jueves, 23 de agosto de 2012


Universidad Nacional
           De  Cajamarca
  

 Facultad de Ciencias Agrarias        
 Escuela Académico Profesional de Agronomía
MONOGRAFIA: “SOBRE METODOS DECONTROL DE MALEZAS    ACUATICAS Y EL USO CORRECTO DE LOS HERBICIDAS”

DOCENTE        : DR: HERNANDES TORRES Alex Miguel.
ALUMNO                   : VÁSQUEZ TANTALEAN Teodoro.
CICLO               :           I                                                    
                                             

                                      
                           
                
                                        Cajamarca, 22de Agosto  del 2012






EPÍGRAFE:

ü “Ahora ya no es un problema el  control de  malezas, simplemente es una diversión”

ü “El control de malezas ya no es un obstáculo, porque se descubrió su matador, que el herbicida

DEDICATORIA

                   Este pequeño trabajo de monografía relacionado con “el uso adecuado de los herbicidas”, la cual la dedico a mi padre, a mi madre, a mis hermanos; ya que por ellos soy una persona con perspectivas diferentes a los demás, por ello que mis metas siempre son diferentes a los demás, porque mi familia me dejo sembrado esa idea en el encéfalo, también la dedico a todas las personas que siempre han estado conmigo, a mis amigos de colegio, de escuela, a mis profesores los cuales me abrieron el camino de la sabiduría, y a todos los agricultores de Cajamarca quienes son los gestores de la alimentación de nuestra población….

El autor

AGRADECIMIENTO

                 Quiero agradecer en particular  a mis padres por haberme dado  todas las comodidades para llevar a cabo este modesto trabajo, el cual me ha demandado de gastos económicos y de tiempo, por la cual los gastos generado por este trabajo han sido cubiertos por mis padres, también agradezco a mi hermano Julián porque gracias a él  he conseguido datos más precisos y reales, porque está en un constante relación con los agricultores  arroceros de la provincia de Jaén,  y más que todo me ha ayudado a realizar las encuestas sobre: “si cuantos agricultores saben usar bien los herbicidas y que métodos utilizan para controlar las malezas”, y por ultimo agradecer a toda mi familia y a todos los que me apoyaron en la elaboración de este pequeño ensayo de monografía, y también agradecer de antemano a todos los que van a tener en cuenta mi trabajo, y por la cual espero que les sea útil en su vida extensa(…)

Introducción

El enfoque principal de la presente monografía es sobre los métodosquímicos de manejo de malezas, en muchas situaciones los herbicidas ofrecen los medios más efectivos para el control de éstas.
En los países industrializados los herbicidas se aplican sobre el 85-100% de todos los cultivos principales. Así, para el Reino Unido Green et al. (1987) estiman que una libra esterlina gastada en pesticidas genera un ingreso adicional de cinco libras. Más recientemente, este margen se habría reducido con la reducción de los subsidios de la Comunidad Europea (CE), pero la producción agrícola en los países industrializados continuará dependiendo grandemente del uso de los herbicidas.
En países menos desarrollados, el precio relativamente bajo obtenido por los productos agrícolas en los mercados mundiales y el bajo costo de la mano de obra reducen los beneficios económicos del uso de herbicidas. Finney (1988) predijo que la necesidad de la intensificación de la agricultura, como consecuencia del alto nivel de crecimiento de la población, aumentará el uso de herbicidas. El también indicó que en los EE.UU. los precios de los herbicidas cayeron entre 1985-1987 debido principalmente al incremento de la competencia por la distribución del mercado y al vencimiento de patentes. La India y la República Popular de China están incluídos entre los primeros 12 países por ventas de herbicidas y ambos países están fabricando y exportando herbicidas que ya tienen patente vencida. Los precios reducidos y la producción local estimularán el uso de herbicidas en los países menos desarrollados.
Usados juiciosamente, dentro de un sistema integrado de manejo de malezas, los herbicidas son de uso seguro para el agricultor y de riesgo mínimo para el medio ambiente. Desde nuestro punto de vista, los herbicidas jugarán un papel cada vez más importante en el manejo de malezas en los países en desarrollo en un futuro predecible. Las secciones de este libro sobre malezas y cultivos individuales ofrecen detalles sobre la integración de los herbicidas en los sistemas de producción de los cultivos. El objetivo de este Capítulo es de apoyar a estas secciones con información sobre el modo de acción, propiedades, y aplicación de los herbicidas, que contribuirá a su uso práctico, seguro y efectivo.
Los herbicidas generalmente se aplican en solución o suspensión acuosa, como una nube de gótulas dirigida hacia el objetivo de la aplicación. La concentración del ingrediente activo en la solución de aspersión varía típicamente desde 0.1 a 10% y el volumen de aplicación desde 100 hasta 400 1/ha, dependiendo del producto y del método de aplicación. Sin embargo, con la aplicación mediante discos giratorios, a veces se usan volúmenes de hasta 10 1/ha y concentraciones de hasta 50%.
CAPÍTULO  I.
EL PROBLEMA
ü “El uso correcto de los herbicidas y métodos  de controlar las malezas”.
FORMACION DEL PROBLEMA
ü Los herbicidas a evolucionado en Jaén debido a que los agricultores de esa provincia no sabían cómo deshacerse de las malas hierbas en sus siembras, ya que estas afectaban y dañaban el buen desarrollo de sus siembras, por eso que el único propósito del desarrollo de los herbicidas ha sido para contrarrestar y abolir a  estas malas hierbas que estaban inmersas a sus cultivos, por ello  que se han  instalado varias ONG, con el propósito de instruir a los agricultores de arroz, y así usar bien los herbicidas porque estos productos químicos son muy fuertes y que causan daños a nuestro organismo, por ejemplo los agricultores de Jaén no podían controlar las malezas de los bordes de sus posas de arroz, la cual le hacían por intermedio del corte con el machete o una hoz pero esto les salía no rentable porque tenían que pagar mucho mas peones que lo hicieran con el herbicida, por ello desde allí utilizan esos productos químicos.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
ü Los herbicidas son importantes ya que han logrado disminuir el costo del control de las malas hierbas, también porque han reducido el tiempo para controlar esas malezas y también por este método las malezas van a demorar más en su retorno a crecer.
OBJETIVOS del uso de los herbicidas

ü Se usan con el fin de destruir o controlar el crecimiento de las malezas o hierbas que consideran indeseables, principalmente en la agricultura, porque causan problemas al competir con el cultivo por agua, nutrimentos, luz y espacio o por la fitotoxicidad de algunas de ellas, todo lo cual causa un incremento del costo de la cosecha y la disminución de su valor.
ü El paraquat, es un herbicida de contacto que es muy usado en agricultura para eliminar las malas hierbas. El paraquat es altamente tóxico, por lo que en las últimas décadas se han dedicado numerosos estudios para observar si podía crear problemas medioambientales.
Se ha observado que el paraquat se degrada fácilmente en contacto con el suelo, por lo que si se tiene cuidado en su aplicación no tendría que haber complicaciones. La problemática que existe en torno al paraquat es que en los últimos años, se han detectado numerosos casos de intoxicación debido a la ingestión de paraquat, algunos de ellos accidentales pero la mayoría de forma voluntaria. Al no existir antídoto para el tratamiento por intoxicación se han utilizado diferentes adsorbentes.
JUSTIFICACION
ü Informar al agricultor sobre lo que es un herbicida, explicándole las características y tipos existentes.

ü En segundo lugar pretendo conseguir que el agricultor sepa usar correctamente los herbicidas explicándole las ventajas y los riesgos de los mismos.

ü Y por último, algunos conocimientos técnicos y legales sobre los herbicidas.

HIPOTESIS
ü Cuantos agricultores tienen el conocimiento del buen uso de los herbicidas y cual es método que utilizan para contrarrestar a las malezas.
LIMITACIONES
·       Bueno a mi me ha costado un arduo trabajo buscar esta información, y recopilarlo tal vez les sea necesario ya que aquí menciono el buen uso de los herbicidas y su control de las malezas las limitaciones que he tenido son el presupuesto económico, el tiempo que no fue el necesario por ello que mi trabajo no está al cien por ciento terminado y sin que tenga falencias en el desarrollo de su contenido.
CAPITULO II.
Marco legal
En el Perú se promulgo la ley 29.811, que decreta el uso legal de los herbicidas.
Marco teórico
    1.- Como controlar las malezas
        Por el contrario a los problemas de malezas en medios terrestres, los cuales generalmente están relacionados con los agro-ecosistemas, los problemas de malezas en los hábitats acuáticos usualmente no se refieren a la competencia entre plantas deseables (cultivos, ornamentales) y las indeseables por el hombre.
      Los problemas causados por las malezas que interfieren con el crecimiento de las plantas de cultivo en campos inundados (p.ej. malezas en campos de arroz), son una excepción en este particular. Sin embargo, las condiciones de estos relativamente superficiales hábitats acuáticos, los que como regla no están permanentemente inundados, difieren considerablemente de aquellos cuerpos acuáticos con aguas profundas, tales como los canales, ríos y lagos. Con algunas excepciones, las especies de malezas dominantes son también diferentes. En general, se puede concluir que el papel de las malezas acuáticas en campos inundados, que también se definen como agro-ecosistemas acuáticos, es más comparable a la mayoría de las situaciones que crean las malezas en los hábitats terrestres.
Este capítulo tratará exclusivamente el manejo de malezas acuáticas en cuerpos acuáticos permanentes. Según Pieterse (1990), estas malezas pueden ser definidas como plantas acuáticas que, al crecer en abundancia, son indeseables por quien maneja el lugar donde inciden. En este contexto se debe observar que, cuando las plantas acuáticas se presentan con bajas densidades, resultan usualmente beneficiosas al ecosistema acuático. Ellas producen oxígeno, proporcionan un hábitat adecuado para los peces y otros organismos, purifican el agua al extraer los compuestos tóxicos y atrapan las partículas de sedimento.
Según su forma de crecimiento, las malezas acuáticas pueden ser divididas en categorías diferentes. Mayormente basado en Deny (1985), una clasificación modificada en cinco grupos principales ha sido propuesta por Pieterse (1990):
Grupo 1.
Malezas libremente flotantes (libre flotante con la mayor parte de sus tejidos de hojas y tallos al nivel o sobre la superficie del agua) como por ejemplo Eichhornia crassipes (Mart.) Solms. (Jacinto de agua), Salvinia molesta Mitchell (salvinia) y Pistia stratiotes L. (lechuguilla acuática).
Grupo 2.
Malezas emergentes (plantas enraizadas con la mayor parte de sus tejidos de hojas y tallos sobre la superficie del agua), por ejemplo Phragmites australis (carrizo común), Typha spp. (Macío) y la forma de crecimiento emergente de Alternanthera philoxeroides (Mart.) Griseb. (Maleza caimán).
Grupo 3.
Malezas enraizadas con hojas flotantes (plantas enraizadas con la mayoría de su hojas al nivel de la superficie del agua), por ejemplo Nymphaea spp., Nymphoides spp. y la forma de crecimiento flotante de la maleza caimán.
Grupo 4.
        Malezas sumergidas (la mayoría de sus tejidos vegetativos por debajo de la superficie del agua; éstas suelen estar enraizadas o fijas al fondo del cuerpo acuático por órganos similares a las raíces), por ejemplo Hydrilla verticillata (L.f.) Royle, Potamogeton spp., Elodea spp., Ceratophyllum spp. y Myriophyllum spp.
Grupo 5.
          Algas (plantas inferiores unicelulares o filamentosas, sin tejidos diferenciados que crecen al nivel o por debajo de la superficie del agua), por ejemplo Microcystis spp., Spirogyra spp., y Hydrodiction spp.
     Los efectos dañinos de las malezas acuáticas pueden ser directos o indirectos. Al nivel del pequeño agricultor, los efectos directos generalmente incluyen:
ü obstrucción de las corrientes de agua de los canales para la irrigación y el drenaje
ü obstáculo al transporte por botes y barcos
ü interferencia con la pesca
ü disminución de las posibilidades de lavado y baño para la población
        Un efecto indirecto importante es la formación de hábitats favorables para el desarrollo de vectores de enfermedades humanas, tales como malaria y schistosomiasis (bilarzia).
        El desarrollo de masas densas de plantas acuáticas en los cuerpos acuáticos utilizables por el hombre (muchas veces para varios propósitos) está generalmente relacionado con el patrón normal de sucesión. Algunas de las malezas acuáticas más problemáticas son esencialmente colonizadoras primarias de los ecosistemas acuáticos. Particularmente en los cuerpos acuáticos construidos por el hombre, existen factores frecuentemente muy favorables para el desarrollo de las plantas acuáticas (poca profundidad de las aguas, aguas estancadas, alto contenido de nutrientes). Adicionalmente, la eutrofización (o sea un incremento del contenido de nutrientes en el agua, lo cual está frecuentemente relacionado con las actividades humanas) y/o la diseminación de las especies fuera de su hábitat natural puede jugar un papel importante. Un ejemplo lo es el Jacinto de agua, cuya productividad en su área original de crecimiento en América del Sur está marcadamente limitada por los agentes de control biológico. En áreas fuera de Sudamérica, donde el Jacinto de agua ha sido introducido, la maleza es generalmente una plaga de importancia económica.
Manejo de control de malezas
       Idealmente, el manejo de malezas acuáticas debe ser, ante todo, de preocupación de todos los involucrados a fin de prevenir su crecimiento excesivo. Esto implicaría que las medidas de control se inicien en un momento cuando aún las malezas acuáticas no representan un problema. Por ejemplo, creando condiciones de crecimiento menos favorables (disminuyendo la intensidad de la luz al plantar árboles, alterando el nivel del agua, previniendo la entrada de nutrientes, etc.), o manteniendo la vegetación a un nivel bajo, que no propicie un crecimiento intenso. Generalmente, tales medidas preventivas al nivel de pequeños agricultores son difíciles de lograr. Usualmente, los agricultores se inclinan más a tomar medidas cuando el crecimiento denso de las malezas acuáticas resulta evidente. Además, no es siempre factible para ellos realizar medidas preventivas. Todo dependerá del tipo de cuerpo acuático (su tamaño, área, profundidad del agua, etc.) y de la forma de crecimiento de las malezas (que en sentido muy general puede ser considerado idéntico al de varias categorías o grupos ya mencionados en la introducción). Por ejemplo, extrayendo las plantas que ocasionalmente aparecen, o sea algunas que flotan libremente como el jacinto de agua, generalmente se requiere menos fuerza de trabajo que para la extracción de las plantas sumergidas o enraízadas. En este aspecto, se debe tomar en consideración que el desarrollo de la vegetación sumergida es muchas veces mucho más explosivo que la de las plantas enraízadas o flotantes.
         Un aspecto importante en la prevención del desarrollo de la densa vegetación de malezas acuáticas es prever la ulterior diseminación de las especies exóticas en áreas aún no infestadas. La población local, que incluye los agricultores, no siempre conoce de la amenaza potencial y el daño de las especies recién introducidas. Un ejemplo real es la diseminación gradual del jacinto de agua en las partes meridionales de Egipto, donde, de no precederse rápido, podrá eventualmente tener lugar la invasión del jacinto de agua en el lago Nasser. La acción gubernamental debe tener por objetivo concientizar a la población local y estimularla a tomar medidas adecuadas. En Egipto meridional, esto puede lograrse mediante la destrucción de cada planta sencilla de jacinto de agua.
     Medidas físicas, químicas y biológicas de control pueden ser adoptadas para el manejo del crecimiento de las malezas acuáticas:
Ø Control físico
    Los métodos de control físicos incluyen el uso de herramientas que se manejan manualmente, así como la maquinaria sofisticada.
     En la agricultura de bajos insumos, el uso de maquinaria no es apropiado debido a sus altos costos. Las herramientas manuales, sin embargo, pueden ser medios importantes de control bajo estas circumstancias, especialmente en áreas donde la fuerza laboral es relativamente barata. La técnicas manuales de control de las malezas acuáticas han sido recientemente reseñadas por Wade (1990). En lo que se refiere al uso de herramientas manuales en regiones tropicales, el uso de guadañas de cadena, guadañas de aclareo, cuchillas de canal, tenedores y rastrillos de excavación ha sido descrito en detalle por ILACO (1978) y Druijff (1979) (ver Fig. 1). Se ha hecho énfasis, en relación con la incidencia de la bílarzia en muchas áreas tropicales, que se debe utilizar herramientas con asas manuales largas, que hace posible cortar las malezas a distancia, sin que los operadores tengan que entrar al agua.
      Cuatro tipos de herramientas manuales recomendadas por ILACO (1978) y Druijff (1979) para el control de malezas acuáticas en pequeños cursos de agua. A = guadaña de cadena; B = guadaña de aclareo; C = cuchillo de canal; D = tenedor de excavación (Dibujos con ayuda de ordenador: S.A. Pieterse).
      Una guadaña de cadena consiste de 5-10 cuchillas de hierro interconectadas, de una longitud aproximada de hasta 50 cm, que están unidas sueltamente una de otra. En cada uno de las dos hojas exteriores hay una apertura para atar una cuerda. Al tirar de las cuerdas alternativamente, que se debe hacer por dos hombres (uno en cada orilla) las cuchillas se mueven en forma de zig zag sobre el fondo de la corriente de agua y, sí las cuchillas están bien afiladas, la vegetación será bien cortada. Las malezas ya cortadas son recogidas por un tercer hombre para alejarlas del agua. Una guadaña de aclareo se compone de una cuchilla fijada a un brazo curveado de acero, dotada de asas ajustables. La misma es muy adecuada para cortar las malezas que crecen a lo largo de la orilla del cuerpo acuático. Esta se opera con tirones cortos, que la diferencia de la guadaña ordinaria, que es operada con barridas largas y regulares. Un cuchillo de canal se compone de un cuchillo de aproximadamente 50 cm de longitud, fijado a una asa o mango de madera. Una cuerda de aproximadamente 2 metros de longitud es fijada al mango o asa, exactamente por debajo de la cuchilla.
     Este es operado por dos hombres. Uno sostiene el mango y lo mueve de arriba a abajo, de tal manera que el cuchillo corte las malezas que crecen de la orilla hacia el agua. El otro hombre hala el cuchillo hacia adelante con la cuerda. Un tenedor de excavación se utiliza para sacar las malezas enraízadas en el fondo o para extraer plantas grandes libremente flotantes como el jacinto de agua.
     La experiencia de este autor es que los funcionarios de políticas en los países en desarrollo pueden ser algo escépticos acerca de la utilización del control manual, ya que en la mayoría de los países occidentales esta práctica ha sido reemplazada por el uso de máquinas. Sin embargo, en los países del Tercer Mundo con fuerza laboral de bajo costo, el uso de los instrumentos manuales es muchas veces el método más económico, particularmente en pequeños cursos de agua.
Control químico
         Generalmente no es aconsejable el uso de productos químicos en o cerca de los cuerpos acuáticos, ya que esto puede provocar riesgos al ambiente y a la salud humana. Esto es importante, en particular, en áreas densamente pobladas en los países en desarrollo, donde la población suele vivir en estrecho contacto con el agua. Además, la aplicación de herbicidas en la mayoría de los casos requiere de equipos relativamente sofisticados, los que son relativamente caros. Sin embargo, en situaciones de emergencia, los herbicidas menos dañinos pueden proporcionar una solución a corto plazo. Recientemente, los principales herbicidas utilizados en el agua o cerca de ésta, han sido discutidos por Murphy y Barrett (1990). Estos autores también dan una extensiva reseña del impacto ecológico del uso de los herbicidas en aguas frescas, incluyendo su toxicidad directa e indirecta sobre plantas no objeto de control, micro-organismos, invertebrados, peces y animales superiores.
Control biológico
       Se puede concluir que el control biológico de las malezas acuáticas, similar al control biológico de malezas terrestres, ha sido en general no muy importante. Sin embargo, algunos de los mayores éxitos del control biológico de las malezas en general han sido obtenidos con malezas acuáticas. Estos progresos son aquéllos que tienen que ver con el uso selectivo de insectos que inciden en habitats originales de la maleza caimán (el crisomélido Agasicles hygrophila), del jacinto de agua (los curculiónidos Neochetina eichhorniae y N. bruchí, así como la polilla Pyralida taladradora del tallo Sameodes albiguttalis) y la salvinia (el curculiónido Cyrtobagous salviniae), respectivamente.
En las áreas donde estas malezas acuáticas han sido introducidas el potencial para el control biológico es generalmente muy favorable. Con respecto a la maleza caimán, el uso efectivo de A. hygrophyla está restringido a formas flotantes de la maleza en áreas con temperaturas relativamente altas (Buckingham et al. 1980). Además, se debe tomar en consideración que los insectos limitan el crecimiento en mayor o menor grado de estas malezas, pero en la mayoría de los casos son incapaces de eliminar la vegetación problemática completamente en el cuerpo acuático. En este sentido, Cyrtobagous salviniae es un agente excepcionalmente agresivo. En un período de un año, este picudo destruyó cerca de 18, 000 toneladas de Salvinia molesta en el lago Moondarra en Australia (Room et al 1981) y se pronostica que controlará exitosamente el crecimiento de la salvinia en la mayoría de las áreas tropicales y sub-tropicales del mundo (Room 1986).
       Se ha recomendado introducir estas especies de insectos en todas las áreas donde el jacinto de agua, la salvinia o la maleza caimán están ocasionando problemas. Los insectos han sido estudiados en detalle y su especificidad de hospederos ha sido fehacientemente demostrada. Los costos son bajos y, aunque medios adicionales de control pueden ser necesarios, el efecto de estos insectos es perdurable, a menos que las malezas objeto de control sean completamente erradicadas. En tal caso, es obvio que los insectos también desaparecerían. En caso de reinfestación será necesario liberar una nueva colonia del agente de control. Nuevas colonias de A. hygrophila pueden ser obtenidas del International Scientific and Industrial Research Organization (CSIRO) en Australia, el National Biological Research Center (NBRC) en Tailandia y del Departmento de Agricultura de EE.UU. (USDA), mientras que colonias de N. eichhorniae son obtenibles de CSIRO, USDA y del Instituto Internacional de Control Biológico (IIBC) en Trinidad, y colonias de C. salviniae se pueden solicitar al CSIRO (Harley y Forno 1990).
     Agentes biológicos específicos para el control de otras especies de malezas acuáticas aún no están disponibles. El picudo curculiónido Neohydronomous pulchellus, que ha sido colectado en América del Sur y que sustancialmente redujo el crecimiento de Pistia stratiotes en Australia, puede ser una excepción en este aspecto (Harley y Forno 1990).
         Al contrario de la especificidad de los insectos antes mencionados, la carpa (Ctenopharyngodon idella), un pez fitofago, ataca casi todas las malezas acuáticas presentes. Por consiguiente, éste resulta un buen medio para mantener bajo control el excesivo crecimiento de la vegetación compuesta por varias especies de malezas y formas de crecimiento. Sin embargo, la carpa prefiere plantas con tejidos suaves, tales como las plantas sumergidas y otras pequeñas de libre flotación. Desafortunadamente, el jacinto de agua es de poca preferencia por la carpa, pero de no haber otras plantas, los peces pequeños se alimentarán de las raíces y los más grandes de raíces, hojas y peciolos del jacinto. Una ventaja adicional de la carpa herbívora es también su buen sabor como pez, lo cual puede servir como fuente de alimento para la población local. Es por eso que la carpa herbívora es teóricamente un medio ideal para el manejo de malezas acuáticas en la agricultura de bajos insumos. Lamentablemente, el manejo de la carpa es extremadamente difícil. El pez es fuertemente afectado por los factores ecológicos, tales como temperatura, contaminación del agua y depredadores. Además, en áreas densamente pobladas no es siempre factible prevenir la pesca excesiva o en balde.
     Las carpas herbívoras requieren condiciones muy específicas para desovar y en general no se multiplican fuera de su habitat original en China y Siberia. No obstante, la reproducción artificial es relativamente fácil en una unidad de reproducción. El desove puede ser inducido por inyecciones de hormona bajo condiciones anestésicas y la fertilización de los huevos puede ser realizada in-vitro. Después, el joven pez debe criarse hasta un tamaño que permita su liberación segura, lo que depende de la presencia del pez depredador. En los Países Bajos, el pez debe tener unos 30 cm de longitud para prevenir la depredación por lucio. Por otro lado, en canales de irrigación en Egipto es posible reproducir peces relativamente pequeños, ya que grandes peces depredadores están escasamente presentes (Khattab y El Gharably 1986). La utilización de la carpa herbívora en la agricultura de bajos insumos requiere que las autoridades locales proporcionen el pez gratuitamente o a bajos costos, lo que obliga a tener unidades de reproducción y personal para operarlas.
     El manatí (Tríchechus manatus), un mamífero que ha recibido amplia publicidad como agente para el manejo de malezas acuáticas, es también una especie en peligro de extinción, dado su bajo nivel reproductivo, pero resulta cuestionable su uso como agente de control de malezas acuáticas. A pesar de ser descrito como un animal voraz de muchas malezas acuáticas en anteriores publicaciones, esto ha sido objeto de discusión por parte de Etheridge et al. (1985).
Control integrado
       Como los métodos de control aplicados por separado no son siempre efectivos, es sumamente ventajoso combinar varios procedimientos de manejo. Un posible enfoque es la combinación del control manual (con el uso de herramientas manuales) con el control biológico. Los insectos específicos para el control del jacinto de agua, la salvinia o la maleza caimán deben ser particularmente incluidos en este contexto, los que, al menos, ayudan a mantener un baja tasa de crecimiento de las malezas y, por consiguiente, la extracción manual será menos prolongada y tediosa. Una combinación a base de la liberación de la carpa herbívora y la extracción manual es también otra posibilidad. La carpa herbívora generalmente no se alimenta mucho de las malezas con tejidos relativamente duros o de plantas emergentes que crecen fuera del agua. Sin embargo, es relativamente fácil extraer pequeñas poblaciones de malezas con herramientas manuales.
       Una combinación a base de aplicaciones herbicida (2, 4-D) y del picudo Neochetina eichhorniae para el control del jacinto de agua ha sido probada en los EE.UU. (Haag 1985). El herbicida no afectó directamente los picudos y sucedió que los adultos del insecto se trasladaron de las plantas tratadas con el herbicida a las no tratadas en las áreas adyacentes. Sin embargo, en opinión de este autor, la aplicación de herbicidas debe evitarse lo más posible dentro o cerca de los cuerpos acuáticos, por lo que sólo aplicaciones menores del 2, 4-D pueden ser consideradas bajo estas condiciones. Este herbicida es poco costoso y no muy tóxico, pero no debe olvidarse que el mismo no debe usarse en áreas próximas a cultivos de plantas dicotiledóneas.
Usos prácticos
      Con respecto a los altos costos del manejo acuático de malezas, varios estudios han sido realizados sobre las posibilidades de uso práctico, para compensar, al menos parcialmente, los costos de la extracción de las malezas. Al respecto debe verse la reciente reseña de Joyce (1990). La investigación se ha desarrollado particularmente sobre el jacinto de agua. Una desventaja es que el contenido de agua de las plantas acuáticas es muy alto (en el jacinto de agua es más de 90%), lo cual implica que el transporte del material húmedo es bastante costoso. De aquí se puede concluir que para usos prácticos es apenas posible desarrollar tal sistema sobre una base económica. Usos prácticos potenciales de las malezas acuáticas para los pequeños agricultores generalmente incluyen:
ü Producción de biogás;
ü Alimento para animales;
ü Producción de compost y acolchado
La producción de biogás consiste en la descomposición controlada de las plantas por una bacteria anaeróbica productora de metano. Las plantas trituradas convenientemente son ubicadas en un tanque sellado con el inoculo de la bacteria, el cual, después de un cierto período de tiempo, produce una mezcla de gas consistente en aproximadamente 70% de metano y 30% de dióxido de carbono. Este proceso tiene la ventaja de utilizar la humedad de las plantas acuáticas, la que es requerida para la fermentación. El biogas quema pronto y se puede utilizar para cualquier aplicación, donde el gas natural es utilizado: para cocinar, como fuente de calefacción y de energía. Sin embargo, el biogas no puede ser comprimido en cilindros a menos que se separe el dióxido de carbono. Por lo tanto, no es práctico usarlo para combustible de máquinas. También se debe tomar en consideración que su uso requiere supervisión continua para mantener la producción de metano. A pesar que la adquisición del equipo para la fermentación puede ser simple y barata, la construcción requiere conocimientos técnicos, además de mantenimiento cuidadoso.
       Numerosas ensayos fallidos se han hecho en la alimentación de los animales con la masa de las plantas acuáticas. Esto es debido al alto contenido de humedad y minerales (sodio, hierro, potasio y calcio se presentan con niveles de 3 a 100 veces más altos que los hallados en los forrajes producidos en medio terrestre) en las malezas acuáticas. No obstante, cuando las plantas están parcialmente deshidratadas y ensiladas, son normalmente aceptadas por el ganado vacuno y ovino. Las malezas acuáticas son aceptadas también por los animales cuando estas son utilizadas como suplemento o mezcladas con otros forrajes.
      Mucha atención se ha prestado al uso de las malezas acuáticas como material de compost, en particular del jacinto de agua. Sin embargo, los resultados han sido variables en gran medida, lo cual está probablemente relacionado con la extensión del período de pre-secado de las plantas. La mayoría de las operaciones exitosas para producir composts a partir de malezas acuáticas comprenden la adición de suelo, ceniza, material vegetal fibroso y estiércol seco.
      Las plantas acuáticas al ser utilizadas como acolchado reducen la erosión, suprimen las malezas, disminuyen la evaporación y aumentan la humedad del suelo y el contenido de materia orgánica. El transporte es, sin embargo, el factor limitante. Esto puede solucionarse parcialmente si las plantas son secadas bajo los efectos de los rayos solares en las orillas del cuerpo acuático antes de su transportación.
2.-El uso adecuado de los herbicidas
            Las sales inorgánicas, tales como sulfato de cobre, se usaron para el control de malezas de hoja ancha en cereales hacia fines del siglo 19, pero el primer herbicida orgánico: DNOC (dinitro-ortocresol), no fue introducido hasta 1932. El uso extensivo de herbicidas de dosis relativamente bajas (1-2 kg i.a./ha) comenzó en 1945 con el lanzamiento de los herbicidas reguladores de crecimiento 2, 4-D y MCPA. El éxito de éstos condujo a una intensificación de la investigación y las inversiones, lo cual, a su vez, produjo nuevos grupos de herbicidas y compuestos en desarrollo. Se han descubierto nuevos grupos de herbicidas mediante la selección al azar en el invernadero y la subsiguiente modificación química (Tabla 1).
Tabla 1. Numero de herbicidas por grupos que han surgido de toxíforos individuales (según Parry 1989)
descubrimiento del 1er herbicida en el grupo
Grupo de herbicidas
número actual de herbicidas en el grupo
1945
fenoxiacéticos
17
1954
carbamatos
16
1956
triazinas
29
1965
dinitroanilinas
22
1970
difeniléteres
29
1980
sulfonilureas
16

En la edición de Weed Abstracts de mayo de 1993 se relacionan más de 300 ingredientes activos y alrededor de 200 están comercialmente disponibles, a escala mundial, aunque no todos se venden en todos los países. Algunos de los compuestos relacionados no ha sido comercializados por motivos económicos, ambientales o toxicológicos, mientras que otros se han retirado o no se han vuelto a registrar. Por ejemplo, el herbicida barban, para avena silvestre, ha sido sustituído por herbicidas más efectivos, mientras que el 2, 4, 5-T se ha retirado de muchos mercados debido a la toxicidad de un contaminante, la dioxina, encontrado en algunas muestras.
Los países industrializados y muchos en desarrollo actualmente desarrollan esquemas de registro para los plaguicidas, y, organizaciones internacionales, tales como el Grupo Internacional de Asociaciones Nacionales de Fabricantes de Agroquímicos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) de las Naciones Unidas, han elaborado guías detalladas de los datos que se exigen para el registro, incluyendo la toxicología, la posible acumulación en el suelo y en las cadenas alimenticias y los tiempos de su descomposición.
Toxicología. Antes de que un nuevo herbicida pueda venderse en cualquier país, tienen que suministrarse datos adecuados que demuestren que es seguro para que sea manipulado por el operador, y que los consumidores de los cultivos tratados no están bajo riesgo. Las toxicidades relativas se pueden comparar en forma de DL50 oral o dérmica aguda para ratas (dosis ingerida o absorbida a través de la piel que es letal en el 50% de un grupo de animales uniformes). Mientras que la DL50 aguda para ratas es util para establecer comparaciones generales entre compuestos, es ampliamente aceptado que presenta limitaciones y, por lo tanto, no se puede asumir que una alta (segura) LD50 para ratas sea segura para los humanos. Consecuentemente, también se realizan pruebas toxicológicas con otros mamíferos, incluyendo perros y primates. Con pocas excepciones, tal como paraquat, la mayoría de los herbicidas son de muy baja toxicidad (ver Tabla 2), presentando muchos compuestos valores de DL50 superiores a productos comúnmente consumidos, incluyendo aspirina, cafeína y sal común.        La formulación de un herbicida puede afectar su DL50. Así, bromoxynil es más toxico que bromoxynil octanoato.
      Una parte de los herbicidas que se aplican al cultivo, o al suelo en el que está creciendo, puede estar presente en la parte cosechada del cultivo, que puede ser consumido directamente o a través de productos animales. Se determinan los residuos del herbicida original y sus metabolitos en los cultivos y, basado en datos de estudios a largo plazo de alimentación animal, se estima el "nivel el nivel en que no se observa efecto alguno" (NOEL). Este se utiliza para derivar una "ingestión diaria aceptable" (ADI). Basado en estos datos de residuos, se establecen restricciones sobre qué cultivos que pueden ser tratados y sobre intervalos mínimos entre tratamiento y cosecha. En muchos países existe legislación para controlar los niveles máximos de residuos (MRL) de plaguicidas en alimentos humanos y animales, así como en los cultivos. Los herbicidas son los plaguicidas más usados en la Comunidad Europea, pero menos del 10% de los plaguicidas incluídos en la legislación sobre MRL son herbicidas. Esto refleja la baja toxicidad para los mamíferos de la mayoría de los herbicidas (Tabla 2), que son relativamente específicos en su acción a los procesos vegetales
      Los herbicidas son propensos a la descomposición en los microbios, plantas y animales y no son comunes los problemas de residuos de herbicidas si se utilizan de acuerdo a las instrucciones de las etiquetas.
Tabla 2. Toxicidad en los mamíferos de herbicidas representativos y productos químicos de referencia comunes en orden decreciente de DL50. oral aguda para ratas -mg/kg de peso corporal (adaptado de Worthington y Hance 1991 y Graham-Bryce 1989)
Herbicida
DL50
Herbicida
DL50
Toxicidad alta*
Paraquat
120
Endotal amina
206
Bromoxynil
190
Diquat
231
Bromoxynil octonoato
to 365
Cyanazina
288
Toxicidad moderada*
Diclofop-metil
563-693
Propanil
1870
2, 4-D sal sódica
666-805
Glufosinato
2000
2, 4-D isopropil
700
Fenoxaprop-etil
2357
CDAA
750
Metolachlor
2828
MCPA
800
Atrazina
3080
Metribuzin
1090
Diuron
3328
EPTC
1652
Fluazifop-butyl
3330
Alachlor
1800
Aciflurofen
3460
Baja toxicidad*
Asulam
>5000
Imazethapyr
>5000
Dalapon
>5000
Simazina
>5000
Glifosato
>5000
Sulfometuron-metil
>5000
Productos químicos comunes
DL50
Toxicidad*
Nicotina
50
Muy alta
Cafeína
200
Alta
Aspirina
1750
Moderada
Sal común
3000
Moderada
* Adaptado de guías de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE. UU..
Ø Organismos no objeto de la aplicación, suelo y agua.
Además de determinar los posibles efectos adversos sobre los humanos, el registro exige estudios toxicológicos sobre ciertas especies de aves, peces e invertebrados. Estos estudios tienden a realizarse en sistemas dinámicos de laboratorio, con algún seguimiento en estudios de campo. Estos incluyen pruebas de alimentación de toxicidad aguda y evaluaciones del efecto del herbicida sobre la reproducción. También se incluyen los efectos sobre lombrices de tierra y sobre la micro-flora.
       El destino y la persistencia del herbicida en el suelo, su potencial para contaminar las aguas superficiales y subterráneas, son de importancia clave en relación con la fito-toxicicidad para los cultivos subsiguientes y para la calidad del agua de beber. Los estudios de laboratorio aportan información básica, incluyendo solubilidad en agua, así como las propiedades de adsorción/desorción, lixiviación, velocodad de hidrólisis y de degradación microbiana en el suelo.
Los estudios de campo son esenciales para las instrucciones de las etiquetas, ya que la actividad, persistencia y movilidad del herbicida son afectadas por factores climáticos, edáficos y agronómicos.
Las etiquetas de herbicidas comerciales comúnmente relacionan tres nombres, que se ilustran aquí con referencia a glifosato:
1. El nombre químico describe la composición química del compuesto, por ejemplo: N-(fosfonometil) glicina.
2. El nombre común "glifosato" está aprobado por autoridades apropiadas, incluyendo el Instituto Británico de Estándares (BSI), la Sociedad Americana de Ciencia de Malezas (WSSA) y la Sociedad Internacional para la Estandarización (ISO). A veces se aprueba por diferentes autoridades más de un nombre, por ej. "endotal" (BSI) y "endotall" (WSSA).
3. El nombre comercial "Roundup" se usa con los propósitos de mercadeo y registro de la patente del producto. La compañía que desarrolló el producto tiene el uso exclusivo del mismo durante los 17 años que siguen a la aprobación de la patente.
La compañía Monsanto tiene varios nombres comerciales para el glifosato en dependencia de la formulación y el uso. "Roundup" y "Sting" contienen, respectivamente, 360 y 240 g e.a.*/l de la sal mono (isopropilamonio) de glifosato, más tensoactivo o surfactante.
          2.-Clasificación de los herbicidas.
Existen varias formas de clasificar los herbicidas, incluyendo como se usan, sus propiedades químicas y su modo de acción.
Método de uso. Los herbicidas se pueden aplicar al follaje o al suelo. Los que se aplican al follaje y afectan solamente la parte tratada se describen como herbicidas de contacto, mientras que aquellos que se trasladan mera del follaje tratado hacia un punto de acción en otro lugar de la planta se denominan herbicidas sistémicos. Los herbicidas de aplicación al suelo que generalmente afectan la germinación de las malezas, tienen que persistir por algún tiempo para ser efectivos y se denominan herbicidas residuales. Algunos herbicidas residuales tienen acción de contacto y afectan las raíces y los tallos en la medida en que emergen de la semilla, mientras que otros entran en la raíz y las partes subterráneas de la planta y se translocan a su punto de acción.
Tanto el tratamiento foliar como el tratamiento al suelo se describen en función del momento de aplicación y del desarrollo del cultivo.
    Los tratamientos de pre-plantación se aplican antes de la plantación del cultivo.
   Los tratamientos de Pre-plantación incorporada se refieren solamente a herbicidas activos en al suelo, aplicados antes de la plantación del cultivo y de la emergencia de las malezas e incorporados al suelo mediante labranza poco profunda.
    Los tratamientos de pre-emergencia se realizan siempre antes de la emergencia de las malezas. Esto pueden o no ser antes de la emergencia del cultivo.
    Los tratamientos de post-emergencia se aplican después que el cultivo y (generalmente) las malezas han emergido, pero en cultivos trasplantados el herbicida puede aplicarse antes de la emergencia de las malezas.
    Las aspersiones Post dirigidas se aplican después de la emergencia de las malezas y los cultivos, pero evitando el contacto del asperjado con los últimos.
Selectividad. La selectividad del cultivo y el espectro de control de malezas se usan a menudo en la clasificación de herbicidas, por ej., herbicidas para cereales y herbicidas para malezas de hoja ancha.
La clasificación mediante la descripción de laspropiedades químicasy elmodo de acción brinda un fundamento para comprender el comportamiento y la sintomatología en la planta de los herbicidas y en el presente capítulo se utiliza este enfoque
Formulación. Los herbicidas se fabrican en forma relativamente pura, que sa denomina herbicida de grado técnico. Este puede ser sólido o líquido, y raramente es adecuado para ser usado así en el campo. Por ejemplo, el herbicida para avena silvestre difenzoquat se fabrica en la forma de sulfato de metilo y es fácilmente soluble en agua (765 g/1), pero la solución acuosa de difenzoquat no tiene actividad herbicida a menos que se agregue un tensoactivo o surfactante no-iónico a la solución. El tensoactivo o surfactante facilita la retención y penetración del herbicida y se incorpora en el producto comercial, que es un concentrado soluble. El producto formulado de todos los herbicidas aplicados mediante asperjadoras tiene que ser soluble o miscible, en un vehículo conveniente, que es generalmente agua. Además de presentar buenos resultados en el campo, tiene que ser estable durante el transporte y almacenaje y ser capaz de soportar situaciones climáticas extremas.
      Al igual que los concentrados solubles, se formulan compuestos solubles en agua en forma de granulados dispersables en agua, que contienen sólidos molidos finamente combinados con agentes de suspensión y dispersantes (tensoactivos o tensoactivo o surfactantes). Se pueden echar directamente en el tanque de la asperjadora y verter limpiamente desde el envase (por ej., metsulfuron-metil).
      En el caso de compuestos con baja solubilidad, el ingrediente activo puede molerse hasta convertirlo en un polvo, mezclarlo con un portador inerte y un tensoactivo o surfactante y ser vendido como un polvo humedecible o humectable (por ej., ver formulaciones de simazina). Este tipo de formulación comunmente se mezcla con una pequeña cantidad de agua para formar una mezcla pastosa, antes de echarlo en el tanque de la asperjadora.
     Los polvos humedecibles han sido desplazados en gran medida por los concentrados suspensibles, también conocidos como "flowables", en los cuales el ingrediente activo finamente molido   se mezcla con tensoactivos y, en algunos productos, con otros solventes no tóxicos. Este tipo de formulación es más fácil y seguro de manipular que el polvo humedecible y se mezcla más fácilmente con el agua en el tanque de la asperjadora.
     Los ingredientes activos insolubles en agua, especialmente aquellos que son de aplicación foliar, se pueden disolver en un solvente orgánico, como el xileno, y mezclar con tensoactivos para formar un concentrado emulsionable. Estos se dispersan en agua para formar emulsiones oleosasen agua, las cuales tiene una apariencia lechosa típica (por ej.: fluazifop-butil).
     Por motivos de seguridad del operador y de impacto ambiental, se están sustituyendo los solventes orgánicos sintéticos por concentrados emulsionables basados en aceite vegetal y por novedosas formulaciones basadas en agua, como los "sistemas de estructurados de tensoactivo o surfactante".
   Mientras que la mayoría de los herbicidas se formulan para ser aplicados mediante asperjadora con agua como vehículo, un limitado número de ingredientes activos se aplican como formulaciones secas, en forma de granulados. Estos son partículas pequeñas, generalmente de menos de 10 mm3 de tamaño, y, típicamente contienen concentraciones de ingrediente activo entre 2% y 20%. Comunmente se usa un aplicador de granulados tirado por tractor o de tipo mochila, pero algunos granulados son apropiados para ser dispersados manualmente y son utiles en fincas pequeñas, donde no hay equipos de aplicación disponibles.
     La formulación de herbicidas volátiles como granulados retarda la pérdida del ingrediente activo como gas (por ej., triallate). Los herbicidas volátiles aplicados en agua como vehículo requieren de su incorporación al suelo para lograr una actividad aceptable.
   Varios herbicidas (por ej., 2, 4-D) son ácidos débiles y reaccionan con bases para formar sales y con alcoholes para formar ésteres.Las sales son solubles en agua, insolubles en aceite y tienen baja volatilidad, mientras que los ésteres son insolubles en agua, solubles en aceite y tienden a tener alta volatilidad. Los ésteres generalmente tienen una actividad herbicida superior a las sales, pero su alta volatilidad puede provocar daños a plantas que se encuentran fuera del área a tratar. Los ésteres de la mayoría de otros grupos de herbicidas, incluyendo los ésteres de ácido ariloxifenoxialcanoico (por ej. fenoxaprop-etil) no son volátiles.
     El contenido de ingrediente activo (i.a.) se expresa sobre la etiqueta del producto como g i.a./peso o volumen del producto y/o como % i.a. p/p (peso del i.a. como % del peso de i.a. + portador + formulantes). A menudo se describe el i.a. de las formulaciones de éster y sal de ácidos débiles como e.a. (equivalente ácido), ya que el ácido es el ingrediente fitotóxico liberado en la planta.
Mezclas. Mientras que algunos productos son formulaciones de un solo ingrediente activo (por ej., glifosato), la mayoría de los productos formulados son mezclas de dos o más ingredientes activos. Las mezclas aumentan el espectro de malezas controladas y/o combinan la actividad de contacto o sistémica con la residual (por ej., 2, 4-D más atrazina). En los productos formulados, los componentes de la mezcla han sido evaluados por su compatibilidad física y química en el tanque de aspersión, por efectos adversos sobre la fitotoxicidad contra las malezas y por su selectividad en los cultivos.
    Las mezclas de tanques consisten en la unión en el tanque de aspersión de dos o más productos herbicidas formulados independientemente y otros plaguicidas. Los beneficios de las mezclas de tanque son los ahorros que se pueden hacer en el tiempo consumido para la aplicación y menor cantidad necesaria del vehículo del asperjado (agua). Además, a menudo dosis reducidas de los herbicidas individuales son efectivas. Sin embargo, algunas mezclas han resultado antagónicas. Así, la actividad graminicida de haloxyfop-metil contra Sorghum halepense (L.) Pers. es antagonizada por acifluorfen y bentazon, mientras que los herbicidas fenoxi reducen el control de Avena fatua L. por diclofop-metil. Algunas mezclas de tanque aumentan la fitotoxicidad y pueden dañar al cultivo: por ejemplo, los insecticidas organofosforados y carbamáticos bloquean el metabolismo de propanil en arroz. Es de la mayor importancia cumplir las instrucciones de las etiquetas con respecto a las mezclas de tanque, y si se contemplan mezclas "no incluídas en la etiqueta", se debe evaluar su efectividad y seguridad para el cultivo antes de su uso rutinario. Como regla general, surgen más problemas con las mezclas de tanque de herbicidas de aplicación foliar que con los de aplicación al suelo.
Coadyuvantes. Los productos herbicidas comúnmente contienen tenso-activos o surfactantes y otros componentes para asegurar buenas características de almacenaje y facilitar su mezcla con el agua en el tanque de la asperjadora. Estos formulantes también ayudan a la retención sobre y la penetración dentro de las malezas objeto de la aplicación. Para ciertas malezas y bajo determinadas condiciones climáticas, se puede aumentar la acción del herbicida mediante tensoactivos o tensoactivo o surfactantes o coadyuvantes oleosos, que se mezclan en el tanque con el herbicida.
     Las moléculas de los tensoactivos o surfactantes tienen dos partes diferenciadas. El extremo lipofílico generalmente está compuesto de estructuras en forma de largas cadenas hidrocarbonadas o de anillos bencénicos y posee baja solubilidad en agua y alta solubilidad en aceite. La parte hidrofílica tiene una fuerte afinidad por el agua. Existen tres tipos principales de tensoactivos o surfactantes, determinados por la estructura química de la porción hidrofílica de la molécula. Los amónicos y catiónicos se ionizan en agua para formar sustancias cargadas negativa y positivamente, respectivamente. Los tensoactivos más ampliamente usados son los no iónicos, que son fáciles de usar y no son afectados por aguas duras. Los tensoactivos disminuyen la tensión superficial de las gótulas del asperjado y aumentan su cobertura sobre la superficie del follaje.
     Comúnmente concentraciones de los tensoactivos o surfactantes de alrededor de 0.1% del volumen del vehículo optimizan la retención y cobertura de las gotas del asperjado, pero la máxima acción del herbicida a menudo se alcanza con mayores concentraciones. La actividad de difenzoquat contra. Avena fatua     se maximiza a 0.5% de tensoactivo no iónico, óxido de alquil-fenol-etileno "Agral". El incremento de la actividad está asociada a una mejor penetración del ingrediente activo. Cuando se usa una dosis reducida de un producto, se reduce la concentración del ingrediente activo y de los formulantes en la solución de aspersión y, a menudo es necesario, especialmente con graminicidas, agregar tensoactivo o coadyuvante oleoso para asegurar una adecuada retención, cobertura y penetración.
      Los aceites vegetales contienen de 1 a 2% de tensoactivos o surfactantes y los concentrados de aceite vegetal contienen 15-20% de éstos y se usan a alrededor de 5 y de 1% del volumen de aspersión, respectivamente. Los componentes oleosos pueden ser de origen mineral o vegetal. Ellos son, a menudo, los mejores coadyuvantes para herbicidas con baja solubilidad en agua, y se usan, por ejm., con graminicidas, como fluazifop-butil, y con herbicidas de acción en el suelo, como diuron, para mejorar su actividad foliar.
     A veces se logra un incremento de la actividad del herbicida mediante la adición de fertilizante. Suwunnamek y Parker (1975) encontraron que sulfato de amonio mejoró significativamente la fitotoxicidad de glifosato contra Cyperus rotundus L.
      Un coadyuvante inadecuado puede provocar la pérdida de la actividad fitotóxica y/o daños al cultivo, y por lo tanto, sólo deben usarse los coadyuvantes recomendados en la etiqueta del producto para cada herbicida, maleza y situación de cultivo, o por un asesor local experto. Se recomienda enfáticamente la evaluación de los coadyuvantes bajo condiciones locales. Vea a Holloway (1993) por una amplia reseña sobre formulaciones y coadyuvantes.
Características de la aspersión.
     Dos de los factores más importantes que determinan la efectividad de la aspersión son el rango o espectro de tamaño de las gótulas y la cobertura del objetivo por el asperjado (Tabla 3).
     Las gotas pequeñas producen muy buena cobertura y se adhieren bien a superficies que son difíciles de mojar, como las hojas cerosas de gramíneas, pero están expuestas a la deriva (arrastre) y se evaporan rápidamente, especialmente a baja humedad relativa. Las gotas mayores tienden a rebotar y desprenderse de superficies "difíciles de mojar", pero, en este caso la deriva y la evaporación son un problema menor. Gótulas menores de 100 m de diámetro caen con relativa lentitud y, por lo tanto, son arrastradas por el viento y pueden causar daños severos a los cultivos susceptibles adyacentes y a la vegetación no objeto de la aplicación. No existe un tamaño de gótula ideal para controlar las malezas en el campo, ya que diferentes especies varían en las características de tamaño, hábitos, ángulo de la hoja, superficie foliar y en su posición en la copa. Para lograr una buena cobertura de estos objetivos diversos es mejor un amplio rango o espectro de tamaños de gótulas y la correcta selección de las boquillas de aspersión generalmente cumple este requisito.
Tabla 3. Densidad de gótulas cuando se asperja un litro uniformemente sobre 1 ha (según Matthews 1992).
Diámetro de gótula m
Numero de gótulas/cm2
20
2387
50
153
100
19
200
2.4
400
0.3
Asperjadoras de tipo mochila.
      El equipo más extensamente usado para aplicar herbicidas es la asperjadora de tipo mochila, accionada por palanca. Está consiste de un tanque plástico, o menos comúnmente de metal, que se situará de forma erecta sobre el suelo para su llenado y que se ajusta cómodamente sobre la espalda del operador. La capacidad del tanque típicamente varía de 10 a 20 litros, pero el peso total de la mochila llena no debe exceder de 20 kg.
     Para facilitar el llenado y la limpieza, el tanque debe tener una apertura amplia (90-100 mm de diámetro), que a menudo tiene acoplado un filtro grueso. La tapa debe tener un ajuste hermético y debe poseer un respiradero, con una válvula para evitar goteo del líquido de aspersión.
     Las mochilas accionadas por palanca las llevan por encima o por debajo del brazo. Las primeras son más fáciles de operar cuando se camina a través de vegetación alta, que se cruza sobre el entresurco, pero su uso es muy fatigoso y son más comunes las palancas debajo del brazo. La palanca acciona una bomba de tipo diafragma o de pistón. Las primeras son preferidas para bombear materiales abrasivos, como los polvos humedecibles, y las últimas se recomiendan para aspersiones de alta presión.
    La bomba de diafragma accionada por palanca es más usada para aplicación de herbicidas y típicamente es operada a presiones entre 100 y 300 K Pa (1 y 3 bar). Para mantener la presión de operación en la cámara la palanca debe ser accionada regularmente (aproximadamente 30 brazadas/minuto), pero si se usa un aguilón (boom) multiboquillas o una boquilla de alta entrega de líquido se debe aumentar la frecuencia del bombeo. Se mantiene una presión constante dentro de la cámara de presión mediante una válvula de escape de presión, que en algunas mochilas se puede ajustar cuando se requieren presiones de aspersión alternativas.
     Otro tipo de asperjadora de mochila es la de compresión o neumática, en la cual se presuriza el tanque con una bomba de aire antes de la aplicación. Se deja un espacio de aproximadamente 25-35% de espacio de aire sobre el líquido y la bomba de aire, a menudo, se acopla a la tapa. Las desventajas de este tipo de aspersión incluyen: la caída de la presión en la medida que el líquido se va distribuyendo y que se tiene que tener gran cuidado al desenrroscar la tapa para aliviar la presión interna del tanque.
Selección de boquillas.
   Las funciones de la boquilla son las de dividir el líquido en gótulas, formar el patrón de aspersión y controlar el flujo del líquido. Las boquillas pueden ser: de abanico (fan-jet), de cono y de inundación o de impacto (flood-jet). Las boquillas de abanico y de inundación (flood-jet) son las más usadas para aplicación de herbicidas. El patrón producido por una boquilla de abanico tiene un borde ahusado (adelgazado) formado por el líquido al ser forzado a través de un orificio elíptico (Fig. 1). La desintegración aleatoria de la lámina de aspersión que surge del orificio de la boquilla produce un amplio espectro de gótulas. Se obtiene una distribución uniforme cuando se usa más de una boquilla, mediante el traslape o superposición de las bordes adelgazados de las boquillas individuales.
     El patrón no uniforme de la boquilla de abanico plano la hace inadecuada para ser usada de forma independiente. Con asperjadoras accionadas manualmente, a menudo se usan las boquillas de punta de "aspersión uniforme" (even spray), las cuales producen una distribución uniforme del líquido a través de su patrón de depósito. Este tipo de boquilla es especialmente adecuada para aplicaciones en bandas. Las boquillas de inundación, también conocidas como deflectoras o de yunque (flood-jet), poseen una aspersión plana de ángulo ancho, que resulta de un chorro recto chocando sobre una superficie deflectora (Fig. 1). Generalmente producen una aspersión gruesa con un depósito bastante uniforme, y con un bajo riesgo de deriva. Estas boquillas están diseñadas para trabajar a presiones bajas (100 K Pa) y solamente se pueden acoplar a asperjadoras con válvula aliviadora de presión. Las boquillas de cono, usadas con asperjadoras de mochila producen un patrón de depósito de aspersión de cono hueco y generalmente son operadas a presiones más altas que las boquillas de abanico plano o de tipo deflectoras (de inundación o flood-jet). Se usan principalmente con fungicidas e insecticidas.

      La calidad de la aspersión, o rango de tamaño de gotas, se hace más fina en la medida que el tamaño del orificio de la boquilla de abanico se reduce, y aumentan el ángulo de la boquilla y la presión de aplicación. Inversamente, la calidad de la aspersión se hace más gruesa en la medida que se aumenta el diámetro de orificio y se reducen el ángulo de la boquilla y la presión de aplicación.
      Los espectros de gótulas comúnmente se describen mediante el diámetro de la mediana del volumen (DMV), calculado matemáticamente, que da un diámetro único. Las boquillas se clasifican, de acuerdo con su calidad de aspersión (DMV) en las categorías de "finas", "medias" y "gruesas" para usos normales, y "muy finas" y "muy gruesas" para usos especiales, por ejemplo, máquinas nebulizadoras y fertilizadoras, respectivamente. En la Tabla 4 se muestran algunas características de diferentes calidades de aspersión.
Tabla 4. Efectos de la calidad de la aspersión sobre la retención, la deriva y el uso.
Calidad de aspersión
Tamaño de gota* m
Retención sobre superficies foliares difíciles de mojar
Usado para
Peligro de deriva
Fina
101-200
Buena
buen cobertura
medio
Media
201-300
Buena
mayoría de los productos
bajo
gruesa
>300
moderada
herbicidas de suelo
muy bajo
* diámetro de la mediana de volumen de las gotas
     Las boquillas se fabrican de bronce, plástico, acero inóxidable o cerámica y este orden, de formas ascendente, refleja su costo y resistencia al desgaste. El riesgo de tupiciones se reduce acoplando filtros de malla fina (300 m de apertura) en el cuerpo de la boquilla. Estas se deben inspeccionar regularmente por su desgaste y se deben sustituir al menos anualmente.
      Las lanzas manuales incluyen un mecanismo de gatillo y un filtro y, en algunos casos una pieza en forma de T, para acoplar una válvula de presión, especialmente util en una asperjadora de compresión, que alerte al operador cuando se produce una caída de la presión. En dependencia del uso pretendido la lanza puede acoplarse a una sola boquilla o a un aguilón (boom) portando tres o cuatro boquillas.
Calibración de asperjadoras de tipo mochila.
    Es imprescindible calibrar la asperjadora antes de usarla, usando agua limpia como solución de aspersión. Se deben determinar tres factores básicos al calibrar la asperjadora: la velocidad de traslado, el caudal de la boquilla (según tipo y presión de aplicación) y el ancho de la estela.
     La velocidad de traslado se debe determinar sobre una superficie con vegetación similar a la que será tratada. Una velocidad típica de caminar asperjando es de 1 m/seg o 3.5 kph. El caudal de la boquilla se debe determinar recogiendo y midiendo el volumen de líquido de aspersión emitido en 1 minuto. Cuando se usan asperjadoras accionadas por palanca, ésta se debe accionar uniformemente, con brazadas completas, con el fin de mantener una presión lo más uniforme posible. Sí tiene acoplada válvula de regulación de presión, ésta se de colocar en un valor adecuado para la boquilla.
        El ancho de estela es la distancia de aspersión efectiva cubierta por la boquilla o aguilón (boom) acoplado. El ancho de aspersión de una sola boquilla de abanico (fan-jet) es típicamente estrecha, mientras que con una sola boquilla de inundación o deflectora (flood-jet) se obtiene un ancho de estela mayor. Habiendo determinado el caudal de la boquilla en litros/minuto, conociendo el ancho de estela y la velocidad de traslado, se puede calcular el volumen de aplicación (o solución final) por unidad de área.
               Caudal (1/min) = volumen de aplicación (1/m2)                estela (m) x velocidad(m/min)
   
Este valor se multiplida por 10 000 para obtener 1/ha.
Así, con un ancho de estela de 1 m, una velocidad de traslado de 60 m/min y un caudal de boquilla de 0.6 1/min, el volumen de aspersión por hectárea es:
              0,61/m x 10,000= 1001/ha                                 1m x 60m/min

Si el volumen de aplicación (solución final) es inadecuado, se pueden hacer ajustes pequeños variando la velocidad de traslado y/o la presión. Ajustes mayores exigen cambio de boquillas.
Para calcular la cantidad de producto comercial a echar en el tanque de la asperjadora, tome la dosis recomendada de la etiqueta del producto (1/o kg/ha) y multiplique por el volumen del tanque de la asperjadora (o por el volumen de aspersión necesario si es menor que un tanque lleno). Este valor se divide entre el volumen de aplicación en 1/ha (ver arriba),
Dosis(l o kg/ha) x volumen del tanque(litros)   volumen de aplicación
                                           
          Por ejemplo, si la dosis del herbicida es de 2.5 1/ha de producto comercial, la capacidad del tanque es de 20 l y el volumen de aplicación es de 1001/ha, el volumen de producto comercial a echar en el tanque es:  
    2.51/ha x 201 = 0.51 de producto comercial 1001/ha
                                                                        
          Asi, se deben añadir 0.5 1 del producto a 19.5 1 de agua en el tanque de la asperjadora. Muchas recomendaciones de herbicidas se ofrecen en dosis de ingrediente activo por hectarea. En los cálculos anteriores, se debe multiplicar la dosis de ingrediente activo por:
                    100    (% de ingrediente activo
                                                                                                                   Para obtener el peso o volumen de producto comercial requerido.
Mezclado de la solución de aspersión y llenado de la asperjadora.
      Los lugares de mezclado deben estar bien alejados de las vías o cuerpos de agua y otras áreas ambientalmente sensibles.
ü Lea la etiqueta del producto
ü Use ropa protectora adecuada
ü Agite en envase del producto solamente si así lo indica la etiqueta. Vierta y mida cuidadosamente la cantidad calculada.
ü Llene el tanque de la asperjadora hasta la mitad con agua limpia. Agregue el producto medido. Enjuague el recipiente de medición y vierta éstos en el tanque. Ajuste la tapa de la asperjadora y agite suavemente la asperjadora para mezclar su contenido. Retire la tapa, rellene con agua hasta el nivel correcto y mezcle de nuevo.
ü Deseche los envases vacíos con seguridad y, si es posible, devuélvalos a los suministradores.
Aspersión. Mantenga la lanza a la altura correcta sobre el objetivo para lograr el ancho de estela requerida y un depósito uniforme. Evite asperjar cuando la velocidad del viento esté por encima de 6 kph, ya que la deriva puede ser un problema. Además, un aire muy quieto y condiciones soleadas pueden producir corrientes de convección que pueden causar deriva en direcciones inpredecibles. Se puede reducir la deriva mediante una menor altura de las boquillas, menor presión y boquillas mayores.
El equipo de aplicación de disco giratorio o de gótulas controladas crea una fuerza centrífuga que divide el líquido en gótulas en la periferia del disco, que a menudo es aserrado para mejorar la uniformidad de la formación de gotas. El disco a menudo es accionado por un motor movido por baterías, pero algunos algunos son movidos por una bomba de aire manual. El líquido es llevado y depositado sobre el disco por gravedad y se aplican de 10 a 501/ha como una aspersión de media a gruesa. El volumen bajo de líquido de aspersión es especialmente útil donde el suministro o transporte del agua sea un problema. Otra ventaja del aplicador de disco giratorio es que el caudal del flujo y la velocidad del disco determinan el tamaño de las gótulas y, cuando se ajustan correctamente, los tamaños de las gótulas quedan en un rango estrecho de tamaños, permitiendo minimizar la deriva.
   El mayor uso de los equipos de aplicación de disco giratorio o de gótulas controladas ha sido para aplicación de insecticidas y fungicidas, con tamaños de gótulas en el rango de 50 -150 m. Para herbicidas son comunes tamaños mayores de gótulas, de 200 - 300 m are common.
    El asperjado proveniente de disco giratorio es menos fácil de ver que el de boquillas hidráulicas y se debe tener cuidado para evitar contaminar al operador y para asperjar en el área objeto de la aplicación. Algunos modelos son frágiles y la duración de las baterías y el mantenimiento han causado problemas. Algunas formulaciones de herbicidas, hechas especialmente para aplicación mediante discos, contienen un pigmento blanco, el dióxido de titanio, que hace más visible el asperjado y su estela.
Otros tipos de equipos de aplicación.
     Los equipos de aplicación de granulados están compuestos por una tolva, un mecanismo de medición y un dispositivo de distribución. Para tratamientos por manchones de las malezas se sostiene manualmente la tolva y el gatillo permite que un pequeño volumen de gránulos caiga a través de un tubo rígido que los descarga sobre las malezas. Para la aplicación de los granulados en bandas el dispositivo medidor comúnmente consiste en un rotor acanalado o estriado accionado por una rueda terrestre motriz. Los gránulos caen por gravedad en los canales o estrías y se descargan a través de los tubos de distribución. Este tipo de dispositivo se puede acoplar a una sembradora. Para distribución total (al voleo, sobre todo el área) los gránulos se proyectan sobre una boquilla de impacto y se dispersan mediante una corriente de aire producida por un ventilador accionado por motor. Algunos herbicidas granulados se pueden aplicar a mano.
"Frotadores", "rodillos", "mechas" y "sogas" de malezas. En estos dispositivos una solución moderadamente concentrada de herbicida alimenta una superficie absorbente, la cual es frotada o rodada sobre la maleza objeto de control. Solamente se trata un área limitada de la maleza, por lo que esta técnica solamente se puede usar con herbicidas fácilmente translocables, como glifosato.
    El tratamiento puede ser selectivo donde las malezas sean más altas que el cultivo. El traslado del ingrediente activo al objetivo es muy efectivo, pero existen pocos herbicidas adecuados y limitadas situaciones cultivo/malezas para esta técnica. Bajo condiciones de baja humedad los equipos de aplicación tienden a secarse y también se contaminan con polvo y material vegetal que limita su efectividad.
     Una regadera podría ser el único equipo disponible para aplicación de herbicidas en algunas fincas o predios pequeños, pero cuando se le acopla una roseta fina se puede usar para aplicar herbicidas.
    La calibración de estos equipos de aplicación lleva los mismos criterios descritos para las asperjadoras de mochila, o sea, la velocidad de traslado, el caudal del herbicida y el ancho de estela.
  Aspersión segura. La mayoría de las técnicas de aplicación entregan solamente una pequeña proporción del herbicida a la maleza objeto de la aplicación, mientras que el resto queda disponible a especies no objeto de la aplicación, que se encuentran en el medio y/o para contaminar las aguas superficiales o subterráneas.
    Para una aplicación segura y efectiva el operador de la asperjadora (agricultor) debe aplicar la dosis adecuada de herbicida en el volumen de agua adecuado, usando una correcta calidad de aspersión, en el momento óptimo.  Para más información sobre todos los aspectos de la tecnología de aplicación vea a Matthews (1992).
       Por razones económicas y ambientales, los agricultores de países industrializados están tratando de lograr un efectivo control de las malezas con uso reducido de herbicidas. Algunas de las técnicas pueden ser aplicables, si no se usan ya, al control de malezas en países en desarrollo.
        Las dosis recomendadas en las etiquetas se escogen para ofrecer una destrucción confiable de las malezas y selectividad del cultivo bajo una amplia variedad de condiciones de suelo y clima y en un rango de estadios de desarrollo. Sin embargo, la investigación y la experiencia práctica demuestran que en estadios tempranos de desarrollo y bajo condiciones adecuadas de suelo y de clima las dosis de muchos herbicidas se pueden reducir hasta un 50% sin disminución en la eficacia (Kudsk 1989).
     Cuando se trata una población mixta de malezas la dosis la determina la especie menos susceptible. Metsulfuron controla Papaver rhoeas L. y Stellaria media (L.) Cyr. al 10% de la dosis recomendada, pero se requiere la dosis completa para Galium aparine L.. Fluoxypyr es especialmente efectivo contra G. aparine y una mezcla de los dos herbicidas asegura el control de un grupo de malezas a dosis muy bajas (Caseley et al, 1993).
     La aplicación a manchones de malezas en lugar del tratamiento de campos enteros permite considerables ahorros. Por ejemplo, los manchones de Cirsiun arvense (L.) Scop. se pueden tratar con glifosato en trigo o cebada como un tratamiento pre-cosecha.
     Mochileros con lanzas manuales ofrecen un buen sistema para la aplicación por manchones, ya que el operador puede seleccionar el objetivo.
    La combinación la labranza mecánica con el tratamiento de herbicidas puede reducir sustancialmente el uso de herbicidas. Esto se logra comunmente mediante la aspersión en bandas sobre los surcos plantados y las labores de cultivo mecánico del área entre surcos.
      Después de las labranzas, las malezas desenraizadas o enterradas a menudo desarrollan nuevas raíces o tallos, respectivamente, lo cual les permite recuperarse. Esto es especialmente un problema bajo condiciones de suelo húmedo. El pre-tratamiento con dosis sub-letales (1-20% de las recomendadas) de herbicidas que inhiben el crecimiento, como las sulfonilureas, evita el nuevo enraizamiento y la recuperación de las malezas que han sido cultivadas (Caseley et al 1993). Este tipo de herbicida también se podría usar para regular el crecimiento de plantas de cobertura del suelo con el fin de reducir la competencia con el cultivo.
     Desde un punto vista puramente teórico, el uso de la carpa herbívora en el control de malezas acuáticas es un atractivo alternativo, pero es muy cuestionable si se debe recomendar para su uso al nivel del pequeño agricultor, ya que en la mayoría de los casos su manejo será difícil.
          Los usos prácticos de las malezas acuáticas, como actividad de apoyo en el control de malezas, no parece ser factible en general, salvo que se utilicen para compost o acolchado, y siempre que la distancia para su traslado no cree problemas de transportación.
    EVALUACIÓN DE RIESGO ECOLÓGICO DE CULTIVOS RESISTENTES A HERBICIDAS Y LA NECESIDAD DE UNA METODOLOGÍA DE MONITOREO
       El uso de cultivos genéticamente modificados resistentes a herbicidas e insectos aporta un número de beneficios al agricultor, particularmente en la economía del coste de producción y mejoramiento sustancial del control de las malezas. El uso de estos cultivos tiene una tendencia ascendente tanto en la agricultura de varios países industrializados como aquellos en desarrollo, pero aun así no dejan de existir determinadas preocupaciones alrededor de riesgos ecológicos derivado de su uso, como el potencial de flujo de genes de los cultivos resistentes (CR) a plantas silvestres emparentadas con la posibilidad de crear así malezas más adaptadas y agresivas en agricultura; probabilidad de que plantas espontáneas de los CR se conviertan en malezas en los cultivos subsiguientes o en campos vecinos; y otros efectos adversos sobre organismos no objeto de mejoramiento o control. A tales efectos, la FAO, con ayuda de un panel de expertos, ha elaborado un procedimiento para poder evaluar los riesgos ecológicos del uso de CR con un enfoque sobre el problema de las malezas, cuyos objetivos y contenido se describe brevemente. Igualmente se enfatiza la necesidad de una metodología de monitoreo de estos cultivos, ya que existen fuentes importantes de variación dentro de los sistemas cultivables, que no son factibles de reconocer a corto plazo. La metodología debe puntualizar aquello que se debe observar con regularidad en cada caso. Se reconoce que el monitoreo puede ser limitado en muchos casos, sobre todo en países en desarrollo, debido a la escasa disponibilidad de personal para este propósito o de otros recursos, pero es precisamente aquí en estas regiones donde más se necesita de este tipo de evaluación regular.
          Uno de los avances de los últimos tiempos en la agricultura resulta ser el uso de los cultivos genéticamente modificados, los que en muchos casos vienen dotados de resistencia sea a un organismo nocivo o algún agente químico, lo que al final brinda la posibilidad de aumentar los rendimientos y de reducir los costos de producción. La ingeniería genética ha igualmente facilitado el desarrollo de cultivos con mejoras alimentarias en su contenido. En fin, el desarrollo en este campo es ilimitado y podrá probablemente aportar aún mayores beneficios.
          La FAO (2000) reconoce que las inversiones en la investigación biotecnológica tienden a concentrarse en el sector privado y a orientarse hacia la agricultura en los países de ingresos más altos donde hay poder adquisitivo para sus productos, por lo que se hace necesario ayudar a los países de menores ingresos y recursos a beneficiarse de la investigación biotecnológica, manteniendo a la vez su acceso a una diversidad de fuentes de material genético, a la vez que propone una mayor financiación pública y un diálogo entre los sectores público y privado. Igualmente se busca constantemente de determinar los beneficios potenciales y los riesgos posibles asociados con la aplicación de tecnologías modernas para incrementar la productividad y la producción de plantas y animales. No obstante, los responsables de la formulación de políticas en relación con estas tecnologías siguen siendo los mismos gobiernos de los Estados Miembros.
          A pesar de todos estos progresos reales, no deja de ser una preocupación determinados riesgos potenciales, como pueden ser algunos de carácter ecológico, entre ellos el flujo de genes de resistencia del cultivo modificado a especies vegetales parientes del modificado, aparición de individuos espontáneos de la planta modificada en cultivos subsiguientes e incremento de la resistencia de determinadas especies producto del uso repetido y desmedido del agente al cual el cultivo modificado ya viene dotado de resistencia.
         En la mayoría de los casos la FAO (2005) se ha pronunciado por la implementación de un sistema de evaluación de base científica que determine objetivamente los beneficios y riesgos de cada organismo modificado genéticamente. El proceso de evaluación deberá tener en cuenta la experiencia adquirida por las autoridades nacionales de normalización al aprobar tales productos.
          Estado actual del uso de los cultivos                 genéticamente modificados (GM)
     Durante un período de nueve años (1996- 2004) se ha registrado un incremento del 47% del área de estos cultivos (ISAAA 2004). Si en 1996 solo se cultivaban 1.7 millones de hectáreas, en la actualidad esa cifra supera los 81 millón de ha. de cultivos GM.
      Según los registros del ISAAA, actualmente ya hay 6 países que superan el millón de ha. con cultivos GM, entre los que se incluyen tres países latinoamericanos, a saber Argentina (20% del total global), Brasil (6%) y Paraguay (2%), mientras que hay otros ocho, cuyas áreas superan las 100 000 ha, donde de nuevo aparecen otros dos países latinoamericanos, Uruguay (<1% del total global) y México (<1%). En Europa donde el cultivo de estos materiales están sumamente restringidos, encontramos que entre los dos países de mayor área con cultivos GM está España (<1%) a un nivel muy similar al de los últimos países latinoamericanos mencionados.
       En materia de tipo de cultivos, la soya ocupa el área mayor con 48.4 millón ha (60% de área global) seguido del maíz con 19.3 millón ha (23%), el algodón con 15.5 millón ha y la canola con 4.3 millón ha. El 72 % de estos cultivos son resistentes a herbicidas, lo que indica el enorme interés de estos materiales a fin de mejorar el manejo de malezas. Un 19% corresponde a cultivos resistentes a insectos, y el resto es de cultivos con combinación de resistencia a herbicidas e insectos.
        Toda el área cultivada con cultivos GM representa un 5% del área total cultivada a nivel mundial, lo que claramente indica el auge que van teniendo estos cultivos y la necesidad de usarlos adecuadamente.
Metodología para evaluación de riesgos ecológicos
       Mucho antes que la FAO organizara su primera consulta técnica de expertos en efectos ambientales de los cultivos genéticamente modificados (FAO, 2005), ya el área de malezas había organizado una primera reunión técnica sobre beneficios y riesgos de cultivos resistentes a cultivos transgénicos resistentes a herbicidas (FAO, 1998), cuyas conclusiones fueron:
1. preparar guías para la regulación de la introducción de los cultivos resistentes a herbicidas, incluyendo la evaluación de riesgo y el monitoreo después de su liberación de uso.
2. promover la capacitación apropiada en este campo para especialistas de las regiones de países en desarrollo, y países emergentes de ser necesario.
        Fue a partir de esas recomendaciones que se inició un proceso de cooperación con el Departamento de Malezas de la Universidad Agrícola de Dinamarca a fin de elaborar los procedimientos para evaluar los riesgos ecológicos de los cultivos resistentes a herbicidas e insectos con un enfoque en el problema de malezas (FAO, 2004). Como se observa el proceso fue prolongado e incluyó consultas vía correo electrónico con un buen número de especialistas, que incluyó malezólogos, especialistas de protección vegetal, ecólogos y otros, además de una reunión técnica en Dinamarca para discutir uno de los últimos borradores.
       En el procedimiento elaborado se expone claramente que la mayor preocupación del uso de cultivos resistentes a herbicidas radica en:
ü el potencial de flujo de genes de los cultivos resistentes (CRH/CRI) a plantas silvestres emparentadas con la posibilidad de crear así malezas más adaptadas y agresivas en agricultura; o en el caso de los CRI, ambos en el campo y en áreas naturales;
ü la posibilidad de que plantas espontáneas de CRH/CRI se conviertan en malezas en los cultivos subsiguientes o en campos vecinos;
ü efectos adversos sobre los procesos ecológicos y sobre organismos no objeto de mejoramiento.
       Este procedimiento describe el proceso de identificación de los peligros ecológicos asociados con la introducción de cultivos genéticamente modificados resistentes a herbicidas (CRH) o resistentes a insectos (CRI) tales como aquellos que llevan genes que codifican las endotoxinas de Bacillus thuringiensis y constituye la primera etapa de la evaluación del riesgo. Además de aconsejar el tipo de información técnica deba entregar el solicitante de un permiso a las autoridades competentes en la materia en el país.
       La evaluación se hace en función de claves diseñadas para la evaluación de los riesgos ecológicos basados en los escenarios relevantes más probables, como pueden ser:
ü El CRH/CRI será liberado en un sistema agrícola donde hay formas parentales silvestres o especies de malezas afines compatibles.
ü El CRH/CRI será liberado en un sistema agrícola donde hay un riesgo mínimo de flujo del gen a otras especies.
A partir de estos escenarios se derivaron las siguientes claves:
Clave 1: Probabilidad de que la capacidad competitiva de las plantas silvestres afines que existen en áreas no perturbadas sea alterada por la hibridación con cultivos transgénicos
Clave 2: Probabilidad de que se produzca un nuevo tipo de maleza en un área cultivable a través del flujo de genes entre el cultivo transgénico y especies afines
Clave 3: Probabilidad de contaminar a los cultivos o áreas no objeto de mejoramiento por medio de la dispersión del polen, de la semilla o los propágulos
Clave 4: Probabilidad de que el cultivo transgénico se convierta en un problema de plantas espontáneas en áreas cultivables o áreas silvestres
Clave 5: Probabilidad de incremento de la población de malezas resistentes a herbicidas
       Siempre que el cultivo GM no sea liberado en un área donde existan cultivos o germoplasma a fin al mismo, las posibilidades de riesgo por flujo de genes se reducen considerablemente. Sin embargo, hay escenarios no evaluados y donde pueden estar ocurriendo problemas aún no vistos o evaluados como bien puede ser el uso del arroz no transgénico resistente a inhibidores ALS a través de la manipulación de recepción de un gen de otra planta por vía de mutagénesis usando un mutágeno. Ese arroz dotado de resistencia puede ocasionar serios problemas de ser cultivado continuamente en áreas, donde la maleza principal sea el arroz maleza/rojo, que no es más que la misma especie del cultivo con hábitos de maleza. La resistencia del arroz maleza se convertirá en un problema y su solución es sencillamente la prevención cultivando el material modificado una sola vez y rotado con otros cultivos u otros tipos de arroz.
Si el cultivo GM se usa en áreas donde no existan parientes a adquirir resistencia, entonces el mayor fenómeno a que debemos enfrentarnos será la resistencia a herbicidas, justamente lo que indica la clave 5
          De todas formas y tal como concluyera la última reunión de expertos sobre efectos ambientales de los cultivos genéticamente modificados (FAO 2003), el cultivo de estos materiales debe se considerado en un plano más amplio del ecosistema para poder detectar los efectos sobre el ambiente y evaluarlos caso por caso. Tampoco es un secreto que el conocimiento sobre los efectos de estos cultivos es aún limitado por ser de reciente introducción y uso, por lo que el registro y recopilación de datos es esencial para poder prever posibles efectos a largo plazo y poderlos cuantificar.
    Existen muchas incógnitas y solo la práctica mostrará los efectos positivos y negativos.
La necesidad del monitoreo
    La reciente consulta de expertos sobre organismos genéticamente modificados y sus efectos en el ambiente (FAO 2005) enfatizó que el uso de cultivos GM debe poseer toda una tecnología de desarrollo, que incluya su evaluación previa antes de su liberación así como el monitoreo de los posibles efectos no posibles a evaluar en una temprana etapa de uso de estos cultivos.
       El monitoreo que se lleve a cabo debe reconocer que existen fuentes importantes de variación dentro de los sistemas cultivables, además de puntualizar aquello que se debe observar con regularidad en cada caso. Las capacidades para llevar a cabo el monitoreo son limitadas en muchos casos, sobre todo en países en desarrollo, pero es precisamente aquí donde pueden haber más preocupaciones por el uso de estos materiales.
       Lamentablemente poca información escrita se publica en revistas científicas sobre los problemas que ya se han derivado del uso de los cultivos resistentes a herbicidas. A voces de determinados especialistas se dice que el sistema de manejo de malezas se ha simplificado en extremo al utilizarse prácticamente un solo herbicida, lo que aumenta la selección de presión sobre las malezas, lo que provoca cambios de flora, por ejemplo, la aparición de Amaranthus tuberculatus, planta otrora sin ninguna importancia en las áreas de maíz y soya de EE.UU., que ha logrado predominar gracias a las prácticas imperantes de cero labranza, presencia aumentada de Commelina asiatica y Eriochloa villosa, ambas tolerantes per se al glifosato, y resistencia de Conyza canadensis al mismo herbicida. También se han encontrado algunos biotipos de Chenopodium album y Ambrosia artemisifolia, de los que se sospecha puedan ser igualmente resistente. A todo esto se suma que hay problemas de extensas poblaciones de plantas GM espontáneas en los cultivos subsiguientes, que requieren ser controladas con otros herbicidas. Más aún la práctica del uso de los herbicidas en el llamado MidWest de los EE.UU. muestra una carencia casi absoluta de semillas de plantas no GM (Owen, comunicación personal, 2004). Todo esto indica que los problemas de resistencia de herbicidas lejos de reducirse, aumentarán y su solución aconseja retomar el uso de herbicidas otrora utilizados, así como prácticas de cultivo ya en desuso. Es obvio que una reducción del uso de glifosato o de glufosinato-amonio, según sea el caso, deberá también tener lugar.
     Es por esta razón que el monitoreo se impone por encima de cualquier otra consideración de carácter contractual. Lo más importante en estos casos es:
ü Definir claramente los objetivos del monitoreo en consulta con los extensionistas y agricultores.
ü Identificar los riesgos y beneficios a evaluar.
ü Desarrollar una hipótesis sólida que sea verificable fácilmente en campo con un número limitado de indicadores.
ü Garantizar su regularidad (que no es más que la sostenibilidad del proceso).
ü Establecer los vínculos indispensables investigación-extensión- sector productivo para su mejor desarrollo.
Estrategia de uso de herbicidas
      Una de las herramientas más comunes utilizadas para el control de malezas de ciclo Otoño Inverno Primaverales es la utilización de Glifosato más Sulfonilureas genéricas. La utilización de esta estrategia es cada vez menos efectiva y el control de malezas de hoja ancha en cultivos como trigo o cebada se ve cada vez más comprometido. Escapes de Viola y Rama Negra son cada campaña más frecuente a pesar del uso de Sulfonilureas genéricas.
    Por otra parte, la campaña pasada se observaron nacimientos de Rama Negra hacia el mes de septiembre en lotes que habían sido tratados con Metsulfurón Metil genérico en el mes de Mayo, lo que generó problemas en el control de esta maleza al momento de la siembra de soja.
      En este sentido Dupont Agro tiene en su portafolio de productos a FINESSE®,  el herbicida que por sus principios activos controla no solo malezas emergidas, sino aquellas que están por emerger y asegura 30 días más de residualidad que cualquier otro tratamiento en Barbecho Químico con Sulfonilureas genérica. FINESSE® es una mezcla de Clorsulfurón mas Metsulfurón Metil en una proporción muy baja, que brinda mejor espectro de control de malezas de hoja ancha en trigo, pudiendo ser aplicado desde pre emergencia hasta post emergencia con el cultivo en macollaje. Es también un producto autorizado para ser utilizado en sojas STS, lo que brinda un excelente espectro de control en barbechos químicos, en especial en el control de malezas difíciles para el glifosato como la Rama Negra, Viola, Parietaria, etc.
      La eficiencia de control de FINESSE® por sobre las Sulfonilureas genéricas se ve claramente en el tipo y cantidad de malezas presentes al momento de cosecha del cultivo de trigo. Controles de malezas difíciles en trigo significan menos problemas de control de las mismas en sojas de segunda al momento de su implantación. Esto facilita el manejo de malezas en un cultivo donde es fundamental ahorrar recursos hídricos para lograr maximizar rendimientos y lograr rápidos desarrollos de plantas que cubran el surco con rapidez y permitan interceptar en forma más eficiente la energía lumínica.
ü Las lluvias de mayo, indudablemente, dejaron saldos positivos, tanto para los distintos cultivos agrícolas como para mejorar el rico manto freático que posee la provincia de Ciego de Ávila.
Unas de las principales beneficiadas con el régimen de precipitaciones, fueron las plantaciones de caña, que hoy por hoy gozan de un excelente estado vegetativo, además de dejar una humedad residual que favorece, también, las siembras que se realizan para garantizar la materia prima que demandarán las venideras zafras.
     No obstante, esa bondad ha propiciado que, en la generalidad de las áreas dedicadas al vital cultivo, haya una explosión en cuanto a los niveles de enyerbamiento, favorecido por el atraso existente en el combate integral (limpia manual, cultivo mecanizado y riego de herbicidas).
    Hasta mayo era muy marcado el retardo en el caso de la aplicación de productos químicos, debido a la poca humedad existente en los suelos y a hacer mayor uso del desbroce con guataca, con el fin de poder disponer de mayor cantidad de herbicida en la etapa lluviosa, cuando es más efectivo.
        Al respecto, el ingeniero Carlos Alberto Martínez, jefe del Grupo de Caña en la Empresa Azucarera de esta central provincia, precisó que para este mes se han propuesto tratar químicamente unas 60 000 hectáreas de la gramínea, para lo cual cuentan con los hombres, medios e insumos necesarios.
    Agregó que la priorizada tarea se ha discutido y coordinado en todas las unidades productoras de la provincia, pues es decisivo lograr una buena participación de todo el personal, tanto en esta como en el resto de las atenciones culturales, para dejar las plantaciones limpias al término de este mes.
     La fuente puntualizó que la fertilización detrás del corte está a más del 85 por ciento y se ha previsto concluir ese beneficio en junio, etapa en que está programado, como un complemento, el tiro de Fitomas, un bioestimulante natural derivado de la industria azucarera, a unas 12 000 hectáreas, que contribuye a mejorar los rendimientos entre tres y cuatro toneladas por hectárea.
      De igual forma, hacen énfasis en el empleo eficiente de los equipos destinados al cultivo mecanizado, y extreman las medidas para garantizar su incorporación en aquellos lugares que la humedad lo permita.
      Todas las acciones están centradas en limpiar la mayor cantidad de las áreas en el período que más lo necesitan. No se puede perder de vista que esta batalla, junto a la siembra, es vital en la aspiración de alcanzar saldos superiores en la venidera temporada de zafra.             
chapea
La utilización de herbicidas en los cultivos de leguminosas en Jaén
      Las opciones de control de malashierbas dicotiledóneas o de hoja ancha se basan en la utilización de herbicidas residuales, generalmente combinando dos materias activas.
     Por el contrario, para el control de gramíneas se recurre habitualmente a herbicidas de postemergencia, lo que permite tratar únicamente las parcelas o las zonas de la parcela donde la densidad de malas hierbas es más elevada.
     Los herbicidas que se describen a continuación son los que se utilizan normalmente en Jaen.
A: Control de dicotiledóneas
Ø PENDIMETALINA
Herbicida residual, de acción radiculary de contacto, registrado en leguminosas (pendimetalina 45,5%) y en guisante verde y judía de grano (pendimetalina 33%) que se aplica en preemergencia del cultivo inmediatamente después de la siembra y en presiembra, y en cualquier caso nunca cuando el cultivo se encuentra en periodo de nascencia. También tiene acción sobre plántulas recién nacidas.
Para un mejor control de las hierbas, es preferible que la superficie se encuentre finamente preparada, sin tormos y sin restos vegetales en superficie.
    Necesita que el suelo este húmedo, por lo que una precipitación o un riego breve favorecen su eficacia.
Dosis: Generalmente se aplica acompañado de otro producto para ampliar su espectro, principalmente sobre gramíneas. Cuando se aplicasolo varía de 1300 a 2000 g de materiaactiva por ha, las más elevadas en suelos pesados. Cuando acompaña a otros productos la dosis suele ser de 1000 g de materia activa por ha.
DESCRIPCIÓN DE LOS HERBICIDAS
       La situación actual de los tratamientos herbicidas en leguminosas es muy complicada. Se disponen suficientes materias activas para controlar malas hierbas de hoja estrecha, pero el control de especies de hoja ancha se basa en muy pocos herbicidas, que tampoco se pueden utilizar en todos los cultivos de leguminosas. En leguminosas grano se dispone de varias alternativas como aclonifen, bentazona, pendimetalina e imazamox+pendimetalina (sólo guisante). La autorización de una nueva formulación de pendimetalina (Stomp Aquacap) es una nueva herramienta para todo el conjunto de leguminosas.
            En general, no existen muchas posibilidades de elección por lo que es fácil entender que mucha superficie no se trata con herbicidas.
JAÉN AGRARIO
     Buena eficacia contra Verónica hederifolia, Papaver rhoeas (ababol), Fumaria officinalis y algunas dicotiledóneas de verano como Chenopodium album (cenizo) y Amaranthus.
Su eficacia es media o irregular frente a margaritas, crucíferas, Polygonum aviculare y P. convolvulus. También controla Poa annua.
Ø LINURON
Herbicida residual de absorción radicular para aplicación en pre-emergencia del cultivo. Se deberán observar las condiciones de suelo para herbicidas radiculares descritas en el apartado de pendimetalina. No se aconseja su aplicación en suelos arenosos cuando el contenido en materia orgánica es muy bajo.
Dosis: Se comercializa del 45% y 50% y esta autorizado en guisantes y habas verdes y judías para grano a la dosis máxima de 1l/ha.
         Al limitarse la dosis máxima a 1 l/ha, se ve reducida la eficacia contra las malas hierbas que tenía reconocida.
         Los mejores controles se obtienen sobre compuestas (margaritas), crucíferas (láginas), ababoles y cenizos entre otras, sin embargo, no es suficientemente eficaz para otras malas hierbas habituales en estos cultivos en nuestra zona (Fumaria officinalis, Veronica hederifolia, etc). Para ampliar el espectro también puede ser utilizado en un programa de desherbaje con otros herbicidas.
       Se trata de un producto categoría T (tóxico), además es carcinogénico categoría 3, es tóxico para la reproducción categoría 3 y tóxico para la reproducción categoría 2 que lleva asociadas las frases de riesgo R40, R43, R61 y R62 entre otras dependiendo de los formulados.
Ø ACLONIFEN (CHALLENGE)
         Herbicida residual de acción radicular y de contacto que actúa sobre las semillas en germinación y sobre partes aéreas jóvenes de las malashierbas. Se aplica preferentementeen preemergencia del cultivo aunque también es posible aplicarlo en postemergencia en algunas especies.
        Una vez aplicado forma una capa en el suelo que debe ser atravesada por las malas hierbas al nacer por lo que es muy importante no dar labores o pasar un rulo que destruya esa capa para no reducir la eficacia. Mejor eficacia al aplicarlo sobre suelo húmedo y finamente preparado, sin tormos.
Dosis: de 2’5 a 4’5 l/ha en preemergencia. En post-emergencia precoz de 1,25 a 1,5 l/ha. Presenta una buena eficacia sobre crucíferas, sobre todo Capsella bursa-pastoris y Sinapis arvensis. También se obtienen buenos resultados contra Stellaria media, mejor en las aplicaciones de pre-emergencia. Debe ser complementado con otro herbicida para ampliar el espectro de control. En post emergencia es fitotóxico en cultivos como habas y judías que se acentúa si la temperatura es baja.
         En el caso de habas el cultivo se recupera, excepto en los casos de temperaturas muy bajas, aunque puede penalizar el rendimiento.
Ø IMAZAMOX (PULSAR)
          Herbicida residual de absorción radicular y foliar con acción sistémica. Se deberán observar las condiciones de suelo para herbicidas radiculares descritas en el apartado dependimetalina.
Dosis: En alfalfa se aplica en postemergencia a partir de la 4ª hoja en el año de la siembra a 1,25 l/ha. Asociado con pendimetalina (Mutual) se aplica en pre-emergencia en guisante a 3-4 l/ha.
      Es una materia activa eficaz contra crucíferas, Veronica hederifolia, Fumaria officinalis y Polygonum aviculare. La eficacia sobre Stellaria media es buena pero irregular.
       En alfalfa está autorizado en el primer año de implantación. En guisante la combinación con pendimetalina, resulta muy interesante por su amplio espectro de control, incluidas algunas especies de gramíneas.
       Mutual está clasificado en la categoría NT (tóxico), es tóxico para la reproducción categoría 2 y lleva asociadas las frases de riesgo R43 y R61 entre otras.
Ø BENTAZONA (BASAGRAN)
Herbicida no residual, de acción foliar por contacto para aplicaciones de post-emergencia de las malas hierbas. Para obtener buena eficacia se debe tratar sobre malas hierbas poco desarrolladas (hasta 6 hojas), en crecimiento activo y con alta humedad en el ambiente (HR >60%). Lluvias que ocurran 4 horas después de la aplicación no afectan a la eficacia.
     Para evitar daños se aplicará sobre cultivos en buen estado vegetativo, evitando periodos de heladas, temperaturas superiores a 25 ºC o fuerte amplitud térmica.
Dosis: En función de la especie, su densidad y su grado de desarrollo se utilizarán dosis de 1,5 - 2 l/ha de formulados con 48% de riqueza. Controla crucíferas (láginas) y Stellaria media pero no es eficaz contra Fumaria officinalis, Papaver rhoeas (ababol) ni Veronica hederifolia. Es eficaz contra dicotiledóneas de verano como Amaranthus y Solanum nigrum (tomatito) pero no es suficientemente eficaz contra Polygonum aviculare ni tampoco contra Fallopia (Polygonum) convolvulus si está desarrollado.
            B:Control de monocotiledóneas
      Aunque los herbicidas comentados en el apartado anterior tienen cierto control de gramíneas, Poa annua principalmente y también de Alopecurus myosuroides (cola de zorra) o Lolium rigidum (vallico, lluejo) y rebrotes de cereal, cuando la densidad es elevada, es necesario recurrir a aplicaciones de post emergencia con cualquiera de los antigramíneos autorizados en el cultivo.
Ø GRUPO DE HERBICIDAS FOP O DIM
      Engloba a las siguientes materias activas actualmente registradas en España, cicloxidim (Focus ultra), cletodim (Centurion Plus y Select,), tepraloxidim (Aramo), diclofop (Iloxan y otros más), fluazifop-p-butil (Fusilade Max), propaquizafop (Agil), quizalofop-p-etil (Nervure súper, Master D y otros) y quizalofopp- tefuril (Panarex).
       Se trata de productos de absorciónfoliar con acción sistémica que carecen de actividad residual destacable por lo que se aplicarán cuando se considere que la mayor parte de las malas hierbas ya han emergido.
     Pueden aplicarse en tiempo frío, mejor si no llegan a producirse heladas. Sin embargo es condición necesaria para todos ellos que haya humedad en el suelo, que la humedad relativa del aire supere 60% durante y después de la aplicación, y que las plantas se encuentren enperiodo de crecimiento activo. De esta forma se facilita la absorción del producto y se gana en eficacia.
     No deben aplicarse cuando el cultivo esta sometido a condiciones de estrés (hielos continuados, periodo de sequía, contrastes térmicos importantes entre día y noche) porque pueden producir fitotoxicidad. Generalmente lluvias que ocurren una hora después de la aplicación no afectan a la eficacia del tratamiento.
     La dosis debe modularse en funcióndel estado de la mala hierba, su densidad, las condiciones climáticas antes comentadas y puede reducirse al añadir un aceite parafínico. Son eficaces contra la mayoría de las especies gramíneas, incluidos rebrotes de cereal. Sólo cletodim tiene eficacia sobre Poa annua (mejor en estados precoces de desarrollo). No son eficaces contra Vulpia sp.
        En las parcelas donde se sospeche que la población de vallico (Lolium rigidum) u otras gramíneas es resistente a los herbicidas del grupo A que se aplican habitualmente en los cereales, debe tenerse en cuenta que se trata del mismo grupo de herbicidas y por tanto tampoco resultarán eficaces, sino que se utilizarán los que se describen a continuación.
Ø PROPIZAMIDA (KERB)
     Herbicida muy residual, de absorción radicular y acción sistémica. Debe aplicarse en pre-emergencia de malas hierbas o cuando están poco desarrolladas.
      Mejora la eficacia cuando se produce una lluvia después de la aplicación. Su uso se recomienda en otoño o invierno y puede aplicarse cuando el suelo está helado
Dosis: Se aplican 700 g de materia activa/ha en cultivo de alfalfa durante la parada invernal.
       Eficaz contra la mayoría de las gramíneas incluida Poa annua, también tiene acción interesante contra algunas dicotiledóneas como Papaverrhoeas (ababol), Stellaria mediay Veronica hederifolia.
Ø METRIBUZINA (VARIOS)
Herbicida residual de absorción principalmente radicular y en menor medida foliar, con acción sistémica.
      En alfalfa se aplica cuando el cultivo tiene más de dos años, en reposo invernal y con hierbas poco desarrolladas.
Dosis: 0,75 kg/ha. Eficaz sobre numerosas hierbas de hoja ancha como ababol, crucíferas (floridas y otras), Fumaria officinalis, compuestas (margaritas), Veronica officinalis, Amaranthus sep (bledos), Chenopodium sp (cenizos) y también sobre gramíneas como Alopecurus myosuroides (cola de zorra), Lolium rigidum (vallico o lluejo) y Poa annua.
Ø CARBETAMIDA (LEGURAME PM)
Herbicida residual de absorción radicular principalmente y foliar en menor medida. Para una buena eficacia debe aplicarse sobre suelo húmedo y con humedad ambiental elevada.
     Se debe aplicar en preemergencia de las malas hierbas o en postemergencia precoz. Utilizable en cultivos de alfalfa de más de 2 años en el periodo de parada invernal.
Dosis: 2,5 a 4 kg/ha para el control de gramíneas anuales, incluida Poa annua.
Ø ASULAM (ASULOX)
        Es un herbicida sistémico que seabsorbe tanto por raíces como porhojas. Controla hierbas en pre y post emergencia. No se podrá utilizar después del 31 de diciembre de 2012. En alfalfa se aplica con el cultivo ya establecido a la dosis de 6 l/ha.
      Su efecto es más rápido con temperaturas elevadas pero no es recomendable su empleo en condiciones secas y muy calurosas. Eficaz contra dicotiledóneas principalmente, es un herbicida interesante para el control de Rumex sp (tabaquera).
Ø BENFLURALINA (QUILAN)
         Herbicida residual de absorción radicular y acción por contacto sobre las semillas de malas hierbas inmediatamente de iniciada su germinación.
          De aplicación en presiembra con incorporación inmediata para evitar su volatilización. Debido a su persistencia puede ser aplicado varias semanas antes de la siembra.
         No se recomienda su aplicación en suelos con un contenido en materia orgánica muy elevado. No se sembrarán cultivos de gramíneas hasta pasados un mínimo de 6 meses a 1 año según la cantidad precipitada.
        Registrado en alfalfa a la dosis de 6,5 - 9,5 l/ha y en lenteja a 5,5 l/ha. Eficaz contra muchas gramíneas, incluida Poa annua, también eficaz contra dicotiledóneas como Chenopodium album, Papaver rhoeas, Polygonum convolvulus y Stellaria media. Su control es insuficiente contra Fumaria officinalis y Veronica hederifolia.
Ø CLOMAZONA (COMMAND)
         Es un herbicida autorizado en guisante y judía verdes a una dosis máxima de 0,25 l/ha. Es sistémico y actúa por contacto en pre-emergencia de las malas hierbas.
Es interesante utilizarlo como complemento a otros herbicidas que no controlen algunas hierbas como compuestas, Capsella bursa-pastoris y Stellaria media.
                                          FUTURO
JAEN AGRARIO
         En el Perú existen más herbicidas para estos cultivos, y de hecho en Jaénexisten registradas 20 materias activas para su uso en guisante proteaginoso, bien para siembras de invierno o de primavera. La nueva reglamentación peruana habilita la figura de “reconocimiento mutuo” para facilitar el registro de un producto en una provincia cuando ese producto ya lo está en otra provincia comunitaria con una climatología parecida. Es de suponer que por este mecanismo puedan autorizarse nuevas materias activas para su uso en leguminosas en Jaén.
         En los apartados anteriores, se han detallado aquellos productos con una toxicología relevante (tóxicos) o con aspectos peligrosos referentes a carcinogénesis, mutagénesis o tóxicos para la reproducción (CMR) que llevan asociadas algunas de las siguientes frases de riesgo R40, R43, R61, R62, R63 y R68. La trasposición de la Directiva
       En el  2009/128/CE de uso sostenible de los fitosanitarios a la legislación española, prevé la restricción de mezclas de fitosanitarios atendiendo a su toxicología y a la presencia de ciertas frases de riesgo.
       Para un control de malas hierbas eficaz, es necesario integrar todas las herramientas existentes, apoyándose principalmente en las técnicas culturales.
ROTACIONES: La presencia de malas hierbas en una parcela no es una casualidad, sino que es el reflejo del manejo que se ha realizado en ella durante muchos años. Por eso el control de la flora arvense, debe contemplarse en el conjunto de la rotación y utilizar los herbicidas adecuados en cada cultivo, sopesando la incidencia de las malas hierbas en ese cultivo y en los cultivos siguientes. Si se prevé la incorporación a la rotación de cultivos como las leguminosas e incluso la colza, con escasa posibilidades de empleo de herbicidas eficaces contra la flora presente, se deberá hacer hincapié en algunas especies los años que se siembran de cereal, puesto que existen productos mucho más eficaces para el control de malas hierbas y especialmente de dicotiledóneas.
FECHA DE SIEMBRA: Generalmente las siembras del principio del otoño presentan mayores infestaciones de malas hierbas. Una buena opción consiste en realizar la preparación del terreno para la siembra en las fechas habituales y retrasarla unos días para eliminar las hierbas nacidas con un laboreo previo a la siembra. Cuanto mayor sea el retraso, mejor será la eficaciaobtenida.
INTERCULTIVO: Entendiendo como tal el periodo que va desde la cosecha hasta la siembra del cultivo siguiente, es una época apropiada para favorecer la germinación de las semillas que se encuentran en la parcela y eliminarlas bien por métodos mecánicos o con herbicidas no residuales aplicados en presiembra. Esta técnica, consistente en realizar cualquier laboreo muy superficial inmediatamente después de la cosecha para poner las semillas en condiciones de germinar, aunque solo será eficaz si se producen lluvias en ese periodo.
BARBECHO: Como un periodo intercultivo de más de un año de duración es un gran momento para gestionar la flora en la parcela, laboreando en su momento y destruyendo las malas hierbas siempre antes de que lleguen a producir semillas. Por el contrario, un año de barbecho donde se permite la producción de semillas de malas hierbas, puede infestar la parcela para muchos años.
LABOREO: Especies vivaces con órganos de reserva subterráneos como los cardos, presentan muchas dificultades para su control en el cultivo de leguminosas. En casos de graves infestaciones necesitan un laboreo profundo, mejor con vertedera, para desenterrar los rizomas.
          El laboreo con volteo es una buena herramienta para controlar especies de semillas de vida corta como Bromus sp y Lolium rigidum que no germinan cuando están profundas. Por el contrario, siembras directas o laboreos sin volteo no sacan a la superficie las semillas de las capas profundas y permite controlar especies de semilla de vida larga como Avena sp. y Papaver rhoeas (ababol).
         En la Tablla 3 se presenta la frecuenciade aparición de diferentesespecies según el laboreo utilizadoen el cultivo. En rojo las especies que se ven favorecidas, y por lo tanto aumentan con ese tipo de laboreo. En verde las especies que se ven perjudicadas por ese laboreo, y por tanto disminuyen.
DESHIERBE MECANICO: Una vez nacido el cultivo y las malas hierbas, se puede recurrir a deshierbes mecánicos. Es el caso de la bina o escarda entre líneas para cultivos que se siembren a la distancia suficiente que permita el paso del apero. En los cultivos con líneas de siembra muy juntas, se puede realizar la escarda con una grada de varillas flexibles.
         En ensayos realizados en Jaén entre 1990 y 1998 se obtuvo una eficacia con una grada de varillas flexibles en un cultivo de cereal contra crucíferas (Sinapis arvensis y Diplotaxis erucoides) que osciló entre el 65% y 95% con una media en 74%.
Con la misma metodología se obtuvieron eficacias contra ababol (Papaver rhoeas) entre 66% y 91% con una media en 83%. Los cultivos de leguminosas también pueden desherbarse con este apero, aunque sufren mayor daño por rotura de las hojas y plantas.
MARCO CONCEPTUAL
1. MÉTODOS DE CONTROL DE LAS MALAS HIERBAS
1.1. Métodos preventivos.
      Los métodos preventivos tratan de evitar que nuevas semillas de malas hierbas lleguen a introducirse en un cierto campo o región. Los más importantes son:
a) Limpieza de semilla: En las siembras o plantones no deben existir semillas o brotes de malas hierbas.
b) Limpieza de maquinaria: Es conveniente emplear máquinas limpias para las labores de establecimientos de cultivo o para su recolección, especialmente si proceden de campos infectados de malas hierbas.
c) Limpieza de márgenes: Las zonas próximas a los campos de cultivo (bordes de caminos, vías férreas, lindes de campos, etc) constituyen una fuente permanente de semillas de malas hierbas. Es por ello importante impedir que, las plantas presentes en estas zonas, lleguen a producir semillas y a introducirse en los sembrados.
1.2 Métodos culturales.
a) Rotaciones de cultivos: Cuanto más diferentes sean los cultivos utilizados en la rotación, bien sea por sus fechas de siembra, por sus características biológicas o por las prácticas agronómicas asociadas a dichos cultivos, menores oportunidades existen de que una especie llegue a constituirse en problema.
b) Empleo de cultivos competitivos: En general, las variedades que poseen un desarrollo rápido y vigoroso, una elevada altura o un follaje espeso, son mejores competidoras que variedades de talla baja y escaso vigor.
1.3. Métodos mecánicos.
a) Laboreo: Una de las razones que justifican el uso del laboreo es su acción destructiva sobre las malas hierbas. Los efectos causados por las operaciones de laboreo pueden ser muy variables dependiendo del tipo de apero, del tipo de malas hierbas presentes y de las condiciones y momento en las que se ejecuta la operación.
b) Siega: Es uno de los métodos más apropiados para el control de las malas hierbas. Es conveniente realizarla antes de que las malas hierbas lleguen a alcanzar demasiado desarrollo. De esta forma, no solo se reducen los perjuicios inmediatos causados por estas plantas, sino que además se evita que las especies anuales lleguen a reproducirse.
Aunque la mayoría de las especies se vean perjudicadas por esta práctica, las especies más rastreras y diversas perennes se ven favorecidas por estas operaciones, Esta diferencia de comportamiento puede ser de interés en los casos en los que por razones del sistema, o de control de la erosión, se necesita detener las malas hierbas mas nocivas, manteniendo una cierta cobertura vegetal.
Ilustración 2 Equipo para la siega mecánica de la cubierta vegetal.
c) Escarda manual: Este método es tan antiguo como la agricultura misma, y se emplea sobre todo en pequeñas explotaciones de pequeño tamaño, donde la mano de obra es abundante y barata. Este método puede ser de interés en las grandes explotaciones, cuando las malas hierbas son de una gran novicidad, o sólo se encuentren algunas plantas dispersas por el campo. En cualquiera de los casos, este método se utiliza como un componente de programas de reducción o erradicación, constituyendo un valioso complemento de los tratamientos herbicidas o de las escardas mecánicas.
d) Cubiertas: La colocación de bandas de plástico negro entre las líneas de cultivo es una manera eficaz de controlar las malas hierbas en cultivos de alta rentabilidad. Esto impide que penetre la luz y así previene el desarrollo de las especies anuales, aunque las especies perennes son capaces de continuar su crecimiento, a pesar de la presencia de las cubiertas. Una forma diferente de usar las cubiertas de plástico es la solarización, que consiste en la colocación de una lámina de plástico transparente sobre la superficie de un suelo húmedo durante varias semanas o meses en el periodo estival. Esto hace que se alcancen elevadas temperaturas bajo la cubierta, que junto con las altas humedades, destruyen los propágalos de numerosas enfermedades y malas hierbas.
3.4.- Métodos biológicos.
Este método consiste en introducir artificialmente especies de insectos o patógenos que no se encontraban previamente en la zona y que son capaces de atacar a determinadas especies de malas hierbas. Estas especies son capaces de multiplicarse, persistir y diseminarse dentro del área, no siendo necesario realizar nuevas sueltas en varios años. Los métodos clásicos de control biológico no suelen ser eficaces en cultivos anuales y con gran inestabilidad causada por las repetidas labores, tratamientos fitosanitarios y otros factores. Además, la efectividad de estos tratamientos exige la  presencia de condiciones de elevada humedad ambiental en el momento de su aplicación, por lo que se ve limitado en zonas de clima semiárido.
3.5.- Métodos químicos.
El uso de herbicidas tuvo un impulso importante tras el descubrimiento del 2,4-D, que controló selectivamente por primera vez las especies dicotiledóneas en cereales. Posteriores descubrimientos de otros productos ampliaron el espectro de cultivos en que utilizarlos y de malas hierbas a controlar.
Con estos productos se puede reducir y eliminar el laboreo, lo que produce un efecto beneficioso, porque reduce la erosión del suelo y mejora la conservación de humedad edáfica. Por otro lado, se eliminan las malas hierbas desde su primera fase de desarrollo. El uso de herbicidas exige un  cuidado especial en su aplicación. Requiere un equipo adecuado de pulverización, calibrarlo adecuadamente, calcular correctamente la dosis a aplicar y eliminar las deficiencias que surjan en el equipo durante el tratamiento. En caso contrario, se puede producir efectos muy negativos debido a la aplicación del herbicida, como daños sobre el cultivo o residuos persistentes en el mismo.
4.- RIESGOS EN EL MANEJO DE HERBICIDAS.
a) Erosión: La aplicación masiva de herbicida puede eliminar completamente la cubierta vegetal.
Esto puede provocar la erosión del suelo por el agua que es uno de los problemas más importantes de la olivicultura española. El olivar es uno de los cultivos en los que las pérdidas de suelo son mayores, muy superiores a las observadas en zona de pastizal o matorral.
Según recientes evaluaciones oficiales, más de 80 toneladas de suelo por hectárea se pierden anualmente en los olivares andaluces, que son aún mayores en parcelas con fuertes pendientes, pérdidas que superan con creces la capacidad anual de regeneración del suelo.
Por otro lado, la erosión no sólo causa pérdidas en la fertilidad de los suelos, sino que da lugar a contaminación de las aguas superficiales con residuos de fertilizantes y productos fitosanitarios, así como a pérdidas económicas importantes debido a cortes de carreteras, colmatación de embalses, etc.
b) Residuos en productos vegetal y persistencia: La incorrecta aplicación de herbicidas puede suponer la aparición de niveles de residuos de herbicidas en los frutos o rectos de cultivos potencialmente peligrosos para la salud humana. Esto se debe en gran parte a la elevada concentración con la que se aplican los herbicidas y al escaso periodo de tiempo que separa la aplicación de los mismos con la recolección y consumo de los frutos.
c) Lixiviación de herbicidas: La lixiviación o movimiento vertical de los herbicidas en el suelo afecta en gran medida a su actividad. Así, si un herbicida no es móvil en el suelo, puede requerir incorporación mecánica para llegar a distribuirse en la capa más superficial y ser activo. Si por el contrario un herbicida muestra una elevada movilidad puede profundizar más allá de la zona de germinación de la mayoría de las malas hierbas y no ser activo, o incluso dañar a cultivos cuyas semillas muchas veces se siembran en capas más profundas.
d) Riesgos personales: Los herbicidas son útiles porque interfieren en el desarrollo vegetal de las malas hierbas, pero también pueden ser tóxicos para las personas que los manejan sin suficientes precauciones. La experiencia indica que la mayoría de los accidentes con estos productos tienen lugar cuando son utilizados por personal inexperto, o con excesiva confianza, desatendiendo las precauciones básicas, o al final de una larga temporada de pulverización, ya que los trabajadores han sido expuestos repetidamente a estos productos.
Las precauciones para evitar los riesgos anteriormente citados deben ser las siguientes:
d.1.) Precauciones durante el vertido y mezcla; El vertido y la mezcla constituyen las dos operaciones de más riesgo, pues en las mismas se está expuesto al contacto con elevados volúmenes de estos productos en su estado más concentrado.
d.2.) Empleo de vestuario adecuado; Para evitar el contacto con la piel y la inhalación de vapores es necesario que el aplicador utilice diversas prendas de protección (mono de trabajo, guantes y botas de goma ó plástico, caretas antiguas y gorras).
d.3.) Precauciones durante la aplicación; Durante el proceso de aplicación de herbicidas es preciso tratar de minimizar el contacto con la nube de pulverización o con la solución herbicida. Para remediarlo es necesario además del uso de vestuario adecuado, evitar una serie de acciones que pueden favorecer este contacto, como comer, beber ó fumar.
d.4.) Precauciones posteriores a la aplicación; Una vez finalizada la aplicación de herbicidas, la solución remanente en el tanque deberá ser pulverizada en campos baldíos o áreas marginales. Nunca se deben verter residuos en el suelo ni en cursos de aguas, ya que pueden producir graves problemas de contaminación. Posteriormente el equipo de pulverización, la ropa y el propio aplicador deberán lavarse convenientemente.
 http://www.agricolaquero.com/images/pulveriza/Herbi01.jpg
Ilustración 5 Equipos para aplicación de herbicidas
Capítulo  III:
CONCLUSIONES
ü El proceso de registro va dirigido a asegurar que los herbicidas, usados de acuerdo a las instrucciones de las etiquetas, sean relativamente seguros para el usuario, para los organismos no objeto de la aplicación y para el medio ambiente. Sin embargo, todos los herbicidas son venenosos en alguna medida y tienen que ser almacenados, manipulados y usados cuidadosamente. Para más información vea el "Código Internacional de Conducta sobre la Distribución y Uso de Plaguicidas", FAO, Roma.

ü La agricultura de bajos insumos está usualmente relacionada con los pequeños agricultores, los que poseen limitados fondos. En lo que se refiere al manejo de malezas acuáticas en la agricultura de bajos insumos, se debe observar que los pequeños agricultores no son generalmente responsables de las operaciones de irrigación y drenaje de grandes canales o del manejo de embalses. En la mayoría de los países estos grandes cuerpos acuáticos son administrados por autoridades gubernamentales. Es por eso que los problemas de malezas acuáticas abordados en el contexto de esta información principalmente se refieren a pequeños canales y embalses.
ü Para mantener los pequeños cursos de agua libres de malezas, puede ser útil plantar árboles a lo largo de las orillas. Generalmente, una disminución de la intensidad de luz marcadamente reduce el crecimiento de las malezas. Se debe también evitar el arrojo de desechos y de aguas de albañal en el agua del embalse, ya que esto conduce a la eutrofícación (aumento de nutrientes en el agua) y el estímulo subsiguiente del crecimiento de las malezas. Si una densa vegetación está en desarrollo, se recomienda el uso de herramientas manuales para extraer las malezas del agua.
ü En lo concerniente al control biológico, sería muy ventajoso introducir los insectos específicos, ya disponibles, en áreas afectadas por el jacinto de agua y la salvinia. La maleza caimán puede ser también controlada con el uso de insectos, pero con la excepción de EE.UU. y Australia, esta maleza no es un gran problema. Existen otros agentes biológicos para el control de otras plantas acuáticas, pero desde un punto de vista práctico tales especies aún no son importantes como plagas.
ü El proceso de registro va dirigido a asegurar que los herbicidas, usados de acuerdo a las instrucciones de las etiquetas, sean relativamente seguros para el usuario, para los organismos no objeto de la aplicación y para el medio ambiente. Sin embargo, todos los herbicidas son venenosos en alguna medida y tienen que ser almacenados, manipulados y usados cuidadosamente. Para más información vea el "Código Internacional de Conducta sobre la Distribución y Uso de Plaguicidas".
RECOMENDACIONES:
ü En la actualidad las mochilas ya suelen venir con una lanza en la cual se puede seleccionar la opción que necesitamos para localizar el producto en una determinada zona o para que abarque una superficie más grande. Si nuestra mochila no cuenta con este accesorio podemos idear una solución casera y sencilla, simplemente debemos cortar la parte superior de una botella de plástico y colocarla en la punta de la lanza como si fuera un embudo, de esta manera es más fácil dirigir el herbicida a un lugar específico
ü También podemos preparar el producto y colocarlo dentro de un rociador de los comunes, y rociar la planta o maleza que se desea eliminar. De esta manera esteremos seguros de no afectar ninguna otra planta.
ü Otro factor importante a tener en cuenta, es aplicar el herbicida en un día sin viento, ya que al aplicarlo, hasta la menor brisa, hará que el producto se esparza hacia lugares que no queremos afectar con el herbicida.
ü Si el pronóstico o el cielo anuncia lluvia, conviene dejar la aplicación del herbicida para otro momento, ya que el agua de la lluvia arrastraría el producto y no surtiría el efecto esperado.
ü Siempre se debe preparar el producto siguiendo las indicaciones específicas del envase para lograr un buen resultado.
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42.                       Parry K.P. 1989. Herbicide use and invention. En: A.D. Dodge (Ed.). Herbicides and plant metabolism. Cambridge University Press, Cambridge, R.U. pp 1-20.
43.                       Shaner D.L. y S.L. O'Connor 1991.The imidazolinone herbicides. CRC Press, Boca Raton, Florida, EE.UU., 289 pp.
44.                       Suwunnamek U. y C. Parker 1975. Control of Cyperus rotundus with glyphosate: the influence of ammonium sulphate and other additives. Weed Research15: 13-19.
45.                       Thill D.C., C.A. Mallory-Smith, L.L. Saari, J.C. Cotterman y M.M. Primiani 1991. Sulfuonylurea herbicide-resistant weeds: discovery, distribution, biology, mechanism and management. En: J.C. Caseley, G.W. Cussans y R.K. Atkin (Eds.). Herbicide resistance in weeds and crops. Butterworth-Heinemann, Oxford, R.U. pp 115-128.
46.                       Walker A. 1987. Herbicide persistence in soil.Reviews of Weed Science3: 1-17.
47.                       Worthington C.R. y R.J. Hance 1991.The Pesticide Manual 9th Edition.The British Crop Protection Council, Farnham, R.U. 1141 pp.

ANEXOS:
Tablla 1. Autorizaciones de herbicidas en leguminosas. Enero 2012.
Materia activa-%
Nombre comercial
DICOT
GRAM
GUI
SAN
TE
HABAS
JUDIA
VEZA
JUDIA
Garbanzo
Lentejas
Alfalfa
Grano
Ve
r
de
Grano
V
e
r
d
e
Grano
V
e
r
d
e
Grano
Ve
r
de
Grano
V
e
r
d
e



Aclonifen-60 Challenge















Asulam-40 Asulox















Benfluralina-18Quilan















Bentazona-48/87 Basagran,Troy










(1)



(2)
Carbetamida-70 Lagurame PM















Cicloxidim-10 Focus Ultra















Clomazona-36 Command















Diclofop-36 Varios















Etalfluralina Sonalen















Fluazifop-p-butil-12,5 Varios















Imazamox-4 Pulsar















Imazamox-1,7+















pendimetalina-25 Mutual















Linuron-45 y 50 Varios (3)















Metribuzina-75 Varios















Pendimetalina-33 Varios















Pendimetalina-45,5 Stomp Aquacap















Propaquizafop-10 Agil















Propizamida-40/80 Kerb















Prosulfocarb-80 Varios















Quizalofop-p-etil-10 Nervure Super















Quizalofop-p-etil-5 Varios















Quizalofop-p-tefuril -4 Paranex















Tepraloxydim-5 Aramo















En los recuadros sombreadros se indica el momento se aplicación con respecto a las malas hierbas: PRE-E = pre-emergencia, PRE-S = pre-siembra, POST = post emergencia. (1) Sólo Troy (2) Sólo Basagran (3) No todos. CLETODIM: El pasado 9 de diciembre se votó favorablemente el mantenimiento de la etiqueta de este producto en el que incluían los usos autorizados en leguminosas grano. En el momento de la redacción de este artículo, el registro no se ha actualizado al respecto.
Tablla 3. Ensayo de Larraga (Navarra) 2002 a 2007. Frecuencia de
aparición de diferentes especies según el laboreo utilizado.

ADVENTICIAS MÁS FRECUENTES (% parcelas)
NO LABOREO
LABOREO MÍNIMO
VOLTEO
Vallico
53
Sonchus sp.
63
Ballueca
56
B. diandrus
37
R. rugosum
63
Sonchus sp.
26
B. hordaeeus
16
Ballueca
63
R. rugosum
26
Sonchus sp.
47
Amapola
47
Amapola
21
Ballueca
42
Galium
32
Galium
16
Galium
21
Sacandix
26
P. aviculare
16
Amapola
5
Cardo María
21
Cardo María
11
Scandix
5
P. aviculare
16
Fumaria
11
Cardo María
5
Fumaria
15
Vallico
5
P. aviculare
5
Vallico
5
B.diandrus
0
P. aviculare
5
B. diandrus
5
Alpiste
0
Alpiste
5
Alpiste
5
Scandix
0
Fumaria
0




Vulpia
37







Especies favorecidas por este tipo de laboreo


Especies no favorecidas por este tipo de laboreo

REPRODUCCIÓN DEL ARROZ LIBRE DE MALEZAS

LA APLICACIÓN DE LOS HERBICIDAS  PARA CONTROLAR LAS  MALEZAS
                                                                  




RESUMEN
       Un herbicida es un producto fitosanitario utilizado para eliminar plantas indeseadas. Algunos actúan interfiriendo con el crecimiento de las malas hierbas y se basan frecuentemente en las hormonas de las plantas.
1.  CLASIFICACIÓN
        No existe un solo sistema de clasificación de los herbicidas. Los diferentes sistemas se basan en criterios muy dispares, como su naturaleza química, su mecanismo de acción o su toxicidad. No obstante, podemos dividirlos en:
Ø Según su persistencia
ü Residuales: Éstos se aplican al suelo, sobre la tierra desnuda y forman una película tóxica que controla la nacencia de las malas hierbas al atravesarla durante su germinación. Dos aplicaciones al año de Herbicidas residuales pueden ser suficientes para mantener un suelo limpio de malas hierbas anuales que nacen de semilla. Normalmente no son activos sobre especies perennes que rebrotan a partir de rizomas, estolones o bulbillos; sí lo son en cambio si la mala hierba nace de semillas (Ej.: Terbutilazina).
ü No residuales: se degradan normalmente en poco tiempo por lo que solo actúan sobre las plantas sobre las que caen cuando se aplican.
Ø Según su movilidad dentro de la planta
ü Sistémicos: Se aplican sobre la planta, se absorbe y al ser traslocado a otras zonas de la planta a través del floema puede afectar a zonas de ella sobre las que el producto no cayó al tratarla. (Ej.: Glifosato).
ü De contacto: no se traslocan por el floema por lo que solo afecta a las zonas de las plantas sobre el que caen. (Ej.: Paraquat).
Ø  Según la acción sobre las plantas
ü Selectivos: Son aquellos herbicidas que respetando el cultivo indicado eliminan las hierbas indeseadas, o al menos, un tipo de ellas. (Ej. la metribuzina en cultivos de patata, gladiolo y otros)
ü No selectivos: eliminan todo tipo de vegetal con el que entren en contacto (Ej. el glifosato). Normalmente utilizados para terrenos sin cultivos, zonas industriales, carreteras etc. Si se aplican en terrenos con cultivos deben aplicarse de modo que no afecten al cultivo.
Ø  Según el momento en que debe aplicarse
ü De preemergencia: Se aplican antes de la nacencia del cultivo. ( por ejemplo Terbutilazina)
ü De post-emergencia: Se aplican después de la nacencia del cultivo.
Existen herbicidas que pueden ser aplicados en preemergencia o post-emergencia según sea el cultivo, el terreno, la climatología y otros factores.
2. EFECTOS SOBRE EL MEDIO AMBIENTE
              Los herbicidas suelen tener un efecto negativo sobre las poblaciones de pájaros, aunque su impacto es muy variable y a menudo son necesarios estudios de campo para predecir adecuadamente sus efectos. A veces los estudios de laboratorio han sobrevalorado el impacto negativo de los herbicidas debido a su toxicidad, prediciendo a veces graves problemas que luego no se observan en las condiciones de campo. La mayoría de los efectos negativos suelen ser más debidos a que su uso hace que disminuya el número de especies vegetales que sirven a las aves de refugio y fuente de alimentación. Incluso usando herbicidas poco tóxicos se ha observado que la disminución de la biodiversidad vegetal que producen afectan negativamente a los pájaros. El masivo uso de herbicidas en las zonas agrícolas neo-tropicales es uno de los factores implicados en que estas zonas no sean ahora de utilidad para la invernada de aves migratorias.
ABSTRACT

       A plant protection product is a herbicide used to kill unwanted plants. Some act by interfering with the growth of the weed and are often based on plant hormones.

1. CLASSIFICATION

        No single classification system for herbicides. Different systems are based on very different criteria, such as their chemical nature, mechanism of action and toxicity.
However, we can divide them into:
Ø According to their persistence

ü  Waste: These are applied to the soil, on the bare ground and form a toxic film Nacencia controlling the weed to get through during germination. Two applications of residual herbicides per year may be sufficient to maintain a clean floor annual weed seed born. Normally you are not active on perennials that sprout from rhizomes, stolons or bulbils; yes they are instead if born weed seeds (eg Terbuthylazine).

ü  No waste: normally degrade quickly so only act on the plants on which they fall when applied.

Ø  According to their mobilityØ within the plant

ü  Systemic: apply on the ground, to be absorbed and translocated to other parts of the plant through the phloem may affect areas of it on which the product is not to treat it fell. (Eg glyphosate).
ü  Contact: not translocated by the phloem so only affects the areas of the plants on which they fall. (Eg Paraquat).
Ø  According to the action onØ plants

ü Selective: Those herbicidal crop respecting the undesired weeds indicated eliminated, orü at least one kind of them. (Eg the metribuzin in potato crops, gladiolus and others)
ü  Not selective eliminate all kinds of plant with the coming into contact (eg glyphosate). Normally used for uncultivated land, industrial areas, roads etc. If applied to crop land should be applied so as not to affect the crop.

Ø Depending on when you shouldØ apply In
ü Preemergence: Apply before the crop Nacencia. (Eg Terbuthylazine)
ü Post-emergence: Apply after crop Nacencia.
There are herbicides that can be applied pre-emergence or post-emergence as the culture, terrain, climate and other factors.
2.    ENVIRONMENTAL EFFECTS

              Herbicides tend to have a negative effect on bird populations, although its impact is highly variable and often field studies are needed to adequately predict its effects. Sometimes laboratory studies overestimated the negative impact of herbicides due to their toxicity, predicting sometimes serious problems are not observed in later field conditions. Most adverse effects are usually more due to their use lowers the number of plant species that serve as a refuge for birds and power supply. Even using less toxic herbicides has been observed that the decrease in plant biodiversity that produce negatively affect birds. The massive use of herbicides in neotropical agricultural areas is one of the factors involved in these areas than in handy for wintering migratory birds.


Índice:                                                       Página
Portada………………………………………………..     2
Epígrafe………………………………………………..    3
Dedicatoria…………………………………………..    4
Agradecimiento…………………………………….   5
Introducción………………………………………….   6
CAPITULO  I:……………………………………..    7-10
Problema……………………………………………….   8
Formación del problema……………………….    8
Planteamiento del problema…………………    8
Objetivos……………………………………………….    9
Justificación…………………………………………..    10
Hipótesis…………………………………………………  10
Limitaciones……………………………………………  10
CAPITULO II:……………………………………….   11- 90
Marco legal………………………………………………  11
Marco teórico………………………………………….   11-81
ü  Como controlar las malezas…………   11-14
ü  Manejo de control de malezas………  15-25
ü  Uso adecuado de los herbicidas…….   26-32
ü  Clasificación de los herbicidas………     32-40
ü  Aplicación de los herbicidas……………  40-54
ü      Evaluación de riesgo ecológico
de cultivos resistentes a herbicidas
y la necesidad de una metodología
de monitoreo…………………………………    54-57
ü  Estado actual del uso de los cultivos           
 genéticamente modificados (GM)……   57-58
ü  Metodología para evaluación de
 riesgos ecológicos…………………………..   58-64
ü  Estrategia de uso de herbicidas……….    64-67
ü  La utilización de herbicidas en los
 cultivos de leguminosas en Jaén…….     68-69
ü  Jaén agrario…………………………………….      69-77
ü  Jaén agrario en el futuro……………………    77-81
Marco conceptual…………………………………………     81-89
ü  1. Métodos de control de las malas hierba
Capítulo  III:
Conclusiones…………………………………………………       89-91
Recomendaciones………………………………………..        91
Bibliografia……………………………………………………        92-96
Anexos………………………………………………………….         97-100
Resumen………………………………………………………         100-103
Abstrac…………………………………………………………         103-105