%
y 20%. Comunmente se usa un aplicador de granulados tirado por tractor o de
tipo mochila, pero algunos granulados son apropiados para ser dispersados
manualmente y son utiles en fincas pequeñas, donde no hay equipos de aplicación
disponibles.
La formulación de herbicidas volátiles como granulados retarda la
pérdida del ingrediente activo como gas (por ej., triallate). Los herbicidas
volátiles aplicados en agua como vehículo requieren de su incorporación al
suelo para lograr una actividad aceptable.
Varios herbicidas (por ej., 2, 4-D) son ácidos débiles y reaccionan con
bases para formar sales y con alcoholes para formar ésteres.Las sales son
solubles en agua, insolubles en aceite y tienen baja volatilidad, mientras que
los ésteres son insolubles en agua, solubles en aceite y tienden a tener alta
volatilidad. Los ésteres generalmente tienen una actividad herbicida superior a
las sales, pero su alta volatilidad puede provocar daños a plantas que se
encuentran fuera del área a tratar. Los ésteres de la mayoría de otros grupos
de herbicidas, incluyendo los ésteres de ácido ariloxifenoxialcanoico (por ej.
fenoxaprop-etil) no son volátiles.
El contenido de ingrediente activo (i.a.) se expresa sobre la etiqueta
del producto como g i.a./peso o volumen del producto y/o como % i.a. p/p
(peso del i.a. como % del peso de i.a. + portador + formulantes). A
menudo se describe el i.a. de las formulaciones de éster y sal de ácidos
débiles como e.a. (equivalente ácido), ya que el ácido es el ingrediente
fitotóxico liberado en la planta.
Mezclas. Mientras que algunos
productos son formulaciones de un solo ingrediente activo (por ej., glifosato),
la mayoría de los productos formulados son mezclas de dos o más ingredientes
activos. Las mezclas aumentan el espectro de malezas controladas y/o combinan
la actividad de contacto o sistémica con la residual (por ej., 2, 4-D más
atrazina). En los productos formulados, los componentes de la mezcla han sido
evaluados por su compatibilidad física y química en el tanque de aspersión, por
efectos adversos sobre la fitotoxicidad contra las malezas y por su
selectividad en los cultivos.
Las mezclas de tanques consisten en la unión en el tanque de aspersión
de dos o más productos herbicidas formulados independientemente y otros
plaguicidas. Los beneficios de las mezclas de tanque son los ahorros que se
pueden hacer en el tiempo consumido para la aplicación y menor cantidad
necesaria del vehículo del asperjado (agua). Además, a menudo dosis reducidas
de los herbicidas individuales son efectivas. Sin embargo, algunas mezclas han
resultado antagónicas. Así, la actividad graminicida de haloxyfop-metil contra Sorghum
halepense (L.) Pers. es antagonizada por acifluorfen y bentazon, mientras
que los herbicidas fenoxi reducen el control de Avena fatua L. por
diclofop-metil. Algunas mezclas de tanque aumentan la fitotoxicidad y pueden
dañar al cultivo: por ejemplo, los insecticidas organofosforados y carbamáticos
bloquean el metabolismo de propanil en arroz. Es de la mayor importancia
cumplir las instrucciones de las etiquetas con respecto a las mezclas de
tanque, y si se contemplan mezclas "no incluídas en la etiqueta", se
debe evaluar su efectividad y seguridad para el cultivo antes de su uso
rutinario. Como regla general, surgen más problemas con las mezclas de tanque
de herbicidas de aplicación foliar que con los de aplicación al suelo.
Coadyuvantes. Los productos herbicidas comúnmente
contienen tenso-activos o surfactantes y otros componentes para asegurar buenas
características de almacenaje y facilitar su mezcla con el agua en el tanque de
la asperjadora. Estos formulantes también ayudan a la retención sobre y la
penetración dentro de las malezas objeto de la aplicación. Para ciertas malezas
y bajo determinadas condiciones climáticas, se puede aumentar la acción del
herbicida mediante tensoactivos o tensoactivo o surfactantes o coadyuvantes
oleosos, que se mezclan en el tanque con el herbicida.
Las moléculas de los tensoactivos o surfactantes tienen dos partes
diferenciadas. El extremo lipofílico generalmente está compuesto de estructuras
en forma de largas cadenas hidrocarbonadas o de anillos bencénicos y posee baja
solubilidad en agua y alta solubilidad en aceite. La parte hidrofílica tiene una
fuerte afinidad por el agua. Existen tres tipos principales de tensoactivos o
surfactantes, determinados por la estructura química de la porción hidrofílica
de la molécula. Los amónicos y catiónicos se ionizan en agua para formar
sustancias cargadas negativa y positivamente, respectivamente. Los tensoactivos
más ampliamente usados son los no iónicos, que son fáciles de usar y no son
afectados por aguas duras. Los tensoactivos disminuyen la tensión superficial
de las gótulas del asperjado y aumentan su cobertura sobre la superficie del
follaje.
Comúnmente concentraciones de los tensoactivos o surfactantes de
alrededor de 0.1% del volumen del vehículo optimizan la retención y cobertura
de las gotas del asperjado, pero la máxima acción del herbicida a menudo se
alcanza con mayores concentraciones. La actividad de difenzoquat contra.
Avena fatua se maximiza a 0.5% de
tensoactivo no iónico, óxido de alquil-fenol-etileno "Agral". El
incremento de la actividad está asociada a una mejor penetración del ingrediente
activo. Cuando se usa una dosis reducida de un producto, se reduce la
concentración del ingrediente activo y de los formulantes en la solución de
aspersión y, a menudo es necesario, especialmente con graminicidas, agregar
tensoactivo o coadyuvante oleoso para asegurar una adecuada retención,
cobertura y penetración.
Los aceites vegetales contienen de 1 a 2% de tensoactivos o surfactantes
y los concentrados de aceite vegetal contienen 15-20% de éstos y se usan a
alrededor de 5 y de 1% del volumen de aspersión, respectivamente. Los
componentes oleosos pueden ser de origen mineral o vegetal. Ellos son, a
menudo, los mejores coadyuvantes para herbicidas con baja solubilidad en agua,
y se usan, por ejm., con graminicidas, como fluazifop-butil, y con herbicidas
de acción en el suelo, como diuron, para mejorar su actividad foliar.
A veces se logra un incremento de la actividad del herbicida mediante la
adición de fertilizante. Suwunnamek y Parker (1975) encontraron que sulfato de
amonio mejoró significativamente la fitotoxicidad de glifosato contra Cyperus
rotundus L.
Un coadyuvante inadecuado puede provocar la pérdida de la actividad
fitotóxica y/o daños al cultivo, y por lo tanto, sólo deben usarse los
coadyuvantes recomendados en la etiqueta del producto para cada herbicida,
maleza y situación de cultivo, o por un asesor local experto. Se recomienda
enfáticamente la evaluación de los coadyuvantes bajo condiciones locales. Vea a
Holloway (1993) por una amplia reseña sobre formulaciones y coadyuvantes.
Características de la aspersión.
Dos de los factores más
importantes que determinan la efectividad de la aspersión son el rango o
espectro de tamaño de las gótulas y la cobertura del objetivo por el asperjado
(Tabla 3).
Las gotas pequeñas producen muy buena cobertura y se adhieren bien a
superficies que son difíciles de mojar, como las hojas cerosas de gramíneas,
pero están expuestas a la deriva (arrastre) y se evaporan rápidamente,
especialmente a baja humedad relativa. Las gotas mayores tienden a rebotar y
desprenderse de superficies "difíciles de mojar", pero, en este caso
la deriva y la evaporación son un problema menor. Gótulas menores de 100 m de
diámetro caen con relativa lentitud y, por lo tanto, son arrastradas por el
viento y pueden causar daños severos a los cultivos susceptibles adyacentes y a
la vegetación no objeto de la aplicación. No existe un tamaño de gótula ideal
para controlar las malezas en el campo, ya que diferentes especies varían en
las características de tamaño, hábitos, ángulo de la hoja, superficie foliar y
en su posición en la copa. Para lograr una buena cobertura de estos objetivos
diversos es mejor un amplio rango o espectro de tamaños de gótulas y la
correcta selección de las boquillas de aspersión generalmente cumple este
requisito.
Tabla 3. Densidad de gótulas cuando se asperja un litro uniformemente
sobre 1 ha (según Matthews 1992).
Diámetro de gótula m
|
Numero de gótulas/cm2
|
20
|
2387
|
50
|
153
|
100
|
19
|
200
|
2.4
|
400
|
0.3
|
Asperjadoras de tipo mochila.
El equipo más extensamente usado
para aplicar herbicidas es la asperjadora de tipo mochila, accionada por
palanca. Está consiste de un tanque plástico, o menos comúnmente de metal, que
se situará de forma erecta sobre el suelo para su llenado y que se ajusta
cómodamente sobre la espalda del operador. La capacidad del tanque típicamente
varía de 10 a 20 litros, pero el peso total de la mochila llena no debe exceder
de 20 kg.
Para facilitar el llenado y la limpieza, el tanque debe tener una
apertura amplia (90-100 mm de diámetro), que a menudo tiene acoplado un filtro
grueso. La tapa debe tener un ajuste hermético y debe poseer un respiradero,
con una válvula para evitar goteo del líquido de aspersión.
Las mochilas accionadas por palanca las llevan por encima o por debajo
del brazo. Las primeras son más fáciles de operar cuando se camina a través de
vegetación alta, que se cruza sobre el entresurco, pero su uso es muy fatigoso
y son más comunes las palancas debajo del brazo. La palanca acciona una bomba
de tipo diafragma o de pistón. Las primeras son preferidas para bombear
materiales abrasivos, como los polvos humedecibles, y las últimas se
recomiendan para aspersiones de alta presión.
La bomba de diafragma accionada por palanca es más usada para aplicación
de herbicidas y típicamente es operada a presiones entre 100 y 300 K Pa (1 y 3
bar). Para mantener la presión de operación en la cámara la palanca debe ser
accionada regularmente (aproximadamente 30 brazadas/minuto), pero si se usa un
aguilón (boom) multiboquillas o una boquilla de alta entrega de líquido se debe
aumentar la frecuencia del bombeo. Se mantiene una presión constante dentro de
la cámara de presión mediante una válvula de escape de presión, que en algunas
mochilas se puede ajustar cuando se requieren presiones de aspersión
alternativas.
Otro tipo de asperjadora de mochila es la de compresión o neumática, en
la cual se presuriza el tanque con una bomba de aire antes de la aplicación. Se
deja un espacio de aproximadamente 25-35% de espacio de aire sobre el líquido y
la bomba de aire, a menudo, se acopla a la tapa. Las desventajas de este tipo
de aspersión incluyen: la caída de la presión en la medida que el líquido se va
distribuyendo y que se tiene que tener gran cuidado al desenrroscar la tapa
para aliviar la presión interna del tanque.
Selección de boquillas.
Las funciones de la boquilla son las de dividir el líquido en gótulas,
formar el patrón de aspersión y controlar el flujo del líquido. Las boquillas
pueden ser: de abanico (fan-jet), de cono y de inundación o de impacto
(flood-jet). Las boquillas de abanico y de inundación (flood-jet) son las más
usadas para aplicación de herbicidas. El patrón producido por una boquilla de
abanico tiene un borde ahusado (adelgazado) formado por el líquido al ser
forzado a través de un orificio elíptico (Fig. 1). La desintegración aleatoria
de la lámina de aspersión que surge del orificio de la boquilla produce un
amplio espectro de gótulas. Se obtiene una distribución uniforme cuando se usa
más de una boquilla, mediante el traslape o superposición de las bordes
adelgazados de las boquillas individuales.
El patrón no uniforme de la boquilla de abanico plano la hace inadecuada
para ser usada de forma independiente. Con asperjadoras accionadas manualmente,
a menudo se usan las boquillas de punta de "aspersión uniforme" (even
spray), las cuales producen una distribución uniforme del líquido a través de
su patrón de depósito. Este tipo de boquilla es especialmente adecuada para
aplicaciones en bandas. Las boquillas de inundación, también conocidas como
deflectoras o de yunque (flood-jet), poseen una aspersión plana de ángulo
ancho, que resulta de un chorro recto chocando sobre una superficie deflectora
(Fig. 1). Generalmente producen una aspersión gruesa con un depósito bastante
uniforme, y con un bajo riesgo de deriva. Estas boquillas están diseñadas para
trabajar a presiones bajas (100 K Pa) y solamente se pueden acoplar a
asperjadoras con válvula aliviadora de presión. Las boquillas de cono, usadas
con asperjadoras de mochila producen un patrón de depósito de aspersión de cono
hueco y generalmente son operadas a presiones más altas que las boquillas de
abanico plano o de tipo deflectoras (de inundación o flood-jet). Se usan
principalmente con fungicidas e insecticidas.
La calidad de la aspersión, o rango de tamaño de gotas, se hace más fina
en la medida que el tamaño del orificio de la boquilla de abanico se reduce, y
aumentan el ángulo de la boquilla y la presión de aplicación. Inversamente, la
calidad de la aspersión se hace más gruesa en la medida que se aumenta el
diámetro de orificio y se reducen el ángulo de la boquilla y la presión de
aplicación.
Los espectros de gótulas comúnmente se describen mediante el diámetro de
la mediana del volumen (DMV), calculado matemáticamente, que da un diámetro
único. Las boquillas se clasifican, de acuerdo con su calidad de aspersión
(DMV) en las categorías de "finas", "medias" y "gruesas"
para usos normales, y "muy finas" y "muy gruesas" para usos
especiales, por ejemplo, máquinas nebulizadoras y fertilizadoras,
respectivamente. En la Tabla 4 se muestran algunas características de
diferentes calidades de aspersión.
Tabla 4. Efectos de la calidad de la aspersión sobre la retención, la
deriva y el uso.
Calidad de aspersión
|
Tamaño de gota* m
|
Retención sobre superficies foliares difíciles de mojar
|
Usado para
|
Peligro de deriva
|
Fina
|
101-200
|
Buena
|
buen
cobertura
|
medio
|
Media
|
201-300
|
Buena
|
mayoría
de los productos
|
bajo
|
gruesa
|
>300
|
moderada
|
herbicidas
de suelo
|
muy
bajo
|
* diámetro de la mediana de volumen
de las gotas
Las boquillas se fabrican de bronce, plástico, acero inóxidable o
cerámica y este orden, de formas ascendente, refleja su costo y resistencia al
desgaste. El riesgo de tupiciones se reduce acoplando filtros de malla fina
(300 m de apertura) en el cuerpo de la boquilla. Estas se deben inspeccionar
regularmente por su desgaste y se deben sustituir al menos anualmente.
Las lanzas manuales incluyen un mecanismo de gatillo y un filtro
y, en algunos casos una pieza en forma de T, para acoplar una válvula de
presión, especialmente util en una asperjadora de compresión, que alerte al
operador cuando se produce una caída de la presión. En dependencia del uso
pretendido la lanza puede acoplarse a una sola boquilla o a un aguilón (boom)
portando tres o cuatro boquillas.
Calibración de asperjadoras de tipo
mochila.
Es imprescindible calibrar la asperjadora antes de usarla, usando agua
limpia como solución de aspersión. Se deben determinar tres factores básicos al
calibrar la asperjadora: la velocidad de traslado, el caudal de la boquilla
(según tipo y presión de aplicación) y el ancho de la estela.
La velocidad de traslado se debe determinar sobre una superficie con
vegetación similar a la que será tratada. Una velocidad típica de caminar
asperjando es de 1 m/seg o 3.5 kph. El caudal de la boquilla se debe determinar
recogiendo y midiendo el volumen de líquido de aspersión emitido en 1 minuto.
Cuando se usan asperjadoras accionadas por palanca, ésta se debe accionar
uniformemente, con brazadas completas, con el fin de mantener una presión lo
más uniforme posible. Sí tiene acoplada válvula de regulación de presión, ésta
se de colocar en un valor adecuado para la boquilla.
El ancho de estela es la distancia de
aspersión efectiva cubierta por la boquilla o aguilón (boom) acoplado. El ancho
de aspersión de una sola boquilla de abanico (fan-jet) es típicamente estrecha,
mientras que con una sola boquilla de inundación o deflectora (flood-jet) se
obtiene un ancho de estela mayor. Habiendo determinado el caudal de la boquilla
en litros/minuto, conociendo el ancho de estela y la velocidad de traslado, se
puede calcular el volumen de aplicación (o solución final) por unidad de área.
Caudal (1/min) = volumen de
aplicación (1/m2) estela (m) x velocidad(m/min)
|
Este valor se multiplida por 10 000
para obtener 1/ha.
Así, con un ancho de estela de 1 m,
una velocidad de traslado de 60 m/min y un caudal de boquilla de 0.6 1/min, el
volumen de aspersión por hectárea es:
0,61/m x 10,000= 1001/ha 1m x 60m/min
|
Si el volumen de aplicación (solución
final) es inadecuado, se pueden hacer ajustes pequeños variando la velocidad de
traslado y/o la presión. Ajustes mayores exigen cambio de boquillas.
Para calcular la cantidad de producto
comercial a echar en el tanque de la asperjadora, tome la dosis recomendada de
la etiqueta del producto (1/o kg/ha) y multiplique por el volumen del tanque de
la asperjadora (o por el volumen de aspersión necesario si es menor que un
tanque lleno). Este valor se divide entre el volumen de aplicación en 1/ha (ver
arriba),
Dosis(l o kg/ha) x volumen del tanque(litros) volumen de aplicación
|
Por ejemplo, si la dosis del
herbicida es de 2.5 1/ha de producto comercial, la capacidad del tanque es de
20 l y el volumen de aplicación es de 1001/ha, el volumen de producto comercial
a echar en el tanque es:
2.51/ha x 201 = 0.51 de producto comercial 1001/ha
|
Asi, se deben añadir 0.5 1 del
producto a 19.5 1 de agua en el tanque de la asperjadora. Muchas
recomendaciones de herbicidas se ofrecen en dosis de ingrediente activo por
hectarea. En los cálculos anteriores, se debe multiplicar la dosis de
ingrediente activo por:
100 (% de ingrediente activo
|
Para obtener el peso o volumen de
producto comercial requerido.
Mezclado de la solución de aspersión
y llenado de la asperjadora.
Los lugares de mezclado deben estar bien alejados de las vías o cuerpos
de agua y otras áreas ambientalmente sensibles.
ü Lea la etiqueta del
producto
ü Use ropa protectora
adecuada
ü Agite en envase del
producto solamente si así lo indica la etiqueta. Vierta y mida cuidadosamente
la cantidad calculada.
ü Llene el tanque de la asperjadora
hasta la mitad con agua limpia. Agregue el producto medido. Enjuague el
recipiente de medición y vierta éstos en el tanque. Ajuste la tapa de la
asperjadora y agite suavemente la asperjadora para mezclar su contenido. Retire
la tapa, rellene con agua hasta el nivel correcto y mezcle de nuevo.
ü Deseche los envases vacíos
con seguridad y, si es posible, devuélvalos a los suministradores.
Aspersión. Mantenga la lanza a la
altura correcta sobre el objetivo para lograr el ancho de estela requerida y un
depósito uniforme. Evite asperjar cuando la velocidad del viento esté por
encima de 6 kph, ya que la deriva puede ser un problema. Además, un aire muy
quieto y condiciones soleadas pueden producir corrientes de convección que
pueden causar deriva en direcciones inpredecibles. Se puede reducir la deriva
mediante una menor altura de las boquillas, menor presión y boquillas mayores.
El equipo de aplicación de disco
giratorio o de gótulas controladas crea una fuerza centrífuga que divide el
líquido en gótulas en la periferia del disco, que a menudo es aserrado para
mejorar la uniformidad de la formación de gotas. El disco a menudo es accionado
por un motor movido por baterías, pero algunos algunos son movidos por una
bomba de aire manual. El líquido es llevado y depositado sobre el disco por
gravedad y se aplican de 10 a 501/ha como una aspersión de media a gruesa. El
volumen bajo de líquido de aspersión es especialmente útil donde el suministro
o transporte del agua sea un problema. Otra ventaja del aplicador de disco
giratorio es que el caudal del flujo y la velocidad del disco determinan el
tamaño de las gótulas y, cuando se ajustan correctamente, los tamaños de las
gótulas quedan en un rango estrecho de tamaños, permitiendo minimizar la
deriva.
El mayor uso de los equipos de aplicación de disco giratorio o de
gótulas controladas ha sido para aplicación de insecticidas y fungicidas, con
tamaños de gótulas en el rango de 50 -150 m. Para herbicidas son comunes
tamaños mayores de gótulas, de 200 - 300 m are common.
El asperjado proveniente de disco giratorio es menos fácil de ver que el
de boquillas hidráulicas y se debe tener cuidado para evitar contaminar al
operador y para asperjar en el área objeto de la aplicación. Algunos modelos
son frágiles y la duración de las baterías y el mantenimiento han causado
problemas. Algunas formulaciones de herbicidas, hechas especialmente para
aplicación mediante discos, contienen un pigmento blanco, el dióxido de
titanio, que hace más visible el asperjado y su estela.
Otros tipos de equipos de aplicación.
Los equipos de aplicación de granulados están compuestos por una tolva,
un mecanismo de medición y un dispositivo de distribución. Para tratamientos
por manchones de las malezas se sostiene manualmente la tolva y el gatillo
permite que un pequeño volumen de gránulos caiga a través de un tubo rígido que
los descarga sobre las malezas. Para la aplicación de los granulados en bandas
el dispositivo medidor comúnmente consiste en un rotor acanalado o estriado
accionado por una rueda terrestre motriz. Los gránulos caen por gravedad en los
canales o estrías y se descargan a través de los tubos de distribución. Este
tipo de dispositivo se puede acoplar a una sembradora. Para distribución total
(al voleo, sobre todo el área) los gránulos se proyectan sobre una boquilla de
impacto y se dispersan mediante una corriente de aire producida por un
ventilador accionado por motor. Algunos herbicidas granulados se pueden aplicar
a mano.
"Frotadores",
"rodillos", "mechas" y "sogas" de malezas. En estos dispositivos una
solución moderadamente concentrada de herbicida alimenta una superficie
absorbente, la cual es frotada o rodada sobre la maleza objeto de control.
Solamente se trata un área limitada de la maleza, por lo que esta técnica
solamente se puede usar con herbicidas fácilmente translocables, como
glifosato.
El tratamiento puede ser selectivo donde las malezas sean más altas que
el cultivo. El traslado del ingrediente activo al objetivo es muy efectivo,
pero existen pocos herbicidas adecuados y limitadas situaciones cultivo/malezas
para esta técnica. Bajo condiciones de baja humedad los equipos de aplicación
tienden a secarse y también se contaminan con polvo y material vegetal que
limita su efectividad.
Una regadera podría ser el único equipo disponible para
aplicación de herbicidas en algunas fincas o predios pequeños, pero cuando se
le acopla una roseta fina se puede usar para aplicar herbicidas.
La calibración de estos equipos de aplicación lleva los mismos criterios
descritos para las asperjadoras de mochila, o sea, la velocidad de traslado, el
caudal del herbicida y el ancho de estela.
Aspersión segura. La mayoría de las técnicas de aplicación entregan solamente
una pequeña proporción del herbicida a la maleza objeto de la aplicación,
mientras que el resto queda disponible a especies no objeto de la aplicación,
que se encuentran en el medio y/o para contaminar las aguas superficiales o
subterráneas.
Para una aplicación segura y efectiva el operador de la asperjadora
(agricultor) debe aplicar la dosis adecuada de herbicida en el volumen de agua
adecuado, usando una correcta calidad de aspersión, en el momento óptimo. Para más información sobre todos los aspectos
de la tecnología de aplicación vea a Matthews (1992).
Por razones económicas y ambientales, los agricultores de países
industrializados están tratando de lograr un efectivo control de las malezas
con uso reducido de herbicidas. Algunas de las técnicas pueden ser aplicables,
si no se usan ya, al control de malezas en países en desarrollo.
Las dosis recomendadas en las etiquetas
se escogen para ofrecer una destrucción confiable de las malezas y selectividad
del cultivo bajo una amplia variedad de condiciones de suelo y clima y en un
rango de estadios de desarrollo. Sin embargo, la investigación y la experiencia
práctica demuestran que en estadios tempranos de desarrollo y bajo condiciones
adecuadas de suelo y de clima las dosis de muchos herbicidas se pueden reducir
hasta un 50% sin disminución en la eficacia (Kudsk 1989).
Cuando se trata una población mixta de malezas la dosis la determina la
especie menos susceptible. Metsulfuron controla Papaver rhoeas L. y Stellaria
media (L.) Cyr. al 10% de la dosis recomendada, pero se requiere la dosis
completa para Galium aparine L.. Fluoxypyr es especialmente efectivo
contra G. aparine y una mezcla de los dos herbicidas asegura el control
de un grupo de malezas a dosis muy bajas (Caseley et al, 1993).
La aplicación a manchones de malezas en lugar del tratamiento de campos
enteros permite considerables ahorros. Por ejemplo, los manchones de Cirsiun
arvense (L.) Scop. se pueden tratar con glifosato en trigo o cebada como un
tratamiento pre-cosecha.
Mochileros con lanzas manuales ofrecen un buen sistema para la
aplicación por manchones, ya que el operador puede seleccionar el objetivo.
La combinación la labranza mecánica con el tratamiento de herbicidas
puede reducir sustancialmente el uso de herbicidas. Esto se logra comunmente
mediante la aspersión en bandas sobre los surcos plantados y las labores de
cultivo mecánico del área entre surcos.
Después de las labranzas, las malezas desenraizadas o enterradas a menudo
desarrollan nuevas raíces o tallos, respectivamente, lo cual les permite
recuperarse. Esto es especialmente un problema bajo condiciones de suelo
húmedo. El pre-tratamiento con dosis sub-letales (1-20% de las recomendadas) de
herbicidas que inhiben el crecimiento, como las sulfonilureas, evita el nuevo
enraizamiento y la recuperación de las malezas que han sido cultivadas (Caseley
et al 1993). Este tipo de herbicida también se podría usar para regular
el crecimiento de plantas de cobertura del suelo con el fin de reducir la
competencia con el cultivo.
Desde
un punto vista puramente teórico, el uso de la carpa herbívora en el control de
malezas acuáticas es un atractivo alternativo, pero es muy cuestionable si se
debe recomendar para su uso al nivel del pequeño agricultor, ya que en la
mayoría de los casos su manejo será difícil.
Los usos prácticos de las malezas acuáticas, como actividad de apoyo en
el control de malezas, no parece ser factible en general, salvo que se utilicen
para compost o acolchado, y siempre que la distancia para su traslado no cree
problemas de transportación.
EVALUACIÓN DE RIESGO ECOLÓGICO DE CULTIVOS
RESISTENTES A HERBICIDAS Y LA NECESIDAD DE UNA METODOLOGÍA DE MONITOREO
El
uso de cultivos genéticamente modificados resistentes a herbicidas e insectos
aporta un número de beneficios al agricultor, particularmente en la economía
del coste de producción y mejoramiento sustancial del control de las malezas.
El uso de estos cultivos tiene una tendencia ascendente tanto en la agricultura
de varios países industrializados como aquellos en desarrollo, pero aun así no
dejan de existir determinadas preocupaciones alrededor de riesgos ecológicos
derivado de su uso, como el potencial de flujo de genes de los cultivos resistentes
(CR) a plantas silvestres emparentadas con la posibilidad de crear así malezas
más adaptadas y agresivas en agricultura; probabilidad de que plantas
espontáneas de los CR se conviertan en malezas en los cultivos subsiguientes o
en campos vecinos; y otros efectos adversos sobre organismos no objeto de
mejoramiento o control. A tales efectos, la FAO, con ayuda de un panel de
expertos, ha elaborado un procedimiento para poder evaluar los riesgos
ecológicos del uso de CR con un enfoque sobre el problema de las malezas, cuyos
objetivos y contenido se describe brevemente. Igualmente se enfatiza la
necesidad de una metodología de monitoreo de estos cultivos, ya que existen
fuentes importantes de variación dentro de los sistemas cultivables, que no son
factibles de reconocer a corto plazo. La metodología debe puntualizar aquello
que se debe observar con regularidad en cada caso. Se reconoce que el monitoreo
puede ser limitado en muchos casos, sobre todo en países en desarrollo, debido
a la escasa disponibilidad de personal para este propósito o de otros recursos,
pero es precisamente aquí en estas regiones donde más se necesita de este tipo
de evaluación regular.
Uno de los avances de los últimos tiempos en la agricultura resulta ser
el uso de los cultivos genéticamente modificados, los que en muchos casos
vienen dotados de resistencia sea a un organismo nocivo o algún agente químico,
lo que al final brinda la posibilidad de aumentar los rendimientos y de reducir
los costos de producción. La ingeniería genética ha igualmente facilitado el
desarrollo de cultivos con mejoras alimentarias en su contenido. En fin, el
desarrollo en este campo es ilimitado y podrá probablemente aportar aún mayores
beneficios.
La FAO (2000) reconoce que las inversiones en la investigación
biotecnológica tienden a concentrarse en el sector privado y a orientarse hacia
la agricultura en los países de ingresos más altos donde hay poder adquisitivo
para sus productos, por lo que se hace necesario ayudar a los países de menores
ingresos y recursos a beneficiarse de la investigación biotecnológica,
manteniendo a la vez su acceso a una diversidad de fuentes de material
genético, a la vez que propone una mayor financiación pública y un diálogo
entre los sectores público y privado. Igualmente se busca constantemente de
determinar los beneficios potenciales y los riesgos posibles asociados con la
aplicación de tecnologías modernas para incrementar la productividad y la
producción de plantas y animales. No obstante, los responsables de la
formulación de políticas en relación con estas tecnologías siguen siendo los
mismos gobiernos de los Estados Miembros.
A pesar de todos estos progresos reales, no deja de ser una preocupación
determinados riesgos potenciales, como pueden ser algunos de carácter
ecológico, entre ellos el flujo de genes de resistencia del cultivo modificado
a especies vegetales parientes del modificado, aparición de individuos
espontáneos de la planta modificada en cultivos subsiguientes e incremento de la
resistencia de determinadas especies producto del uso repetido y desmedido del
agente al cual el cultivo modificado ya viene dotado de resistencia.
En la mayoría de los casos la FAO (2005) se ha pronunciado por la
implementación de un sistema de evaluación de base científica que determine
objetivamente los beneficios y riesgos de cada organismo modificado
genéticamente. El proceso de evaluación deberá tener en cuenta la experiencia
adquirida por las autoridades nacionales de normalización al aprobar tales
productos.
Estado actual del uso de los cultivos
genéticamente modificados
(GM)
Durante
un período de nueve años (1996- 2004) se ha registrado un incremento del 47%
del área de estos cultivos (ISAAA 2004). Si en 1996 solo se cultivaban 1.7
millones de hectáreas, en la actualidad esa cifra supera los 81 millón de ha.
de cultivos GM.
Según
los registros del ISAAA, actualmente ya hay 6 países que superan el millón de
ha. con cultivos GM, entre los que se incluyen tres países latinoamericanos, a
saber Argentina (20% del total global), Brasil (6%) y Paraguay (2%), mientras
que hay otros ocho, cuyas áreas superan las 100 000 ha, donde de nuevo aparecen
otros dos países latinoamericanos, Uruguay (<1% del total global) y México
(<1%). En Europa donde el cultivo de estos materiales están sumamente
restringidos, encontramos que entre los dos países de mayor área con cultivos
GM está España (<1%) a un nivel muy similar al de los últimos países
latinoamericanos mencionados.
En
materia de tipo de cultivos, la soya ocupa el área mayor con 48.4 millón ha
(60% de área global) seguido del maíz con 19.3 millón ha (23%), el algodón con
15.5 millón ha y la canola con 4.3 millón ha. El 72 % de estos cultivos son
resistentes a herbicidas, lo que indica el enorme interés de estos materiales a
fin de mejorar el manejo de malezas. Un 19% corresponde a cultivos resistentes
a insectos, y el resto es de cultivos con combinación de resistencia a
herbicidas e insectos.
Toda
el área cultivada con cultivos GM representa un 5% del área total cultivada a
nivel mundial, lo que claramente indica el auge que van teniendo estos cultivos
y la necesidad de usarlos adecuadamente.
Metodología para evaluación de riesgos ecológicos
Mucho
antes que la FAO organizara su primera consulta técnica de expertos en efectos
ambientales de los cultivos genéticamente modificados (FAO, 2005), ya el área
de malezas había organizado una primera reunión técnica sobre beneficios y
riesgos de cultivos resistentes a cultivos transgénicos resistentes a
herbicidas (FAO, 1998), cuyas conclusiones fueron:
1. preparar guías para la regulación de la
introducción de los cultivos resistentes a herbicidas, incluyendo la evaluación
de riesgo y el monitoreo después de su liberación de uso.
2. promover la capacitación apropiada en este
campo para especialistas de las regiones de países en desarrollo, y países
emergentes de ser necesario.
Fue
a partir de esas recomendaciones que se inició un proceso de cooperación con el
Departamento de Malezas de la Universidad Agrícola de Dinamarca a fin de
elaborar los procedimientos para evaluar los riesgos ecológicos de los cultivos
resistentes a herbicidas e insectos con un enfoque en el problema de malezas
(FAO, 2004). Como se observa el proceso fue prolongado e incluyó consultas vía
correo electrónico con un buen número de especialistas, que incluyó
malezólogos, especialistas de protección vegetal, ecólogos y otros, además de
una reunión técnica en Dinamarca para discutir uno de los últimos borradores.
En
el procedimiento elaborado se expone claramente que la mayor preocupación del
uso de cultivos resistentes a herbicidas radica en:
ü el potencial de flujo de genes de los cultivos
resistentes (CRH/CRI) a plantas silvestres emparentadas con la posibilidad de
crear así malezas más adaptadas y agresivas en agricultura; o en el caso de los
CRI, ambos en el campo y en áreas naturales;
ü la posibilidad de que plantas espontáneas de
CRH/CRI se conviertan en malezas en los cultivos subsiguientes o en campos
vecinos;
ü efectos adversos sobre los procesos ecológicos
y sobre organismos no objeto de mejoramiento.
Este
procedimiento describe el proceso de identificación de los peligros ecológicos
asociados con la introducción de cultivos genéticamente modificados resistentes
a herbicidas (CRH) o resistentes a insectos (CRI) tales como aquellos que
llevan genes que codifican las endotoxinas de Bacillus thuringiensis y
constituye la primera etapa de la evaluación del riesgo. Además de aconsejar el
tipo de información técnica deba entregar el solicitante de un permiso a las
autoridades competentes en la materia en el país.
La
evaluación se hace en función de claves diseñadas para la evaluación de los
riesgos ecológicos basados en los escenarios relevantes más probables, como
pueden ser:
ü El CRH/CRI será liberado en un sistema
agrícola donde hay formas parentales silvestres o especies de malezas afines
compatibles.
ü El CRH/CRI será liberado en un sistema
agrícola donde hay un riesgo mínimo de flujo del gen a otras especies.
A partir de estos escenarios se derivaron las
siguientes claves:
Clave
1: Probabilidad de
que la capacidad competitiva de las plantas silvestres afines que existen en
áreas no perturbadas sea alterada por la hibridación con cultivos transgénicos
Clave
2: Probabilidad de
que se produzca un nuevo tipo de maleza en un área cultivable a través del
flujo de genes entre el cultivo transgénico y especies afines
Clave
3: Probabilidad de
contaminar a los cultivos o áreas no objeto de mejoramiento por medio de la
dispersión del polen, de la semilla o los propágulos
Clave
4: Probabilidad de
que el cultivo transgénico se convierta en un problema de plantas espontáneas
en áreas cultivables o áreas silvestres
Clave
5: Probabilidad de
incremento de la población de malezas resistentes a herbicidas
Siempre
que el cultivo GM no sea liberado en un área donde existan cultivos o
germoplasma a fin al mismo, las posibilidades de riesgo por flujo de genes se
reducen considerablemente. Sin embargo, hay escenarios no evaluados y donde
pueden estar ocurriendo problemas aún no vistos o evaluados como bien puede ser
el uso del arroz no transgénico resistente a inhibidores ALS a través de la
manipulación de recepción de un gen de otra planta por vía de mutagénesis
usando un mutágeno. Ese arroz dotado de resistencia puede ocasionar serios
problemas de ser cultivado continuamente en áreas, donde la maleza principal
sea el arroz maleza/rojo, que no es más que la misma especie del cultivo con hábitos
de maleza. La resistencia del arroz maleza se convertirá en un problema y su
solución es sencillamente la prevención cultivando el material modificado una
sola vez y rotado con otros cultivos u otros tipos de arroz.
Si el cultivo GM se usa en áreas donde no
existan parientes a adquirir resistencia, entonces el mayor fenómeno a que
debemos enfrentarnos será la resistencia a herbicidas, justamente lo que indica
la clave 5
De todas formas y tal como concluyera la última reunión de expertos sobre
efectos ambientales de los cultivos genéticamente modificados (FAO 2003), el
cultivo de estos materiales debe se considerado en un plano más amplio del
ecosistema para poder detectar los efectos sobre el ambiente y evaluarlos caso
por caso. Tampoco es un secreto que el conocimiento sobre los efectos de estos
cultivos es aún limitado por ser de reciente introducción y uso, por lo que el
registro y recopilación de datos es esencial para poder prever posibles efectos
a largo plazo y poderlos cuantificar.
Existen muchas incógnitas y solo la práctica
mostrará los efectos positivos y negativos.
La necesidad del monitoreo
La
reciente consulta de expertos sobre organismos genéticamente modificados y sus
efectos en el ambiente (FAO 2005) enfatizó que el uso de cultivos GM debe
poseer toda una tecnología de desarrollo, que incluya su evaluación previa
antes de su liberación así como el monitoreo de los posibles efectos no
posibles a evaluar en una temprana etapa de uso de estos cultivos.
El
monitoreo que se lleve a cabo debe reconocer que existen fuentes importantes de
variación dentro de los sistemas cultivables, además de puntualizar aquello que
se debe observar con regularidad en cada caso. Las capacidades para llevar a
cabo el monitoreo son limitadas en muchos casos, sobre todo en países en
desarrollo, pero es precisamente aquí donde pueden haber más preocupaciones por
el uso de estos materiales.
Lamentablemente
poca información escrita se publica en revistas científicas sobre los problemas
que ya se han derivado del uso de los cultivos resistentes a herbicidas. A
voces de determinados especialistas se dice que el sistema de manejo de malezas
se ha simplificado en extremo al utilizarse prácticamente un solo herbicida, lo
que aumenta la selección de presión sobre las malezas, lo que provoca cambios
de flora, por ejemplo, la aparición de Amaranthus tuberculatus, planta otrora
sin ninguna importancia en las áreas de maíz y soya de EE.UU., que ha logrado
predominar gracias a las prácticas imperantes de cero labranza, presencia
aumentada de Commelina asiatica y Eriochloa villosa, ambas tolerantes per se al
glifosato, y resistencia de Conyza canadensis al mismo herbicida. También se
han encontrado algunos biotipos de Chenopodium album y Ambrosia artemisifolia,
de los que se sospecha puedan ser igualmente resistente. A todo esto se suma
que hay problemas de extensas poblaciones de plantas GM espontáneas en los
cultivos subsiguientes, que requieren ser controladas con otros herbicidas. Más
aún la práctica del uso de los herbicidas en el llamado MidWest de los EE.UU.
muestra una carencia casi absoluta de semillas de plantas no GM (Owen,
comunicación personal, 2004). Todo esto indica que los problemas de resistencia
de herbicidas lejos de reducirse, aumentarán y su solución aconseja retomar el
uso de herbicidas otrora utilizados, así como prácticas de cultivo ya en
desuso. Es obvio que una reducción del uso de glifosato o de
glufosinato-amonio, según sea el caso, deberá también tener lugar.
Es
por esta razón que el monitoreo se impone por encima de cualquier otra
consideración de carácter contractual. Lo más importante en estos casos es:
ü Definir claramente los objetivos del monitoreo
en consulta con los extensionistas y agricultores.
ü Identificar los riesgos y beneficios a
evaluar.
ü Desarrollar una hipótesis sólida que sea
verificable fácilmente en campo con un número limitado de indicadores.
ü Garantizar su regularidad (que no es más que
la sostenibilidad del proceso).
ü Establecer los vínculos indispensables
investigación-extensión- sector productivo para su mejor desarrollo.
Estrategia de uso de herbicidas
Una
de las herramientas más comunes utilizadas para el control de malezas de ciclo
Otoño Inverno Primaverales es la utilización de Glifosato más Sulfonilureas
genéricas. La utilización de esta estrategia es cada vez menos efectiva y el
control de malezas de hoja ancha en cultivos como trigo o cebada se ve cada vez
más comprometido. Escapes de Viola y Rama Negra son cada campaña más frecuente
a pesar del uso de Sulfonilureas genéricas.
Por
otra parte, la campaña pasada se observaron nacimientos de Rama Negra hacia el
mes de septiembre en lotes que habían sido tratados con Metsulfurón Metil
genérico en el mes de Mayo, lo que generó problemas en el control de esta
maleza al momento de la siembra de soja.
En
este sentido Dupont Agro tiene en su portafolio de productos a FINESSE®, el herbicida que por sus principios activos
controla no solo malezas emergidas, sino aquellas que están por emerger y asegura
30 días más de residualidad que cualquier otro tratamiento en Barbecho Químico
con Sulfonilureas genérica. FINESSE® es una mezcla de Clorsulfurón mas
Metsulfurón Metil en una proporción muy baja, que brinda mejor espectro de
control de malezas de hoja ancha en trigo, pudiendo ser aplicado desde pre
emergencia hasta post emergencia con el cultivo en macollaje. Es también un
producto autorizado para ser utilizado en sojas STS, lo que brinda un excelente
espectro de control en barbechos químicos, en especial en el control de malezas
difíciles para el glifosato como la Rama Negra, Viola, Parietaria, etc.
La
eficiencia de control de FINESSE® por sobre las Sulfonilureas genéricas se ve
claramente en el tipo y cantidad de malezas presentes al momento de cosecha del
cultivo de trigo. Controles de malezas difíciles en trigo significan menos
problemas de control de las mismas en sojas de segunda al momento de su
implantación. Esto facilita el manejo de malezas en un cultivo donde es
fundamental ahorrar recursos hídricos para lograr maximizar rendimientos y
lograr rápidos desarrollos de plantas que cubran el surco con rapidez y
permitan interceptar en forma más eficiente la energía lumínica.
ü Las lluvias de mayo, indudablemente, dejaron
saldos positivos, tanto para los distintos cultivos agrícolas como para mejorar
el rico manto freático que posee la provincia de Ciego de Ávila.
Unas de las principales beneficiadas con el
régimen de precipitaciones, fueron las plantaciones de caña, que hoy por hoy
gozan de un excelente estado vegetativo, además de dejar una humedad residual
que favorece, también, las siembras que se realizan para garantizar la materia
prima que demandarán las venideras zafras.
No
obstante, esa bondad ha propiciado que, en la generalidad de las áreas
dedicadas al vital cultivo, haya una explosión en cuanto a los niveles de
enyerbamiento, favorecido por el atraso existente en el combate integral
(limpia manual, cultivo mecanizado y riego de herbicidas).
Hasta
mayo era muy marcado el retardo en el caso de la aplicación de productos
químicos, debido a la poca humedad existente en los suelos y a hacer mayor uso
del desbroce con guataca, con el fin de poder disponer de mayor cantidad de
herbicida en la etapa lluviosa, cuando es más efectivo.
Al
respecto, el ingeniero Carlos Alberto Martínez, jefe del Grupo de Caña en la
Empresa Azucarera de esta central provincia, precisó que para este mes se han
propuesto tratar químicamente unas 60 000 hectáreas de la gramínea, para lo
cual cuentan con los hombres, medios e insumos necesarios.
Agregó
que la priorizada tarea se ha discutido y coordinado en todas las unidades
productoras de la provincia, pues es decisivo lograr una buena participación de
todo el personal, tanto en esta como en el resto de las atenciones culturales,
para dejar las plantaciones limpias al término de este mes.
La
fuente puntualizó que la fertilización detrás del corte está a más del 85 por
ciento y se ha previsto concluir ese beneficio en junio, etapa en que está
programado, como un complemento, el tiro de Fitomas, un bioestimulante natural
derivado de la industria azucarera, a unas 12 000 hectáreas, que contribuye a
mejorar los rendimientos entre tres y cuatro toneladas por hectárea.
De
igual forma, hacen énfasis en el empleo eficiente de los equipos destinados al
cultivo mecanizado, y extreman las medidas para garantizar su incorporación en
aquellos lugares que la humedad lo permita.
Todas
las acciones están centradas en limpiar la mayor cantidad de las áreas en el
período que más lo necesitan. No se puede perder de vista que esta batalla,
junto a la siembra, es vital en la aspiración de alcanzar saldos superiores en
la venidera temporada de zafra.
La utilización de herbicidas en los cultivos de leguminosas en Jaén
Las
opciones de control de malashierbas dicotiledóneas o de hoja ancha se basan en
la utilización de herbicidas residuales, generalmente combinando dos materias
activas.
Por
el contrario, para el control de gramíneas se recurre habitualmente a herbicidas
de postemergencia, lo que permite tratar únicamente las parcelas o las zonas de
la parcela donde la densidad de malas hierbas es más elevada.
Los
herbicidas que se describen a continuación son los que se utilizan normalmente
en Jaen.
A:
Control de dicotiledóneas
Ø PENDIMETALINA
Herbicida residual, de acción radiculary de
contacto, registrado en leguminosas (pendimetalina 45,5%) y en guisante verde y
judía de grano (pendimetalina 33%) que se aplica en preemergencia del cultivo inmediatamente
después de la siembra y en presiembra, y en cualquier caso nunca cuando el cultivo
se encuentra en periodo de nascencia. También tiene acción sobre plántulas
recién nacidas.
Para un mejor control de las hierbas, es
preferible que la superficie se encuentre finamente preparada, sin tormos y sin
restos vegetales en superficie.
Necesita
que el suelo este húmedo, por lo que una precipitación o un riego breve
favorecen su eficacia.
Dosis: Generalmente se aplica acompañado de otro
producto para ampliar su espectro, principalmente sobre gramíneas. Cuando se
aplicasolo varía de 1300 a 2000 g de materiaactiva por ha, las más elevadas en suelos
pesados. Cuando acompaña a otros productos la dosis suele ser de 1000 g de
materia activa por ha.
DESCRIPCIÓN
DE LOS HERBICIDAS
La
situación actual de los tratamientos herbicidas en leguminosas es muy
complicada. Se disponen suficientes materias activas para controlar malas
hierbas de hoja estrecha, pero el control de especies de hoja ancha se basa en
muy pocos herbicidas, que tampoco se pueden utilizar en todos los cultivos de
leguminosas. En leguminosas grano se dispone de varias alternativas como
aclonifen, bentazona, pendimetalina e imazamox+pendimetalina (sólo guisante).
La autorización de una nueva formulación de pendimetalina (Stomp Aquacap) es
una nueva herramienta para todo el conjunto de leguminosas.
En general, no existen muchas posibilidades de elección por lo que es
fácil entender que mucha superficie no se trata con herbicidas.
JAÉN AGRARIO
Buena
eficacia contra Verónica hederifolia, Papaver rhoeas (ababol), Fumaria officinalis
y algunas dicotiledóneas de verano como Chenopodium album (cenizo) y
Amaranthus.
Su eficacia es media o irregular frente a
margaritas, crucíferas, Polygonum aviculare y P. convolvulus. También controla
Poa annua.
Ø LINURON
Herbicida residual de absorción radicular para
aplicación en pre-emergencia del cultivo. Se deberán observar las condiciones de
suelo para herbicidas radiculares descritas en el apartado de pendimetalina. No
se aconseja su aplicación en suelos arenosos cuando el contenido en materia
orgánica es muy bajo.
Dosis: Se comercializa del 45% y 50% y esta
autorizado en guisantes y habas verdes y judías para grano a la dosis máxima de
1l/ha.
Al limitarse la dosis máxima a 1 l/ha, se
ve reducida la eficacia contra las malas hierbas que tenía reconocida.
Los mejores controles se obtienen sobre compuestas (margaritas),
crucíferas (láginas), ababoles y cenizos entre otras, sin embargo, no es
suficientemente eficaz para otras malas hierbas habituales en estos cultivos en
nuestra zona (Fumaria officinalis, Veronica hederifolia, etc). Para ampliar el
espectro también puede ser utilizado en un programa de desherbaje con otros herbicidas.
Se
trata de un producto categoría T (tóxico), además es carcinogénico categoría 3,
es tóxico para la reproducción categoría 3 y tóxico para la reproducción
categoría 2 que lleva asociadas las frases de riesgo R40, R43, R61 y R62 entre
otras dependiendo de los formulados.
Ø ACLONIFEN
(CHALLENGE)
Herbicida residual de acción radicular y de contacto que actúa sobre las
semillas en germinación y sobre partes aéreas jóvenes de las malashierbas. Se
aplica preferentementeen preemergencia del cultivo aunque también es posible aplicarlo
en postemergencia en algunas especies.
Una
vez aplicado forma una capa en el suelo que debe ser atravesada por las malas
hierbas al nacer por lo que es muy importante no dar labores o pasar un rulo
que destruya esa capa para no reducir la eficacia. Mejor eficacia al aplicarlo
sobre suelo húmedo y finamente preparado, sin tormos.
Dosis: de 2’5 a 4’5 l/ha en preemergencia. En
post-emergencia precoz de 1,25 a 1,5 l/ha. Presenta una buena eficacia sobre crucíferas,
sobre todo Capsella bursa-pastoris y Sinapis arvensis. También se obtienen
buenos resultados contra Stellaria media, mejor en las aplicaciones de
pre-emergencia. Debe ser complementado con otro herbicida para ampliar el
espectro de control. En post emergencia es fitotóxico en cultivos como habas y
judías que se acentúa si la temperatura es baja.
En el caso de habas el cultivo se recupera, excepto en los casos de
temperaturas muy bajas, aunque puede penalizar el rendimiento.
Ø IMAZAMOX
(PULSAR)
Herbicida residual de absorción radicular y
foliar con acción sistémica. Se deberán observar las condiciones de suelo para
herbicidas radiculares descritas en el apartado dependimetalina.
Dosis: En alfalfa se aplica en postemergencia a
partir de la 4ª hoja en el año de la siembra a 1,25 l/ha. Asociado con
pendimetalina (Mutual) se aplica en pre-emergencia en guisante a 3-4 l/ha.
Es
una materia activa eficaz contra crucíferas, Veronica hederifolia, Fumaria
officinalis y Polygonum aviculare. La eficacia sobre Stellaria media es buena
pero irregular.
En
alfalfa está autorizado en el primer año de implantación. En guisante la
combinación con pendimetalina, resulta muy interesante por su amplio espectro
de control, incluidas algunas especies de gramíneas.
Mutual
está clasificado en la categoría NT (tóxico), es tóxico para la reproducción
categoría 2 y lleva asociadas las frases de riesgo R43 y R61 entre otras.
Ø BENTAZONA
(BASAGRAN)
Herbicida no residual, de acción foliar por
contacto para aplicaciones de post-emergencia de las malas hierbas. Para
obtener buena eficacia se debe tratar sobre malas hierbas poco desarrolladas
(hasta 6 hojas), en crecimiento activo y con alta humedad en el ambiente (HR
>60%). Lluvias que ocurran 4 horas después de la aplicación no afectan a la
eficacia.
Para
evitar daños se aplicará sobre cultivos en buen estado vegetativo, evitando periodos
de heladas, temperaturas superiores a 25 ºC o fuerte amplitud térmica.
Dosis: En función de la especie, su densidad y su
grado de desarrollo se utilizarán dosis de 1,5 - 2 l/ha de formulados con 48%
de riqueza. Controla crucíferas (láginas) y Stellaria media pero no es eficaz
contra Fumaria officinalis, Papaver rhoeas (ababol) ni Veronica hederifolia. Es
eficaz contra dicotiledóneas de verano como Amaranthus y Solanum nigrum
(tomatito) pero no es suficientemente eficaz contra Polygonum aviculare ni
tampoco contra Fallopia (Polygonum) convolvulus si está desarrollado.
B:Control de monocotiledóneas
Aunque
los herbicidas comentados en el apartado anterior tienen cierto control de
gramíneas, Poa annua principalmente y también de Alopecurus myosuroides (cola
de zorra) o Lolium rigidum (vallico, lluejo) y rebrotes de cereal, cuando la
densidad es elevada, es necesario recurrir a aplicaciones de post emergencia con
cualquiera de los antigramíneos autorizados en el cultivo.
Ø GRUPO
DE HERBICIDAS FOP O DIM
Engloba
a las siguientes materias activas actualmente registradas en España, cicloxidim
(Focus ultra), cletodim (Centurion Plus y Select,), tepraloxidim (Aramo),
diclofop (Iloxan y otros más), fluazifop-p-butil (Fusilade Max), propaquizafop (Agil),
quizalofop-p-etil (Nervure súper, Master D y otros) y quizalofopp- tefuril
(Panarex).
Se
trata de productos de absorciónfoliar con acción sistémica que carecen de
actividad residual destacable por lo que se aplicarán cuando se considere que
la mayor parte de las malas hierbas ya han emergido.
Pueden
aplicarse en tiempo frío, mejor si no llegan a producirse heladas. Sin embargo
es condición necesaria para todos ellos que haya humedad en el suelo, que la
humedad relativa del aire supere 60% durante y después de la aplicación, y que
las plantas se encuentren enperiodo de crecimiento activo. De esta forma se facilita
la absorción del producto y se gana en eficacia.
No
deben aplicarse cuando el cultivo esta sometido a condiciones de estrés (hielos
continuados, periodo de sequía, contrastes térmicos importantes entre día y
noche) porque pueden producir fitotoxicidad. Generalmente lluvias que ocurren
una hora después de la aplicación no afectan a la eficacia del tratamiento.
La
dosis debe modularse en funcióndel estado de la mala hierba, su densidad, las
condiciones climáticas antes comentadas y puede reducirse al añadir un aceite
parafínico. Son eficaces contra la mayoría de las especies gramíneas, incluidos
rebrotes de cereal. Sólo cletodim tiene eficacia sobre Poa annua (mejor en
estados precoces de desarrollo). No son eficaces contra Vulpia sp.
En
las parcelas donde se sospeche que la población de vallico (Lolium rigidum) u
otras gramíneas es resistente a los herbicidas del grupo A que se aplican
habitualmente en los cereales, debe tenerse en cuenta que se trata del mismo
grupo de herbicidas y por tanto tampoco resultarán eficaces, sino que se
utilizarán los que se describen a continuación.
Ø PROPIZAMIDA
(KERB)
Herbicida
muy residual, de absorción radicular y acción sistémica. Debe aplicarse en
pre-emergencia de malas hierbas o cuando están poco desarrolladas.
Mejora
la eficacia cuando se produce una lluvia después de la aplicación. Su uso se
recomienda en otoño o invierno y puede aplicarse cuando el suelo está helado
Dosis: Se aplican 700 g de materia activa/ha en
cultivo de alfalfa durante la parada invernal.
Eficaz
contra la mayoría de las gramíneas incluida Poa annua, también tiene acción
interesante contra algunas dicotiledóneas como Papaverrhoeas (ababol),
Stellaria mediay Veronica hederifolia.
Ø METRIBUZINA
(VARIOS)
Herbicida residual de absorción principalmente
radicular y en menor medida foliar, con acción sistémica.
En
alfalfa se aplica cuando el cultivo tiene más de dos años, en reposo invernal y
con hierbas poco desarrolladas.
Dosis: 0,75 kg/ha. Eficaz sobre numerosas hierbas de
hoja ancha como ababol, crucíferas (floridas y otras), Fumaria officinalis,
compuestas (margaritas), Veronica officinalis, Amaranthus sep (bledos),
Chenopodium sp (cenizos) y también sobre gramíneas como Alopecurus myosuroides (cola
de zorra), Lolium rigidum (vallico o lluejo) y Poa annua.
Ø CARBETAMIDA
(LEGURAME PM)
Herbicida residual de absorción radicular principalmente
y foliar en menor medida. Para una buena eficacia debe aplicarse sobre suelo
húmedo y con humedad ambiental elevada.
Se debe
aplicar en preemergencia de las malas hierbas o en postemergencia precoz.
Utilizable en cultivos de alfalfa de más de 2 años en el periodo de parada
invernal.
Dosis: 2,5 a 4 kg/ha para el control de gramíneas
anuales, incluida Poa annua.
Ø ASULAM
(ASULOX)
Es
un herbicida sistémico que seabsorbe tanto por raíces como porhojas. Controla
hierbas en pre y post emergencia. No se podrá utilizar después del 31 de
diciembre de 2012. En alfalfa se aplica con el cultivo ya establecido a la
dosis de 6 l/ha.
Su
efecto es más rápido con temperaturas elevadas pero no es recomendable su
empleo en condiciones secas y muy calurosas. Eficaz contra dicotiledóneas
principalmente, es un herbicida interesante para el control de Rumex sp
(tabaquera).
Ø BENFLURALINA
(QUILAN)
Herbicida residual de absorción radicular y acción por contacto sobre las
semillas de malas hierbas inmediatamente de iniciada su germinación.
De aplicación en presiembra con incorporación inmediata para evitar su
volatilización. Debido a su persistencia puede ser aplicado varias semanas
antes de la siembra.
No se recomienda su aplicación en suelos con un contenido en materia orgánica
muy elevado. No se sembrarán cultivos de gramíneas hasta pasados un mínimo de 6
meses a 1 año según la cantidad precipitada.
Registrado
en alfalfa a la dosis de 6,5 - 9,5 l/ha y en lenteja a 5,5 l/ha. Eficaz contra
muchas gramíneas, incluida Poa annua, también eficaz contra dicotiledóneas como
Chenopodium album, Papaver rhoeas, Polygonum convolvulus y Stellaria media. Su
control es insuficiente contra Fumaria officinalis y Veronica hederifolia.
Ø CLOMAZONA
(COMMAND)
Es un herbicida autorizado en guisante y judía verdes a una dosis máxima
de 0,25 l/ha. Es sistémico y actúa por contacto en pre-emergencia de las malas
hierbas.
Es interesante utilizarlo como complemento a
otros herbicidas que no controlen algunas hierbas como compuestas, Capsella
bursa-pastoris y Stellaria media.
FUTURO
JAEN
AGRARIO
En el Perú existen más herbicidas para estos cultivos, y de hecho en Jaénexisten
registradas 20 materias activas para su uso en guisante proteaginoso, bien para
siembras de invierno o de primavera. La nueva reglamentación peruana habilita
la figura de “reconocimiento mutuo” para facilitar el registro de un producto en
una provincia cuando ese producto ya lo está en otra provincia comunitaria con una
climatología parecida. Es de suponer que por este mecanismo puedan autorizarse
nuevas materias activas para su uso en leguminosas en Jaén.
En los apartados anteriores, se han detallado aquellos productos con una
toxicología relevante (tóxicos) o con aspectos peligrosos referentes a carcinogénesis,
mutagénesis o tóxicos para la reproducción (CMR) que llevan asociadas algunas de
las siguientes frases de riesgo R40, R43, R61, R62, R63 y R68. La trasposición de
la Directiva
En
el 2009/128/CE de uso sostenible de los
fitosanitarios a la legislación española, prevé la restricción de mezclas de
fitosanitarios atendiendo a su toxicología y a la presencia de ciertas frases
de riesgo.
Para
un control de malas hierbas eficaz, es necesario integrar todas las herramientas
existentes, apoyándose principalmente en las técnicas culturales.
►ROTACIONES:
La presencia de malas
hierbas en una parcela no es una casualidad, sino que es el reflejo del manejo
que se ha realizado en ella durante muchos años. Por eso el control de la flora
arvense, debe contemplarse en el conjunto de la rotación y utilizar los herbicidas
adecuados en cada cultivo, sopesando la incidencia de las malas hierbas en ese
cultivo y en los cultivos siguientes. Si se prevé la incorporación a la
rotación de cultivos como las leguminosas e incluso la colza, con escasa
posibilidades de empleo de herbicidas eficaces contra la flora presente, se
deberá hacer hincapié en algunas especies los años que se siembran de cereal,
puesto que existen productos mucho más eficaces para el control de malas
hierbas y especialmente de dicotiledóneas.
►FECHA DE SIEMBRA: Generalmente las siembras del principio del
otoño presentan mayores infestaciones de malas hierbas. Una buena opción
consiste en realizar la preparación del terreno para la siembra en las fechas
habituales y retrasarla unos días para eliminar las hierbas nacidas con un
laboreo previo a la siembra. Cuanto mayor sea el retraso, mejor será la
eficaciaobtenida.
►INTERCULTIVO: Entendiendo como tal el periodo que va desde
la cosecha hasta la siembra del cultivo siguiente, es una época apropiada para
favorecer la germinación de las semillas que se encuentran en la parcela y
eliminarlas bien por métodos mecánicos o con herbicidas no residuales aplicados
en presiembra. Esta técnica, consistente en realizar cualquier laboreo muy
superficial inmediatamente después de la cosecha para poner las semillas en
condiciones de germinar, aunque solo será eficaz si se producen lluvias en ese
periodo.
►BARBECHO:
Como un periodo intercultivo
de más de un año de duración es un gran momento para gestionar la flora en la
parcela, laboreando en su momento y destruyendo las malas hierbas siempre antes
de que lleguen a producir semillas. Por el contrario, un año de barbecho donde
se permite la producción de semillas de malas hierbas, puede infestar la
parcela para muchos años.
► LABOREO: Especies vivaces con órganos de reserva
subterráneos como los cardos, presentan muchas dificultades para su control en el
cultivo de leguminosas. En casos de graves infestaciones necesitan un laboreo
profundo, mejor con vertedera, para desenterrar los rizomas.
El laboreo con volteo es una buena herramienta para controlar especies
de semillas de vida corta como Bromus sp y Lolium rigidum que no germinan
cuando están profundas. Por el contrario, siembras directas o laboreos sin
volteo no sacan a la superficie las semillas de las capas profundas y permite
controlar especies de semilla de vida larga como Avena sp. y Papaver rhoeas
(ababol).
En la Tablla 3 se presenta la frecuenciade aparición de
diferentesespecies según el laboreo utilizadoen el cultivo. En rojo las
especies que se ven favorecidas, y por lo tanto aumentan con ese tipo de
laboreo. En verde las especies que se ven perjudicadas por ese laboreo, y por
tanto disminuyen.
► DESHIERBE MECANICO: Una vez nacido el cultivo y las malas hierbas,
se puede recurrir a deshierbes mecánicos. Es el caso de la bina o escarda entre
líneas para cultivos que se siembren a la distancia suficiente que permita el paso
del apero. En los cultivos con líneas de siembra muy juntas, se puede realizar
la escarda con una grada de varillas flexibles.
En ensayos realizados en Jaén entre 1990 y 1998 se obtuvo una eficacia
con una grada de varillas flexibles en un cultivo de cereal contra crucíferas
(Sinapis arvensis y Diplotaxis erucoides) que osciló entre el 65% y 95% con una
media en 74%.
Con la misma metodología se obtuvieron eficacias
contra ababol (Papaver rhoeas) entre 66% y 91% con una media en 83%. Los
cultivos de leguminosas también pueden desherbarse con este apero, aunque
sufren mayor daño por rotura de las hojas y plantas.
1. MÉTODOS DE CONTROL DE LAS MALAS HIERBAS
1.1. Métodos preventivos.
Los
métodos preventivos tratan de evitar que nuevas semillas de malas hierbas
lleguen a introducirse en un cierto campo o región. Los más importantes son:
a)
Limpieza de semilla:
En las siembras o plantones no deben existir semillas o brotes de malas
hierbas.
b)
Limpieza de maquinaria:
Es conveniente emplear máquinas limpias para las labores de establecimientos de
cultivo o para su recolección, especialmente si proceden de campos infectados
de malas hierbas.
c)
Limpieza de márgenes:
Las zonas próximas a los campos de cultivo (bordes de caminos, vías férreas,
lindes de campos, etc) constituyen una fuente permanente de semillas de malas hierbas.
Es por ello importante impedir que, las plantas presentes en estas zonas,
lleguen a producir semillas y a introducirse en los sembrados.
1.2 Métodos culturales.
a)
Rotaciones de cultivos:
Cuanto más diferentes sean los cultivos utilizados en la rotación, bien sea por
sus fechas de siembra, por sus características biológicas o por las prácticas agronómicas
asociadas a dichos cultivos, menores oportunidades existen de que una especie
llegue a constituirse en problema.
b)
Empleo de cultivos competitivos: En general, las variedades que poseen un
desarrollo rápido y vigoroso, una elevada altura o un follaje espeso, son
mejores competidoras que variedades de talla baja y escaso vigor.
1.3. Métodos mecánicos.
a) Laboreo: Una de las razones que
justifican el uso del laboreo es su acción destructiva sobre las malas hierbas.
Los efectos causados por las operaciones de laboreo pueden ser muy variables
dependiendo del tipo de apero, del tipo de malas hierbas presentes y de las condiciones
y momento en las que se ejecuta la operación.
b)
Siega: Es uno de los métodos más apropiados para el
control de las malas hierbas. Es conveniente realizarla antes de que las malas
hierbas lleguen a alcanzar demasiado desarrollo. De esta forma, no solo se
reducen los perjuicios inmediatos causados por estas plantas, sino que además
se evita que las especies anuales lleguen a reproducirse.
Aunque la mayoría de las especies se vean
perjudicadas por esta práctica, las especies más rastreras y diversas perennes
se ven favorecidas por estas operaciones, Esta diferencia de comportamiento
puede ser de interés en los casos en los que por razones del sistema, o de
control de la erosión, se necesita detener las malas hierbas mas nocivas, manteniendo
una cierta cobertura vegetal.
Ilustración 2 Equipo
para la siega mecánica de la cubierta vegetal.
c)
Escarda manual:
Este método es
tan antiguo como la agricultura misma, y se emplea sobre todo en pequeñas
explotaciones de pequeño tamaño, donde la mano de obra es abundante y barata.
Este método puede ser de interés en las grandes explotaciones, cuando las malas
hierbas son de una gran novicidad, o sólo se encuentren algunas plantas dispersas
por el campo. En cualquiera de los casos, este método se utiliza como un componente
de programas de reducción o erradicación, constituyendo un valioso complemento
de los tratamientos herbicidas o de las escardas mecánicas.
d)
Cubiertas:
La colocación de
bandas de plástico negro entre las líneas de cultivo es una manera eficaz de
controlar las malas hierbas en cultivos de alta rentabilidad. Esto impide que
penetre la luz y así previene el desarrollo de las especies anuales, aunque las
especies perennes son capaces de continuar su crecimiento, a pesar de la
presencia de las cubiertas. Una forma diferente de usar las cubiertas de
plástico es la solarización, que consiste en la colocación de una lámina de
plástico transparente sobre la superficie de un suelo húmedo durante varias
semanas o meses en el periodo estival. Esto hace que se alcancen elevadas
temperaturas bajo la cubierta, que junto con las altas humedades, destruyen los
propágalos de numerosas enfermedades y malas hierbas.
3.4.- Métodos biológicos.
Este método consiste en introducir
artificialmente especies de insectos o patógenos que no se encontraban
previamente en la zona y que son capaces de atacar a determinadas especies de
malas hierbas. Estas especies son capaces de multiplicarse, persistir y
diseminarse dentro del área, no siendo necesario realizar nuevas sueltas en
varios años. Los métodos clásicos de control biológico no suelen ser eficaces
en cultivos anuales y con gran inestabilidad causada por las repetidas labores,
tratamientos fitosanitarios y otros factores. Además, la efectividad de estos
tratamientos exige la presencia de
condiciones de elevada humedad ambiental en el momento de su aplicación, por lo
que se ve limitado en zonas de clima semiárido.
3.5.- Métodos químicos.
El uso de herbicidas tuvo un impulso
importante tras el descubrimiento del 2,4-D, que controló selectivamente por
primera vez las especies dicotiledóneas en cereales. Posteriores
descubrimientos de otros productos ampliaron el espectro de cultivos en que
utilizarlos y de malas hierbas a controlar.
Con estos productos se puede reducir y
eliminar el laboreo, lo que produce un efecto beneficioso, porque reduce la
erosión del suelo y mejora la conservación de humedad edáfica. Por otro lado,
se eliminan las malas hierbas desde su primera fase de desarrollo. El uso de
herbicidas exige un cuidado especial en
su aplicación. Requiere un equipo adecuado de pulverización, calibrarlo adecuadamente,
calcular correctamente la dosis a aplicar y eliminar las deficiencias que
surjan en el equipo durante el tratamiento. En caso contrario, se puede
producir efectos muy negativos debido a la aplicación del herbicida, como daños
sobre el cultivo o residuos persistentes en el mismo.
4.- RIESGOS EN EL MANEJO DE HERBICIDAS.
a)
Erosión: La
aplicación masiva de herbicida puede eliminar completamente la cubierta
vegetal.
Esto puede provocar la erosión del suelo por
el agua que es uno de los problemas más importantes de la olivicultura
española. El olivar es uno de los cultivos en los que las pérdidas de suelo son
mayores, muy superiores a las observadas en zona de pastizal o matorral.
Según recientes evaluaciones oficiales, más de
80 toneladas de suelo por hectárea se pierden anualmente en los olivares
andaluces, que son aún mayores en parcelas con fuertes pendientes, pérdidas que
superan con creces la capacidad anual de regeneración del suelo.
Por otro lado, la erosión no sólo causa
pérdidas en la fertilidad de los suelos, sino que da lugar a contaminación de
las aguas superficiales con residuos de fertilizantes y productos fitosanitarios,
así como a pérdidas económicas importantes debido a cortes de carreteras, colmatación
de embalses, etc.
b)
Residuos en productos vegetal y persistencia: La
incorrecta aplicación de herbicidas puede suponer la aparición de niveles de
residuos de herbicidas en los frutos o rectos de cultivos potencialmente
peligrosos para la salud humana. Esto se debe en gran parte a la elevada concentración
con la que se aplican los herbicidas y al escaso periodo de tiempo que separa la
aplicación de los mismos con la recolección y consumo de los frutos.
c)
Lixiviación de herbicidas: La
lixiviación o movimiento vertical de los herbicidas en el suelo afecta en gran
medida a su actividad. Así, si un herbicida no es móvil en el suelo, puede requerir
incorporación mecánica para llegar a distribuirse en la capa más superficial y
ser activo. Si por el contrario un herbicida muestra una elevada movilidad
puede profundizar más allá de la zona de germinación de la mayoría de las malas
hierbas y no ser activo, o incluso dañar a cultivos cuyas semillas muchas veces
se siembran en capas más profundas.
d)
Riesgos personales:
Los herbicidas
son útiles porque interfieren en el desarrollo vegetal de las malas hierbas,
pero también pueden ser tóxicos para las personas que los manejan sin suficientes
precauciones. La experiencia indica que la mayoría de los accidentes con estos productos
tienen lugar cuando son utilizados por personal inexperto, o con excesiva
confianza, desatendiendo las precauciones básicas, o al final de una larga
temporada de pulverización, ya que los trabajadores han sido expuestos
repetidamente a estos productos.
Las precauciones para evitar los riesgos
anteriormente citados deben ser las siguientes:
d.1.)
Precauciones durante el vertido y mezcla; El
vertido y la mezcla constituyen las dos operaciones de más riesgo, pues en las
mismas se está expuesto al contacto con elevados volúmenes de estos productos
en su estado más concentrado.
d.2.)
Empleo de vestuario adecuado; Para
evitar el contacto con la piel y la inhalación de vapores es necesario que el
aplicador utilice diversas prendas de protección (mono de trabajo, guantes y
botas de goma ó plástico, caretas antiguas y gorras).
d.3.)
Precauciones durante la aplicación; Durante el proceso de aplicación de herbicidas
es preciso tratar de minimizar el contacto con la nube de pulverización o con
la solución herbicida. Para remediarlo es necesario además del uso de vestuario
adecuado, evitar una serie de acciones que pueden favorecer este contacto, como
comer, beber ó fumar.
d.4.)
Precauciones posteriores a la aplicación; Una
vez finalizada la aplicación de herbicidas, la solución remanente en el tanque
deberá ser pulverizada en campos baldíos o áreas marginales. Nunca se deben
verter residuos en el suelo ni en cursos de aguas, ya que pueden producir
graves problemas de contaminación. Posteriormente el equipo de pulverización, la
ropa y el propio aplicador deberán lavarse convenientemente.
Ilustración 5
Equipos para aplicación de herbicidas
Capítulo III:
CONCLUSIONES
ü El proceso de registro va
dirigido a asegurar que los herbicidas, usados de acuerdo a las instrucciones
de las etiquetas, sean relativamente seguros para el usuario, para los
organismos no objeto de la aplicación y para el medio ambiente. Sin embargo,
todos los herbicidas son venenosos en alguna medida y tienen que ser
almacenados, manipulados y usados cuidadosamente. Para más información vea el
"Código Internacional de Conducta sobre la Distribución y Uso de
Plaguicidas", FAO, Roma.
ü La agricultura de bajos insumos está
usualmente relacionada con los pequeños agricultores, los que poseen limitados
fondos. En lo que se refiere al manejo de malezas acuáticas en la agricultura
de bajos insumos, se debe observar que los pequeños agricultores no son
generalmente responsables de las operaciones de irrigación y drenaje de grandes
canales o del manejo de embalses. En la mayoría de los países estos grandes
cuerpos acuáticos son administrados por autoridades gubernamentales. Es por eso
que los problemas de malezas acuáticas abordados en el contexto de esta
información principalmente se refieren a pequeños canales y embalses.
ü Para mantener los pequeños cursos de agua
libres de malezas, puede ser útil plantar árboles a lo largo de las orillas.
Generalmente, una disminución de la intensidad de luz marcadamente reduce el
crecimiento de las malezas. Se debe también evitar el arrojo de desechos y de
aguas de albañal en el agua del embalse, ya que esto conduce a la eutrofícación
(aumento de nutrientes en el agua) y el estímulo subsiguiente del crecimiento
de las malezas. Si una densa vegetación está en desarrollo, se recomienda el uso
de herramientas manuales para extraer las malezas del agua.
ü En lo concerniente al control biológico, sería
muy ventajoso introducir los insectos específicos, ya disponibles, en áreas
afectadas por el jacinto de agua y la salvinia. La maleza caimán puede ser
también controlada con el uso de insectos, pero con la excepción de EE.UU. y
Australia, esta maleza no es un gran problema. Existen otros agentes biológicos
para el control de otras plantas acuáticas, pero desde un punto de vista
práctico tales especies aún no son importantes como plagas.
ü El proceso de registro va dirigido a asegurar
que los herbicidas, usados de acuerdo a las instrucciones de las etiquetas,
sean relativamente seguros para el usuario, para los organismos no objeto de la
aplicación y para el medio ambiente. Sin embargo, todos los herbicidas son
venenosos en alguna medida y tienen que ser almacenados, manipulados y usados
cuidadosamente. Para más información vea el "Código Internacional de
Conducta sobre la Distribución y Uso de Plaguicidas".
RECOMENDACIONES:
ü En la
actualidad las mochilas ya suelen venir con una lanza en la cual se puede
seleccionar la opción que necesitamos para localizar el producto en una
determinada zona o para que abarque una superficie más grande. Si nuestra
mochila no cuenta con este accesorio podemos idear una solución casera y
sencilla, simplemente debemos cortar la parte superior de una botella de
plástico y colocarla en la punta de la lanza como si fuera un embudo, de esta
manera es más fácil dirigir el herbicida a un lugar específico
ü
También podemos preparar el producto y colocarlo
dentro de un rociador de los comunes, y rociar la planta o maleza que se desea
eliminar. De esta manera esteremos seguros de no afectar ninguna otra planta.
ü
Otro factor importante a tener en cuenta, es aplicar
el herbicida en un día sin viento, ya que al aplicarlo, hasta la menor brisa,
hará que el producto se esparza hacia lugares que no queremos afectar con el
herbicida.
ü
Si el pronóstico o el cielo anuncia lluvia, conviene
dejar la aplicación del herbicida para otro momento, ya que el agua de la
lluvia arrastraría el producto y no surtiría el efecto esperado.
ü
Siempre se debe preparar el producto siguiendo las
indicaciones específicas del envase para lograr un buen resultado.
BIBLIOGRAFÍA
1. Lawrence J. Blus, Charles J. Henny, "FIELD STUDIES ON PESTICIDES
AND BIRDS: UNEXPECTED AND UNIQUE RELATIONS", Ecological Applications,
Vol. 7, No. 4, pp. 1125-1132.
2. ↑ D. S. MacKinnon and B. Freedman,
"Effects of Silvicultural Use of the Herbicide Glyphosate on Breeding
Birds of Regenerating Clearcuts in Nova Scotia, Canada", Journal of
Applied Ecology, Vol. 30, No. 3 (1993), pp. 395-406.
3. ↑ C.S. Robbins, B.A. Dowell, D.K. Dawson, J.A.
Colon, R. Estrada, A. Sutton, R. Sutton, D. Weyer, "Comparison of Neotropical
migrant landbird populations wintering in tropical forest, isolated forest
fragments, and agricultural habitats."
2.
Buckingham G.R., D. Boucias y R.F.
Theriot 1983. Reintroduction of the alligatorweed flea beetle (Agasicles
hygrophila Selman and Vogt) into the United States from Argentina. Journal of
Aquatic Plant Management 21: 101-102.
3.
Denny P. (Ed.) 1985.The ecology and
management of African wetland vegetation. W. Junk, La Haya, Holanda, 344 pp.
4.
Druijff A.H. 1979. Manual and
mechanical control of aquatic weeds in watercourses. In: M.E. Beshir y W. Koch
(Eds.) Weed Research in the Sudan: Volume I. Proceedings of a Symposium pp
139-145. Berichte aus dem Fachgebiet Herbologie Universität Hohenheim,
Alemania.
5.
Etheridge K., G.B. Rathbun, J.A.
Powell y H.I. Kochman 1985. Consumption of aquatic plants by the West Indian
manatees. Journal of Aquatic Plant Management 23: 21-25.
6.
Haag K.H. 1985. Does herbicide
application affect water hyacinth weevils? Aquatics 7: 13-15.
7.
Harley K.L.S. y I.W. Forno 1990.Biological
control of aquatic weeds by means of arthropods. In: A.H. Pieterse and KJ.
Murphy (Eds.) Aquatic Weeds, the Ecology and Management of Nuisance Aquatic
Vegetation. Oxford University Press, Oxford, Reino Unido, pp 177-186.
8.
Joyce J.C. 1990. Practícal uses of
aquatic weeds. In: A.H. Pieterse and K. Murphy (Eds.) Aquatic Weeds, the
Ecology and Management o f Nuisance Aquatic Vegetation. Oxford University
Press, Oxford, R.U. pp 274-291.
9.
Khattab A.F. y Z. El Gharably
1986.Management of aquatic weeds in irrigation systems with special reference
to the problem in Egypt.Proceedings EWRS/AAB 7th Symposium on Aquatic Weeds
1986, pp 199-206.
10.
ILACO 1978.Aquatic weed control
project.ILACO (International Land Development Consultants) Final report.123 pp.
11.
Murphy KJ. y P.R.F. Barrett 1990.
Chemical control of aquatic weeds. In: A.H. Pieterse y KJ. Murphy (Eds.)
Aquatic Weeds, the Ecology and Management of Nuisance Aquatic Vegetation.
Oxford University Press, Oxford, R.U. pp 136-173.
12.
Pieterse A.H. 1990. Introduction. En:
A.H. Pieterse y KJ. Murphy (Eds.) Aquatic Weeds, the Ecology and Management o f
Nuisance Aquatic Vegetation. Oxford Universíty Press, Oxford, U.K. pp 3-16.
13.
Room P.M. 1986. Bíological control is
solving the world's Salvinia molesta problems. Proceedings EWRS/AAB 7th
Symposium on Aquatic Weeds 1986, pp. 271-276.
14.
Room P.M., K.L.S. Harley, I.W. Forno
y D.P.A. Sands 1981. Successful biological control of the floating weed
Salvinia.Nature (Londres) 294: 78-80.
15.
Wade P.M. 1990. Physícal control of
aquatic weeds. In: A.H. Pieterse and KJ. Murphy (Eds.) Aquatic Weeds, the
Ecology and Management of Nuisance aquatic vegetaíion.Oxford University Press,
Oxford, R.U. pp 93-135.
16.
Anon 1988.BCPC Nozzle Selection
Handbook.British Crop Protection Council, Farnham, U.K. 40 pp.
17.
Anon 1989.Herbicide Handbook of
the Weed Science Society of America.6th Edition.Champaign, Illinois,
EE.UU.301 pp.
18.
Caseley, J.C., B.J. Wilson, E. Watson
y G. Arnold 1993. Enhancement of mechanical weed control by sub-lethal doses of
herbicide.Proceedings European Weed ResearchSociety Symposium
Braunschweig, en imprenta.
19.
Coupland D., W.A. Taylor y J.C.
Caseley 1978.The effect of site of application on the performance of glyphosate
on Agropyron repens and barban, benzoylprop-ethyl and difenzoquat on Avena
fatua. Weed Research18: 123-128.
20.
Devine M.D. 1988. Environmental
influences on herbicide performance: a critical evaluation of experimental
techniques. Proceedings EWRS Symposium 'Factors affecting herbicidal
activity and selectivity'. Wageningen, Holanda. pp 219-226.
21.
Devine, M.D., S.O. Duke y C. Fedtke 1993. Physiology
of herbicide action. Prentice Hall, Englewood Cliffs,
NJ., EE.UU. 441 pp.
22.
Finney J.R. 1988. World crop
protection prospects: demisting the crystal ball. BrightonCrop Protection
Conference - Pests and Diseases1: 3-14.
23.
Garro J.E., R. de la Cruz y PJ. Shannon 1991.
Propanil resistance in Echinochloa colona populations with different
herbicide use histories. Brighton Crop ProtectionConverence - Weeds, pp
1079-1083.
24.
Graham-Bryce I.J. 1989. Environmental
impact - putting pesticides into perspective.Brighton Crop Protection
Conference - Weeds, pp 3-20.
25.
Green M.B., G.S. Hartley y T.F. West
1987. Chemicals for crop improvement and pest management.3ra edición. Pergamon, Oxford. Reino
Unido, 370 pp.
26.
Grossbard E. y D. Atkinson 1985. The
herbicide glyphosate. Butterworths, Londres, Reino Unido, 490 pp.
27.
Hance R.J. 1980. Interactions
between herbicides and the soil. Academic Press, Londres, Reino Unido, 349
pp.
28.
Hance R.J. y K. Holly 1990.Weed control
handbook: principles.Blackwell Scientific Publications, Oxford, R.U. 582
pp.
29.
Headford D.W.R. y G. Douglas
1967.Tuber necrosis following the desiccation of potato foliage with diquat.Weed
Research7: 131-144.
30.
Headford D.W.R. 1979. Influence of
light on paraquat activity in the tropics. PesticideScience1: 41-42.
31.
Heap I.M. 1991. Resistance to
herbicides in annual ryegrass (Lolium rigidum) in Australia. En: J.C.
Caseley, G.W. Cussans y R.K. Atkin (Eds.). Herbicide resistance in weeds and
crops. Butterworth-Heinemann, Oxford, R.U. pp 57-66.
32.
Holloway PJ. 1993. Adjuvants for
agrochemicals: why do we need them?Mededelingen van de Faculteit
Landbouwwetenschappen. Rijksuniversiteit Gent (en imprenta).
33.
Komives T. 1992. Herbicide safeners:
chemistry, mode of action, application. WeedAbstracts41: 553-560.
34.
Kudsk P. 1989.Experiences with
reduced herbicide doses in Denmark and the development of the concept of
factor-adjusted doses.Brighton Crop ProtectionConference - Weeds, pp
545-554.
35.
LeBaron H.M. 1991. Distribution and
seriousness of herbicide-resistant weed infestations worldwide. En: J.C.
Caseley, G.W. Cussans y R.K. Atkin (Eds.). Herbicide resistance in weeds and
crops. Butterworth-Heinemann, Oxford pp 27-44.
36.
Matsunaka S. 1968. Propanil
hydrolysis: inhibition in rice plants by insecticides. Science60: 1360-1361.
37.
Matthews G.A. 1992. Pesticide
application methods.2da edición. Longman, Harlow, R.U.. 405 pp.
38.
Mine A., M. Miyakado y S. Matsunaka 1975. The
mechanism of bentazon selectivity.Pesticide Biochemistry and Physiology5:
566-576.
39.
Moss S.R. y G.W. Cussans 1991.The
development of herbicide-resistant populations of Alopecurus myosuroides
(black-grass) in England. En: J.C. Caseley, G.W. Cussans y R.K. Atkin (Eds.). Herbicide
resistance in weeds and crops. Butterworth Heinemann, Oxford, pp. 45-57.
40.
Moyer J.R. 1987.Effect of soil
moisture on the efficacy and selectivity of soil-applied herbicides.Reviews
of Weed Science3: 19-34.
41.
Owen, W.J. 1991. Differential
inhibition of plant acetyl CoA carboxylase - the biochemical basis for the
selectivity of the aryloxyphenoxypropanoate and cyclohexanedione herbicides.
En: J.C. Caseley, G.W. Cussans y R.K. Atkin (Eds.). Herbicide resistance in
weeds and crops.Butterworth-Heinemann, Oxford R.U. pp 199- 212.
42.
Parry K.P. 1989. Herbicide use and
invention. En: A.D. Dodge (Ed.). Herbicides and plant metabolism.
Cambridge University Press, Cambridge, R.U. pp 1-20.
43.
Shaner D.L. y S.L. O'Connor 1991.The
imidazolinone herbicides. CRC Press, Boca Raton, Florida, EE.UU., 289 pp.
44.
Suwunnamek U. y C. Parker 1975.
Control of Cyperus rotundus with glyphosate: the influence of ammonium
sulphate and other additives. Weed Research15: 13-19.
45.
Thill D.C., C.A. Mallory-Smith, L.L.
Saari, J.C. Cotterman y M.M. Primiani 1991. Sulfuonylurea herbicide-resistant
weeds: discovery, distribution, biology, mechanism and management. En: J.C.
Caseley, G.W. Cussans y R.K. Atkin (Eds.). Herbicide resistance in weeds and
crops. Butterworth-Heinemann, Oxford, R.U. pp 115-128.
46.
Walker A. 1987. Herbicide persistence
in soil.Reviews of Weed Science3: 1-17.
47.
Worthington C.R. y R.J. Hance 1991.The
Pesticide Manual 9th Edition.The British Crop Protection Council, Farnham,
R.U. 1141 pp.
ANEXOS:
Tablla 1. Autorizaciones de herbicidas en leguminosas. Enero 2012.
Materia activa-%
Nombre comercial
|
DICOT
|
GRAM
|
GUI
SAN
TE
|
HABAS
|
JUDIA
|
VEZA
|
JUDIA
|
Garbanzo
|
Lentejas
|
Alfalfa
|
|||||
Grano
|
Ve
r
de
|
Grano
|
V
e
r
d
e
|
Grano
|
V
e
r
d
e
|
Grano
|
Ve
r
de
|
Grano
|
V
e
r
d
e
|
|
|
|
|||
Aclonifen-60 Challenge
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Asulam-40 Asulox
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Benfluralina-18Quilan
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Bentazona-48/87 Basagran,Troy
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
(1)
|
|
|
|
(2)
|
Carbetamida-70 Lagurame
PM
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Cicloxidim-10 Focus Ultra
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Clomazona-36 Command
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Diclofop-36 Varios
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Etalfluralina Sonalen
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Fluazifop-p-butil-12,5 Varios
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Imazamox-4 Pulsar
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Imazamox-1,7+
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
pendimetalina-25 Mutual
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Linuron-45 y 50 Varios
(3)
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Metribuzina-75 Varios
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Pendimetalina-33 Varios
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Pendimetalina-45,5 Stomp
Aquacap
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Propaquizafop-10 Agil
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Propizamida-40/80 Kerb
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Prosulfocarb-80 Varios
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Quizalofop-p-etil-10 Nervure Super
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Quizalofop-p-etil-5 Varios
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Quizalofop-p-tefuril -4 Paranex
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Tepraloxydim-5 Aramo
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
En los recuadros
sombreadros se indica el momento se aplicación con respecto a las malas
hierbas: PRE-E = pre-emergencia, PRE-S = pre-siembra, POST = post emergencia.
(1) Sólo Troy (2) Sólo Basagran (3) No todos. CLETODIM: El pasado 9 de
diciembre se votó favorablemente el mantenimiento de la etiqueta de este
producto en el que incluían los usos autorizados en leguminosas grano. En el
momento de la redacción de este artículo, el registro no se ha actualizado al
respecto.
Tablla
3. Ensayo de Larraga (Navarra) 2002 a
2007. Frecuencia de
aparición
de diferentes especies según el laboreo utilizado.
ADVENTICIAS MÁS FRECUENTES (% parcelas)
|
|||||
NO
LABOREO
|
LABOREO
MÍNIMO
|
VOLTEO
|
|||
Vallico
|
53
|
Sonchus sp.
|
63
|
Ballueca
|
56
|
B. diandrus
|
37
|
R. rugosum
|
63
|
Sonchus sp.
|
26
|
B. hordaeeus
|
16
|
Ballueca
|
63
|
R. rugosum
|
26
|
Sonchus sp.
|
47
|
Amapola
|
47
|
Amapola
|
21
|
Ballueca
|
42
|
Galium
|
32
|
Galium
|
16
|
Galium
|
21
|
Sacandix
|
26
|
P. aviculare
|
16
|
Amapola
|
5
|
Cardo María
|
21
|
Cardo María
|
11
|
Scandix
|
5
|
P. aviculare
|
16
|
Fumaria
|
11
|
Cardo María
|
5
|
Fumaria
|
15
|
Vallico
|
5
|
P. aviculare
|
5
|
Vallico
|
5
|
B.diandrus
|
0
|
P. aviculare
|
5
|
B. diandrus
|
5
|
Alpiste
|
0
|
Alpiste
|
5
|
Alpiste
|
5
|
Scandix
|
0
|
Fumaria
|
0
|
|
|
|
|
Vulpia
|
37
|
|
|
|
|
|
Especies favorecidas por este tipo de laboreo
|
Especies
no favorecidas por este tipo de laboreo
REPRODUCCIÓN DEL ARROZ LIBRE DE MALEZAS
LA APLICACIÓN DE LOS HERBICIDAS PARA CONTROLAR LAS MALEZAS
RESUMEN
Un herbicida es un producto
fitosanitario utilizado para eliminar plantas indeseadas. Algunos
actúan interfiriendo con el crecimiento de las malas hierbas y se basan
frecuentemente en las hormonas de las plantas.
1. CLASIFICACIÓN
No existe un solo sistema de
clasificación de los herbicidas. Los diferentes sistemas se basan en criterios
muy dispares, como su naturaleza química, su mecanismo de acción o su
toxicidad. No obstante, podemos dividirlos en:
Ø
Según su persistencia
ü Residuales: Éstos se aplican al suelo, sobre la tierra desnuda y forman una película
tóxica que controla la nacencia de las malas hierbas al atravesarla durante su
germinación. Dos aplicaciones al año de Herbicidas residuales pueden ser
suficientes para mantener un suelo limpio de malas hierbas anuales que nacen de
semilla. Normalmente no son
activos sobre especies perennes que rebrotan a partir de rizomas, estolones o bulbillos; sí lo son
en cambio si la mala hierba nace de semillas (Ej.: Terbutilazina).
ü No residuales: se degradan normalmente en poco tiempo por lo que solo actúan sobre las
plantas sobre las que caen cuando se aplican.
Ø
Según su movilidad dentro de la planta
ü Sistémicos: Se aplican sobre la planta, se absorbe y al ser traslocado a otras zonas
de la planta a través del floema puede afectar a zonas de
ella sobre las que el producto no cayó al tratarla. (Ej.: Glifosato).
ü De contacto: no se traslocan por el floema por lo que solo afecta a las zonas de las
plantas sobre el que caen. (Ej.: Paraquat).
Ø Según la acción sobre las
plantas
ü Selectivos: Son aquellos herbicidas que respetando el cultivo indicado eliminan las
hierbas indeseadas, o al menos, un tipo de ellas. (Ej. la metribuzina en cultivos de patata, gladiolo y otros)
ü No selectivos: eliminan todo tipo de vegetal con el que entren en contacto (Ej. el glifosato). Normalmente utilizados
para terrenos sin cultivos, zonas industriales, carreteras etc. Si se aplican
en terrenos con cultivos deben aplicarse de modo que no afecten al cultivo.
Ø Según el momento en que debe
aplicarse
ü De preemergencia: Se aplican antes de la nacencia del cultivo. ( por ejemplo Terbutilazina)
ü De post-emergencia: Se aplican después de la nacencia del cultivo.
Existen herbicidas que
pueden ser aplicados en preemergencia o post-emergencia según sea el cultivo,
el terreno, la climatología y otros factores.
2. EFECTOS SOBRE EL MEDIO AMBIENTE
Los herbicidas suelen tener un
efecto negativo sobre las poblaciones de pájaros, aunque su impacto es muy
variable y a menudo son necesarios estudios de campo para predecir
adecuadamente sus efectos. A veces los estudios de laboratorio han
sobrevalorado el impacto negativo de los herbicidas debido a su toxicidad,
prediciendo a veces graves problemas que luego no se observan en las
condiciones de campo. La mayoría de los efectos negativos suelen ser más
debidos a que su uso hace que disminuya el número de especies vegetales que
sirven a las aves de refugio y fuente de alimentación. Incluso usando
herbicidas poco tóxicos se ha observado que la disminución de la biodiversidad vegetal que producen
afectan negativamente a los pájaros. El masivo uso de herbicidas en las zonas
agrícolas neo-tropicales es uno de los factores
implicados en que estas zonas no sean ahora de utilidad para la invernada de
aves migratorias.
ABSTRACT
A plant protection product is a herbicide used to kill unwanted plants. Some act by interfering with the growth of the weed and are often based on plant hormones.
1. CLASSIFICATION
No single classification system for herbicides. Different systems are based on very different criteria, such as their chemical nature, mechanism of action and toxicity. However, we can divide them into:
Ø According to their persistence
ü Waste: These are applied to the soil, on the bare
ground and form a toxic film Nacencia controlling the weed to get through
during germination. Two applications of residual herbicides per year may be
sufficient to maintain a clean floor annual weed seed born. Normally you are
not active on perennials that sprout from rhizomes, stolons or bulbils; yes
they are instead if born weed seeds (eg Terbuthylazine).
ü No waste: normally degrade quickly so only act on the plants on which they fall
when applied.
Ø According to their mobilityØ within
the plant
ü Systemic: apply on the ground, to be
absorbed and translocated to other parts of the plant through the phloem may affect
areas of it on which the product is not to treat it fell. (Eg glyphosate).
ü Contact: not translocated by the phloem so only
affects the areas of the plants on which they fall. (Eg
Paraquat).
Ø According
to the action onØ plants
ü
Selective: Those herbicidal crop respecting the undesired weeds indicated
eliminated, orü at least one kind of them. (Eg the metribuzin in potato crops, gladiolus and others)
ü
Not selective
eliminate all kinds of plant with the coming into contact (eg glyphosate).
Normally used for uncultivated land, industrial areas, roads etc. If applied to
crop land should be applied so as not to affect the crop.
Ø
Depending on when you shouldØ apply In
ü
Preemergence: Apply before the crop Nacencia. (Eg
Terbuthylazine)
ü
Post-emergence: Apply after crop Nacencia.
There are herbicides that can be applied pre-emergence or post-emergence as the culture, terrain, climate and other factors.
There are herbicides that can be applied pre-emergence or post-emergence as the culture, terrain, climate and other factors.
2. ENVIRONMENTAL EFFECTS
Herbicides tend to have a negative effect on bird populations, although its impact is highly variable and often field studies are needed to adequately predict its effects. Sometimes laboratory studies overestimated the negative impact of herbicides due to their toxicity, predicting sometimes serious problems are not observed in later field conditions. Most adverse effects are usually more due to their use lowers the number of plant species that serve as a refuge for birds and power supply. Even using less toxic herbicides has been observed that the decrease in plant biodiversity that produce negatively affect birds. The massive use of herbicides in neotropical agricultural areas is one of the factors involved in these areas than in handy for wintering migratory birds.
Índice:
Página
Portada……………………………………………….. 2
Epígrafe……………………………………………….. 3
Dedicatoria………………………………………….. 4
Agradecimiento……………………………………. 5
Introducción…………………………………………. 6
CAPITULO I:……………………………………..
7-10
Problema………………………………………………. 8
Formación del problema………………………. 8
Planteamiento del problema………………… 8
Objetivos………………………………………………. 9
Justificación………………………………………….. 10
Hipótesis………………………………………………… 10
Limitaciones…………………………………………… 10
CAPITULO II:……………………………………….
11- 90
Marco legal……………………………………………… 11
Marco teórico…………………………………………. 11-81
ü Como controlar
las malezas………… 11-14
ü Manejo de
control de malezas……… 15-25
ü Uso adecuado de
los herbicidas……. 26-32
ü Clasificación de
los herbicidas……… 32-40
ü Aplicación de
los herbicidas…………… 40-54
ü Evaluación de riesgo ecológico
de cultivos resistentes a herbicidas
y la necesidad de una metodología
de monitoreo………………………………… 54-57
ü Estado actual del uso de
los cultivos
genéticamente
modificados (GM)…… 57-58
ü Metodología para evaluación de
riesgos
ecológicos………………………….. 58-64
ü Estrategia de uso de herbicidas………. 64-67
ü La utilización de herbicidas en los
cultivos de leguminosas en Jaén……. 68-69
ü Jaén agrario……………………………………. 69-77
ü Jaén agrario en el futuro…………………… 77-81
Marco
conceptual………………………………………… 81-89
ü
1. Métodos de control de las malas
hierba
Capítulo III:
Conclusiones………………………………………………… 89-91
Recomendaciones……………………………………….. 91
Bibliografia…………………………………………………… 92-96
Anexos…………………………………………………………. 97-100
Resumen……………………………………………………… 100-103
Abstrac………………………………………………………… 103-105